719
Huo Chen se sacó el abrigo militar y se sentó en el sofá. Cerró los ojos para descansar.
La tía no notó el destello de fatiga en sus ojos. Regresó a la cocina mientras murmuraba.
—Ella me había pedido que comprara más ingredientes ayer, dijo que quería aprender a cocinar, y también que usted estaba agotado de estos últimos días, que necesitaba algo nutritivo. ¿Cómo es que usted llega a casa hoy y ella no está?
—...
Huo Chen frunció los labios mientras una extraña frustración cruzó su mente.
Se levantó y se preparó para salir.
—Ah, por cierto...
La tía asomó la cabeza de nuevo, y dijo: —Hay frutas en la mesa de té, la señora me pidió que las comprara.
Huo Chen se demoró y se volvió hacia las escaleras. Caminó hacia el dormitorio.
Se paró frente a él por un momento; al abrir la puerta, un crujido dio lugar a una habitación oscura.
Una fría habitación vacía con un aroma familiar.