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—Por supuesto, lo recogeré de la escuela —contestó Huo Yunting, luego de escuchar su pedido. Era una buena oportunidad para obtener algo a cambio—. ¿Cuál es mi premio?
Su relación había mejorado últimamente, un hecho que lo volvió un poco más atrevido.
No había forma de que él la ayudara sin conseguir algo a cambio.
Lu Zhaoyang notó la sonrisa pícara en su rostro y supo exactamente a qué se refería.
Se dirigió a su lado y le dio un besito en los labios.
—Ahí está tu premio. Gracias por tu ayuda. Xuxu te quiere. Estoy segura de que se pondrá contento de verte. Volveré al trabajo ahora.
Dio un paso atrás y agregó: —Cuando lo traigas, quizás te vuelva a dar un premio, dependiendo de mi humor.
—¡Maravilloso! Espero que no sea un besito como el que me diste. ¡Quiero algo más profundo!
—Mmm... —Ella debía soportar esto por ahora, para que él la ayude.