El roce de sus labios en aquel beso fortuito encendió una chispa de emoción y anhelo en sus corazones solitarios. Aunque ninguno de los dos buscaba el amor, encontraron en ese beso un destello de esperanza en medio de sus desamores pasados. Marcos y Lia se vieron envueltos en una vorágine de emociones encontradas, incapaces de ignorar la conexión que los había unido.