Recuerdo que de regreso de la casa de Oráculo habíamos planeado el escape para el día siguiente, no podía negar que estaba emocionada y mientras tocaba mis muñecas marcadas por las quemaduras de las esposa tipo cadenas decía para mi misma
Voz mental: 'sólo falta horas, actúa con naturalidad'.
Me costo pero como estaba con las chicas bromeando un poco hice hacerles creer que había tenido un buen sueño y con sus bromas estaba feliz, como ya había estado antes así lógicamente simplemente dieron por ignorada mi felicidad, recuerdo que ese día Said mando a un grupo de chicos a ayudar en una mina que al venderla en el extranjero lo cambiaba por monedas de oro.
Allí fue donde recordé lo del sueño que parecía un túnel que explotaba y había creado una gran conmoción, trate de no distraerme en mis pensamientos y actuar con naturalidad hasta que oí a Said decir
Said: mañana nadie sale, ya que la luna se tiñe de sangre.
Fue cuando caí en cuenta que todo mi sueño habían sido pistas y fue cuando le dije a Laura que memorizara donde Said escondía las llaves; si era un día importante para ellos tal vez festejarían tal evento y eso nos daría tiempo de huir; Aunque no debía confiarme pero las ansias me comían un poco.
A mi no me dejaban encerrada ya que me había ganado una buena confianza y Manuel dormía afuera vigilándome, Laura me había indicado donde guardaba la llave, al siguiente día justamente a Said le tocó salir al Cairo, eso eran aproximadamente 4 horas para nosotros de ventaja y aunque nosotros no podíamos salir de casa no significaba que nos dejará encerrados.
Manuel fue fácil de hacerle ver la realidad de las cosas y accedió a ir con nosotros los hermanos orcos no lo pensaron ni 2 veces y Elvia ni hacia falta decirle, teniendo campo libre fui donde los demás y a los más cercanos le conté el plan sólo que con una pequeña mentira, el miedo les ganaba y lo que decían era que les avisarán de mi plan a Said y que harán que me castigue y me venda.
Mientras suspiraba les decía que estaba bien que lo hicieran, pero que luego no quería escuchar sus súplicas por liberarlos, Laura quien antes me había conseguido unas flores para dormir las abonó con la comida y el agua, lógicamente las nuestras ya estaban separadas así que al servir el desayuno a un grupo tendríamos campo libre para ir a la mina.
Efectivamente la mayoría de los que comieron eran vigilantes de afuera de la casa, los de adentro de la casa aún no tocaban su plato de comida pero tenía seguridad que dentro de poco caían, así que fui al cuarto y le pedí a Manuel de vigilar cuando bajarán los hombres a comer me avisará y allí sería el inicio de la fuga, esta vez guarde el libro conmigo, se había vuelto especial y no quería perderlo, busque a Elvia como si necesitará algo y la guíe algo lejos de la cocina donde ella luego se asomó y hizo como si buscará un poco de agua y volvía a salir sólo que está vez el agua nadie la bebería y de allí saldríamos directo fuera de la casa.