Ahora que la mujer, que no solía ir maquillada, llevaba un poco de maquillaje, su piel parecía aún más bella y radiante.
Todos los presentes la miraron aturdidos.
Sabían que Nora era guapa, pero no esperaban que fuera tan impresionante.
Al lado, Tanya se maravilló: —¡Justin es un cabrón con mucha suerte!
Joel e Ian también la miraron sin comprender.
Pronto llegaron los coches que debían llevarlos a la iglesia...
La gran celebración fue tan grande que la gente todavía se maravillaría de ella unos años después.
El coste de la boda fue casi una leyenda por sí mismo.
Ya sean los Hunt o los Smith, ambas familias parecían querer darles una boda perfecta...
La decoración de la iglesia también se hizo de forma ingeniosa. Rosas exóticas blancas y rosas cubrían el lugar. Era como si las flores importadas no costaran un céntimo...