CAPÍTULO 38- Segundo examen especial. Parte 3.
(Pov- Saik.)
—Estar de flojos es muy relajante, Saik.
—Sí, lo admito, estoy muy cómodo.
—Fufu. Te lo dije.
Estar acostados en el suelo, sin hacer nada más que ver el techo de mi habitación, es bastante tranquilo. Me tomé el día libre por recomendación de Yuki. No haré ejercicio, no estudiaré, no haré la tarea. Simplemente me quedaré acostado y no haré absolutamente nada. Solo disfrutaré de esta tranquilidad.
Tal vez solamente comeré algo.
—Cuando era un pequeño niño, nunca tuve este tipo de tranquilidad.
—Tu vida ha sido bastante difícil, Saik. No sé los detalles, pero parece que tu vida fue muy difícil. Fuiste un ricachón con una vida triste, ¿eh? Fufu.
—A pesar de que mi familia era adinerada, nunca me sentí privilegiado. Me mantuve alejado de la vida lujosa. Llegaba de la escuela y me encerraba en mi habitación, intentando controlar mi poder de ver fantasmas. Mis padres eran los que disfrutaban de esa vida lujosa. Asistían a fiestas elegantes y socializaban con otros ricos.
—Un ricachón solitario.
—Mis padres eran los adinerados, yo simplemente era un mantenido.
—Entonces... Saik, ¿eres feliz?
—¿Feliz?
—Sí... Tus padres murieron y tu mentalidad es la de un solitario. ¿Eres feliz? ¿Estás satisfecho con tu vida?
Satisfecho, ¿eh? ¿Feliz?
Yo... No lo sé. Desde pequeño hasta la muerte de mis padres, no era un chico alegre, pero me gustaba vivir. No tenía amigos, disfrutaba mucho de mi soledad. Mis padres se cansaron de intentar cambiarme y se rindieron conmigo. En la secundaria me la pasaba durmiendo y escuchando música en clase, intentando descansar. No disfruté de mi infancia por culpa de los fantasmas, y cuando conseguí a los fantasmas legendarios, intenté ser un chico normal.
Pero me volví... No lo sé... ¿Un flojo? ¿Infeliz? No lo sé... Mis padres estaban decepcionados de mí por mi bajo rendimiento académico y por ser un solitario.
Pasaba todo mi tiempo libre en mi habitación, entrenando los poderes de los fantasmas legendarios. Yo era una decepción para mis padres, pero ellos me amaban. Nunca los odié, los amaba... Pero los perdí. Aunque me prometí protegerlos, no pude salvarlos. El accidenté fue tan repentino, que no pude protegerlos... Murieron casi al instante.
Ellos eran las únicas personas importantes para mí. Cuando los perdí, intenté suicidarme, pero número 31 me recordó lo mucho que me esforcé por tener una vida normal. Ahora que yo tenía el control completo de los fantasmas legendarios, ningún fantasma podría hacerme daño. Por fin podía ser una persona normal... Así que decidí cumplir el sueño de mi madre. Me convertiré en un estudiante ejemplar. Seré el mejor estudiante.
Pero esa es mi única meta. Después de cumplirla, me suicidaré.
Entonces... ¿Estoy satisfecho con mi vida? Considerando que me quiero suicidar, supongo que sí.
—Saik, ¿estás bien? Te quedaste en silencio.
—Solo estaba pensando en la respuesta.
He hechos cosas increíbles en mi vida. No cualquiera salva el mundo, pero... No lo sé... Es difícil para mí saber realmente lo que siento.
—Después de las muertes de mis padres, admito que estuve bastante deprimido, pero ahora soy... feliz... Supongo... Yuki, tu existencia en mi vida me hace feliz. Eres la única persona que puedo llamar un verdadero amigo. Tu compañía me hace sentir menos solitario. ¿Estoy satisfecho con mi vida? Sinceramente... No lo sé. Mi infancia fue una mierda, pero después fue más tranquila... Creo que estoy satisfecho... Supongo.
He hecho cosas increíbles en mi vida, incluso salvé el mundo. Debería sentirme satisfecho, pero no lo estoy. No estaré satisfecho hasta que logre cumplir el sueño de mi madre.
—¿Y tú, Yuki? ¿Eres feliz?
•
•
(Pov- Yuki.)
¿Soy feliz...? Yo... Bueno...
—No tuve una infancia alegre, no te mentiré. Nadie se acercaba a mí, era una solitaria. Después me enteré de que las madres de mis compañeros de clases les prohibían a sus hijos que no se acercaran a mí. Pensé que le tenían envidia a mi madre por ser hermosa y por tener pechos grandes, pero ahora sé que le tenían miedo a mi madre. Probablemente había rumores malos sobre mi madre.
Los pocos amigos que conseguía, se alejaban de mí a los pocos días de conocerme. Nunca pude tener verdaderos amigos hasta que conocí a Saik.
—Era feliz con mi madre, pero también deseaba tener amigos. Me convertí en un fantasma, así que es bastante obvio que no estaba satisfecha con mi vida. ¡Pero ahora soy feliz!
Me subí sobre Saik y lo abracé.
—Tú te convertiste en mi mejor amigo. ¡Estar contigo me hace muy feliz!
Por fin conseguí un verdadero amigo. Gracias a Saik, me siento viva de nuevo.
—Tú también eres mi única amiga, Yuki. Aunque te veo más como mi pequeña hermana menor. Siempre quise tener una hermana o hermano.
Ah... Me sigue mirando como una pequeña niña. ¡Tengo 15 años, no soy una niña pequeña!
Pero, por alguna razón, me duele que me siga mirando de esa forma. Quiero que me vea como una chica de mi edad, pero... Este sentimiento en mi pecho... ¿Por qué me siento tan rara? Nunca me había sentido así antes. Esto es raro.
—Quiero ir a una convención.
—¿Eh?
Es raro que Saik quiera ir a un lugar así. No parece el tipo de chico que disfruta yendo a lugares así.
—Mañana habrá una convención de anime y cosas así. Ah, y creo que también las personas van disfrazadas de personajes de videojuegos o anime. Tengo curiosidad y quiero ir a una.
—Mmm... Sospechoso. ¿No tendrás algún motivo oculto?
Saik no es un chico que disfruta yendo a lugares así. Él prefiere quedarse de flojo en la casa que ir a un lugar con muchas personas.
—Me descubriste. Quiero probar algo. Quiero hacer algo en el futuro y necesito ir a ese lugar para prepararme.
—¿Qué harás?
—Socializar.
¿Socializar?
Bueno, definitivamente Saik no es un chico sociable. Aprender a socializar, ¿eh? Suena interesante.
—Pero también necesito que te quedes aquí y entrenes con Sumi. ¿Me harías ese favor? Prometo darte un regalo.
—¡Pero quiero ir también!
—Realmente necesito que te quedes aquí con Sumi. Quiero que ella aprenda a controlar su poder lo más rápido posible. Quiero que sea una niña normal lo más rápido posible.
Ah... Quería ir, pero ya me encariñé con Sumi. Quedarme con ella no será tan malo.
—Está bien, ¡pero espero que el regalo sea lindo!
—¿Muñeca o ropa?
—¡Definitivamente ropa!
—Te compraré ropa linda.
—¡Gracias!
¿Cómo le enseñará Saik a controlar su poder a Sumi? ¡Ya quiero que sea mañana...! Pero...
Estar en esta posición, abrazando a Saik, me hace sentir... muy feliz.
Tal vez...
—¿P-podrías acariciar mi cabeza?
—¿Eh? Claro.
Sentir la mano de Saik acariciando mi cabeza me hace sentir... tan rara... No es un sentimiento malo, es uno muy bueno. Me hace sentir feliz, pero también protegida.
Me siento muy segura a su lado. Desearía estar así para siempre.
—Vaya. Tu cabello es bastante suave.
—¡Gracias!
Comencé a acariciar el cabello de Saik.
—El tuyo también es muy suave.
Y huele bastante bien.
Realmente me gusta estar así con Saik... Me gusta verlo, hablar con él... Me gusta estar a su lado... ¿Qué es este sentimiento...? No lo sé... Pero me gusta sentirlo. Me gusta mucho.
•
•
(Pov- Saik.)
Yuki se quedó dormida sobre mí... Wow... Me siento como un padre.
—Se siente bien tener compañía.
Siempre había estado solo, así que tener una amiga como Yuki me hace... ¿feliz? Sí... Este sentimiento es de felicidad... Supongo. No estoy acostumbrado a sentirme así... Me sentía como un muñeco sin emociones en el pasado. Sentirme de esta manera me hace sentir raro, pero tampoco me quejo, me gusta. Me hace sentir más humano
Mañana daré un próximo paso para lograr mi objetivo: conseguir una novia.
Los estudiantes normales de una escuela quieren conseguir novia, y yo quiero ser normal. No sé lo que haré después de conseguirla, pero eso es un problema para el Saik del futuro.
—Iré al gimnasio.
Dejé a Yuki sobre mi cama y me puse mi ropa para entrenar.
Me miré en el espejo, me peiné, me quité los lentes de contacto y me puse mis lentes.
Bien, estoy listo.
Salí de mi casa, rumbo al gimnasio.
Pronto será de noche, pero creo que el gimnasio cierra a las 12.
Decidí asistir a uno por dos razones.
La primera: mi cuerpo no es nada normal. Llamé mucho la atención en la escuela por mi cuerpo. Puedo mantenerme en forma con ejercicios básicos, pero debo aparentar ser alguien que asiste a gimnasios y todo eso. Mientras asista solamente una hora al día, no llamaré la atención.
La segunda: por interés. Me interesa asistir a los gimnasios, más que nada por simple curiosidad.
Llegué a uno que está a 10 calles de mi casa.
Entré... Se ve bastante bien. Será costoso, pero considerando que las máquinas de este lugar se ven nuevas y el lugar es enorme, valdrá la pena. Hay una gran variedad para usar.
Me registré y pagué todo un año, a excepción de las tres semanas que estaré en la isla.
Fue más caro de lo que pensé, pero puedo conseguir más dinero después.
—Bien... Comencemos.
Corrí por 20 minutos en una de las caminadoras y estiré los brazos. Me siento listo para lo siguiente.
Esto hacen las personas normales, ¿verdad?
¿Por fin me he convertido en la persona normal que tanto soñé? Me esforcé mucho en ser normal... Realmente espero que lo esté logrando.
•
•
Hoy es sábado. Mi plan es el siguiente.
Ir a la convención e intentar socializar con mujeres. En otras palabras, intentar coquetear. No sé hacer eso, así que quiero aprender.
Ah... Bueno, al menos ese era mi plan original, pero...
—S-Saik, tengo miedo.- Dijo Yuki, mientras se escondía detrás de mí.
—No te saltes pasos, Sumi. Poco a poco. No expulses todo tu poder de golpe.
El poder de Sumi es más poderoso de lo que imaginé. Su cuerpo está expulsando una gran aura negra siniestra y los ojos se Sumi se volvieron completamente negros.
No culpo a Yuki por tenerle miedo. Los dientes puntiagudos y esa rara sonrisa que tiene Sumi la hacen ver como un verdadero demonio.
—¡N-n-n-n-no puedo c-c-c-controlarlo!
Tentáculos negros se crearon con esa aura y comenzaron a destruir mi sala. Mis consolas, mi televisión.
—Mi pastel...
El pastel que había comprado para Yuki y Sumi fue destruido... Nadie desperdicia dulces frente a mí.
Me acerqué lentamente hacia ella y los tentáculos intentaron atacarme.
—¡Cuidado, Saik!
Levanté mi cabello y mis ojos se pusieron grises.
Los tentáculos, al tocarme, se esfumaron como vapor.
No todos, algunos tentáculos me golpearon antes de desaparecer. Felicidades, Sumi, eres de las pocas personas que han logrado hacerme daño.
Mi nariz está sangrando.
—¡Saik! ¡No te acerques tanto!
—¿Saik? ¡P-p-p-p-perdóname!
Sumi está llorando. Sé que no lo haces con intención, no te preocupes.
Abracé a Sumi.
—Perdón.
Le di un beso en la frente.
—¡¿Eh?! ¡Uwaaaah...! Wa...
Se puso demasiado nerviosa por ese beso, pero se desmayó. Bueno, considerando que le di un fuerte golpe en el estómago, era obvio que se desmayaría.
Ella es una pequeña niña, y el daño que recibió es mortal. Solo se desmayó y no murió porque su cuerpo no es nada normal. Es más raro que el mío.
Le di un golpe en el pecho, justo en el corazón, para asegurarme de que se desmayara.
El aura desapareció y la cargué en los brazos.
Tuve que besarla para distraerla. Afortunadamente funcionó. Si ella no estuviera distraída, su cuerpo inconscientemente me habría atacado cuando la golpeé.
—Saik, ¿estará bien?
Mis ojos volvieron a la normalidad y me despeiné.
—Estará bien, solo necesita descansar.
—¡E-estás sangrando, Saik!
Yuki entró a la cocina y salió con un pañuelo en sus manos.
—¡¿Te duele mucho?! ¡N-no debiste arriesgarte demasiado!
Me está ayudando a limpiar la sangre de mi nariz. Ella se preocupa mucho por mí... Alguien se preocupa por mí, ¿eh?
Estaba acostumbrado a ser tratado como un monstruo y más de una persona me deseaba la muerte.
Pero Yuki se preocupa mucho por mí, incluso tiene los ojos llorosos... Se siente bien que alguien se preocupe por mí.
—No me duele tanto, no te preocupes. Gracias por preocuparte.
Dejé a Sumi en el sillón y miré el desorden... Ah, mi televisión está rota.
—Mmm... Las consolas estarán bien. Ayúdame a recoger los libros, Yuki.
—¡S-sí!
Afortunadamente la mayoría de mis videojuegos son digitales. Esos tentáculos destruyeron varios de mis libros.
La novela que Sylphie me regaló está intacta. Bien.
Recogimos los libros que estaban en buen estado y los pusimos en su lugar.
—Todavía nos queda mi televisión, Saik. ¿La bajamos a la sala?
—¿No te incomoda ver tus animes infantiles en la sala?
—¡N-no son infantiles, son de acción!
—Yo no considero un anime de acción a chicas peleando con ropas coloridas y en donde el poder del amor y la amistad es lo más importante. Iré a comprar otra... Bueno, mejor después, debemos cuidar a Sumi.
—Sí, está bien. ¿Y qué haremos hoy?
—Iré a practicar mi dibujo. ¿Quieres comer algo?
—¡Te ayudo! Me interesa ver lo que vas a dibujar.
—Está bien.
•
•
(Pov- Sayu.)
—Nada.
Ninguna pista sobre la ubicación de Shadow. Nada de nada.
¿Debo rendirme con mi búsqueda...? No. No me rendiré todavía.
—Todavía no.
Mi teléfono comenzó a sonar. Ah, espero que sea importante.
Contesté la llamada.
—¿Qué pasa?
—M-mi informe semanal. S-Saik sigue igual como siempre, no es Shadow, te lo dije.
—Cállate, inútil. Yo sé lo que hago. No digas cosas innecesarias si nadie te pide tu maldita opinión, Hanako.
—... Sí... S-sí, lo siento... Adiós.
Tsk. Maldita inútil.
—Saik no es Shadow... Ah... Saik es raro, pero no me lo imagino peleando contra fantasmas legendarios.
•
•
Hanako bajó su teléfono y sonrió nerviosamente.
—Jeje... Sayu siempre es grosera conmigo.
—Fufufu. Pero eso pronto terminará.
—La mataré... Se arrepentirá por tratarme tan mal... ¡Por ahora, aprovecharé el tiempo para jugar con Saik!
Hanako abrió el juego y se sentó sobre el cadáver de un anciano. Y no solo había uno, había más de 15 cuerpos de ancianos muertos
Todos tenían una cortada en el cuello y los ojos explotados.
Estaba en un lugar abandonado, una vieja casa en la playa.
—Poco a poco, Hanako 2. Poco a poco.
•
•
(Pov- Saik.)
Mmm... Sí, así... Bien... Sí, creo que quedó bastante bien. Un dibujo de una chica araña de pecho plano. No soy bueno diseñando, pero creo que me quedó bastante bien.
Publicar. Listo.
He mejorado en mi estilo. Me tomó mucho tiempo, pero cada vez más estoy mejorando.
... Bueno, no me tomó tanto tiempo como semanas, pero no he dormido casi nada en esta semana para mejorar en mis dibujos. Aprendí en menos de una semana, pero eso no significa que no me esforcé. No soy un prodigio.
—Aunque quisiera serlo.
Me ahorraría mucho tiempo y esfuerzo si fuera un prodigio.
—¡¡Saik, Sumi despertó!!
Ya veo. Ya son las 4. Durmió bastante.
Bajé a la sala y vi a Sumi llorando.
Ella tiene una rara sonrisa en su rostro que la hace ver terrorífica, pero para mí, se ve como una niña solitaria.
—¡P-p-p-perdón, Saik! ¡T-t-te hice daño!
—¿Cuándo?
—¿C-cuándo?
—No creas que una simple niña sería capaz de hacerme daño. Estoy bien, no te preocupes.
Le ofrecí una paleta.
—Toma, te sentirás mejor con una deliciosa paleta.
—¿N-n-no estás enojado?
—Nunca me enojaría con una adorable niña.
Aunque admito que la idea de matarte regresó a mi mente, pero no lo haré, Yuki ya se encariñó contigo.
—Sonríe y considera este accidente como algo bueno. De los errores se aprende, del éxito no se aprende mucho.
—G-gracias... ¡G-g-gracias, Saik!
Ella me abrazó... Ah... Casi la mato por puro instinto, afortunadamente logré controlarme a tiempo.
—No te preocupes.
Le acaricié la cabeza.
—Controlar ese poder será incluso más difícil para ti, a mí me tomó años.
—E-es cierto, Saik. ¿Tú también puedes hacer eso?- Dijo Yuki.
—Sí, pero mi aura no es tan grande como la de Sumi... Vaya, vaya. Oye, Sumi, podría decirse que la tienes más grande que yo, ¿eh?
—¿Eh?
—¿A qué te refieres con eso, Saik? Siento que quisiste decir otra cosa con esas palabras.
Ah... No entendieron el chiste. Son demasiado puras. Eso es bueno.
—Creo que ese chiste funcionaría mejor si Sumi fuera hombre.
—Ah... Ya entendí. ¡Saik, eres asqueroso!
—Y-yo s-sigo sin e-e-entender.
Sumi todavía es demasiado joven.
—Será mejor que no lo entiendas.
—¿Podrías mostrarlo, Saik?
—No, Yuki. Mi madre me dijo que solo se lo mostrara a la persona que ame. No le mostraré mi cosa a dos pequeñas niñas pequeñas. Hasta creo que es ilegal.
Bueno, es mentira, mi madre no me dijo eso, pero no se lo mostraré a Yuki... ¿Eh?
Yuki se puso roja. ¿Se enojó? ¿Por qué? Es de sentido común negarse a mostrarlo.
—¡M-me refiero a tu aura siniestra, pervertido idiota!
Ah, con razón se enojó.
—Es tu culpa por no especificar.
Mis ojos se volvieron grises y un aura negra comenzó a salir de mi cuerpo.
No es tan grande como el aura de Sumi, pero no me quejo, tenerla de este tamaño me hace ver genial.
—I-increíble... ¡Saik, te ves tan genial! ¡Me encantaría tomarte una foto!
—Sin fotos.
—W-wow. ¡S-Saik, e-e-eres i-i-increíble! ¡P-puedes controlarla! ¡S-Saik, c-c-cásate conmigo!
—...
¿Qué?
—No, gracias.
—¡¿P-por qué?! ¡A-a-ambos s-s-somos iguales!
—¿Y qué?
—M-mi hermana m-me dijo que las p-personas c-casadas se c-casan porque tienen m-mucho en común.
Ah, qué inocente criatura. El matrimonio es más complejo.
—Las personas casadas tal vez tengan cosas en común, pero el amor es más difícil de entender. Tú y yo tenemos una gran diferencia de edad. Si yo no me siento atraído por las chicas de mi edad, mucho menos de una pequeña niña.
—Y-ya veo... ¡¿Y cuando s-sea mayor?!
Ya estaré muerto cuando ese día llegue, así que mentirle no hará daño.
—Considerando que eres igual a mí, tal vez sí, pero mejor enamórate de alguien de tu edad. ¿No estás de acuerdo con eso, Yuki? Tú eres mujer, dale consejos a Sumi.
—Sí, estoy de acuerdo contigo, Saik. Eres mucho mayor que Sumi, lo mejor sería que ella se case con alguien de su edad.
—¡N-n-no es justo! ¡Q-quiero ser tu e-esposa!
—Eres una niña pequeña, no sabes lo que quieres. Mejor sigamos entrenando. Por ahora, entrenaremos el tacto fantasmal.
Me senté en el suelo.
—Por favor, Yuki, siéntate frente a mí.
—Sí.
Yuki se sentó frente a mí y extendí mis manos.
—Dame tus manos.
—S-sí.
Yuki y yo juntamos nuestras manos.
—Presta atención, cuando sientas a Yuki, haz lo siguiente. Piensa en no querer tocar sus manos y...
Las manos de Yuki atravesó mis manos.
—Listo. Ahora mira esto.
Las manos de Yuki dejaron de atravesar mi cuerpo y volvieron a su posición original.
—Es imposible que un cuerpo físico fantasmal esté dentro de un cuerpo físico. Esto también puede servirte para evitar que los fantasmas intenten tomar tu cuerpo.
—¡I-increíble! ¡Q-quiero intentarlo!
—Claro.
Nos tomará mucho tiempo, pero esto dará sus resultados.
Este ejercicio es demasiado sencillo y básico, pero es lo más seguro. Sumi necesita avanzar poco a poco, no quiero ponerla en peligro otra vez. El poder de ver fantasmas de manera natural es demasiado peligroso, la mayoría de los que nacen con este poder mueren. Y los pocos que sobreviven, se vuelven demonios sedientos de poder, o se vuelven solitarios y nunca revelan que pueden ver fantasmas.
Los que se aprovechan de este poder son asesinados por la organización de cazafantasmas.
He conocido muchas personas con el poder de ver fantasmas de manera natural, la mayoría de ellos eran buenas personas, pero...
Ah, mejor no pienso en eso.
•
•
Día lunes, un nuevo día de clases comenzó, y por supuesto, comenzó tan tranquilo como siempre.
Llegué a la escuela, puse atención a las clases y después me fui a mi linda casita, a descansar. Fue un día tranquilo y sin problemas... O al menos eso quería.
La realidad es completamente diferente.
—¡Tú me hiciste eso, estoy seguro!
El vicepresidente me tomó del cuello y me tiene contra la pared. Se me hacía sospechoso que me dijera que nos reunamos en un lugar alejado de todos.
Aquí nadie lo verá si me quiere golpear, aunque eso es más beneficioso para mí. Pero quiero evitar eso, ahora que el comportamiento influye en los puntos de clase, debo evitar meterme en problemas. El vicepresidente podría acusarme aunque no tuviera pruebas.
—¿A qué te refieres con "eso"?
—¡No te hagas el idiota!
—Oh, estás bastante agresivo. Sé que tu humillación pública te afectó bastante, pero yo no tengo nada que ver.
Fue número 31, yo no.
—¿Por qué no nos tranquilizamos? Pelear solo perjudicará a nuestras clases. Personalmente no me importa, pero le prometí a alguien que llegaríamos a la clase A. Bueno, supongo que eso no te importa ya, ¿verdad? Solo te importa vengarte, pero yo no fui el que te hizo eso. ¿Por qué no sospechas del equipo con el que jugaron?
—Estoy seguro de que fuiste tú, lo sé. Si crees que te saldrás con la tuya, estás muy equivocado.
—Ah... Yo no fui. Pero bueno, ¿qué me harás? ¿Golpearme? Haz lo que quieras, pero no me importa.
—No, haré algo mucho mejor.
Movió su cabeza hacia atrás. Ah, ¿es en serio? Dejaré que lo haga, quiero ver lo que hará.
Golpeó su cara contra la pared. Ouch. Se rompió la nariz.
—¿Te volviste loco?
Se arrodilló en el suelo, mientras se desangra. Se ve asqueroso.
—Te expulsaré.
Mmm... Esto es patético.
Sus amigos, los que se estaban escondiendo detrás de la pared, se acercaron a nosotros.
—La tomamos.
—Fufu. Despídete de tus compañeros de clases, idiota.
Ya veo, me culparán por esto. Evidencia falsa. Podría funcionar, pero decidí no usar eso, tiene demasiadas desventajas, como esta.
—¿Me vas a acusar de algo que no hice? Eso es bastante cobarde de tu parte.
—No me importa. Adiós. Disfruta del resto de tu último día de clases.
—Pero tú te golpeaste solo. Yo no te golpeé. ¿En serio no te da vergüenza ser un mentiroso?
—Lo único que me importa son los resultados.
—Pero te golpeaste solo, yo no te golpeé.
—¡No me importa! ¿A quién le van a creer? ¿A ti o a mí? Yo tengo evidencia.
Vaya, vaya. Confía demasiado en lo que hizo, ¿eh? Confiarse demasiado fue su error.
—Ya veo. Bueno, adiós. Iré a disfrutar de mi último día de clases. Adiós, chico excremento.
Me alejé caminando. Ah, este día se volvió más divertido.
•
•
Entré a mi salón de clases y dejé mis cosas sobre mi mesa. El vicepresidente hizo una jugada arriesgada, pero fracasará. No debo preocuparme tanto por él, solo debo preocuparme por la chica a mi lado.
—¿No me dirás buenos días?
—Si te hablo, te daré la oportunidad de que me pidas ayuda.
—Fufu. Ya lo hiciste.
—Ah... Tienes razón.
Quería evitar esto. Ella me miró fijamente cuando entré al salón de clases, sabía que algo tramaba.
—¿Y qué es lo que quieres?
—Naok, Bell y Evelyn son más idiotas de lo que pensé.
—¡Oye, estoy frente a ti! ¡No digas cosas tan hirientes!
—Son unos inútiles, necesito tu ayuda para que mejoren.
Ram siguió hablando, ignorando las quejas de Bell.
—No sé enseñar.
—Le hice un pequeño examen a Sylphie y sus resultados fueron muy buenos, mejores de lo que imaginé. Sabes enseñar, eso explica el gran avance de Sylphie.
—Ah... Me da flojera, no quiero.
—Hazlo, te lo pido como la vicepresidenta de la clase.
Vaya, vaya. Una vicepresidenta corrupta, ¿eh? Me siento sobreexplotado.
—Solo una hora al día, es lo máximo que puedo ofrecerles.
—Solo esa hora es suficiente.
Prefería ahorrarme este tipo de problemas, pero mientras solo sea una hora, lo soportaré.
•
•
La profesora entró a la clase y repartió exámenes. Exámenes que nos preparan para los verdaderos exámenes.
Estos no tienen ningún valor, pero nos darán puntos positivos si los contestamos bien.
¿Eso es bueno o malo? Considerando que Yuki está con su nueva amiga, es bastante malo.
Tantos números y ecuaciones me marea. Es hora de usarlo.
—Número 2, inteligencia.
—Fufu. Hola, cariño. Hace mucho que no me usas.- Dijo número 2, dentro de mi mente.
Solamente la usaré en los problemas que no entienda.
Comencé a resolver el examen.
•
•
Después de 50 minutos, entregué mi examen. Ese último problema era demasiado complejo para un estudiante de preparatoria, está al nivel universitario. ¿Por qué pusieron un problema así de complejo en este examen? No lo sé, y tampoco me importa. Mientras obtenga mi 100, estaré satisfecho.
100 preguntas... Wow... Esta escuela no bromea con mantener la calidad de sus estudiantes.
—¿Ya terminaste?
El poco sentido común que tengo me dice que no debo decir un chiste en este momento. Le iba a decir que no he terminado, que lo estoy entregando porque me dio flojera terminarlo.
Mejor no digo nada.
—Sí.
Ella tomó mi examen y revisó casi inmediatamente el último problema. Bueno, es el más complejo, supongo que tiene curiosidad sobre si lo respondí bien.
—Está... correcto.
—Gracias. ¿Puedo sentarme?
—Sí... Ve a tu asiento.
—Ah, sí, por cierto.
Me acerqué más a ella y le susurré algo.
—Ah... Sí, entiendo. Está bien.
—Gracias.
Regresé a mi cómodo asiento y me preparé para dormir. Merezco un buen descanso, por supuesto que sí.
•
•
—S-Saik, oye, Saik, despierta.
Ah, estaba soñando con hamburguesas. Tengo hambre. Llegando a casa me haré una... No, dos hamburguesas de doble carne, bien grasosas y deliciosas. Se me hace agua la boca con tan solo imaginar su sabor.
Abrí los ojos y vi a Sylphie, mirándome preocupada. ¿Habrá reprobado? El examen estuvo difícil, lo admito, pero mínimo debió responder 60 preguntas bien.
—¿Qué pasa? ¿Crees que vas a reprobar? No te preocupes, has mejorado, Sylphie.
—N-no, mira.
Ah, la presidenta del consejo estudiantil y el vicepresidente.
—Hola, presidenta. Hola, chico excremento.
Mis compañeros de clases se rieron con eso último, enfureciendo al vicepresidente.
—Al salón del consejo estudiantil, ahora.
—Mmm...
Revisé la hora... Oye, oye, oye, es la hora del almuerzo.
—Después del almuerzo iré, tengo hambre.
—Ahora mismo, Saik.
Ah, la presidenta me está sonriendo... Bueno, esto será interesante.
—Sí, ya voy.
Me levanté de mi asiento.
—Sylphie, si desaparezco, culpa primero a Ram y después a la presidenta.
—¡O-oye, ¿por qué yo?!
—Te tengo más miedo a ti.
Salí del salón de clases junto con ellos. Ah, esto fue rápido. El vicepresidente sonríe confiado, pero la presidenta sonríe como si ya supiera el resultado que esto tendrá.
Conociéndola, ya sabe lo que hice. Esta chica me sorprende cada día más. Si ella tuviera una personalidad fuerte, me enamoraría de ella.
... Oh... ¿Me gusta que me traten mal? Espero que no sea un fetiche. La presidenta es una mujer que no traicionaría a un aliado ni se deja intimidar, pero no me gusta ni me siento atraído hacia ella... Sí, creo que me gustan las chicas agresivas como Naima.
Tengo gustos raros, igual que yo.
Llegamos al salón del consejo estudiantil y un profesor estaba dentro. El profesor encargado de la clase A de tercer año.
Me miró y sentí cierta furia en él, pero la oculta con una supuesta sonrisa amigable.
—Toma asiento.
Me senté y la presidenta se sentó en su asiento.
—Supongo que ya sabes por qué estás aquí.
Sacó su teléfono y me mostró una fotografía, la fotografía que me tomaron con el vicepresidente.
—¿Tú golpeaste a Akito?
—No, no fui.
—¡Las pruebas son claras, no puedes negarlo!
Oh, se enfadó el vicepresidente.
—Lo siento, pero tendré que reportar esto. El acoso escolar está prohibido, y sospechamos que fuiste tú el que le puso un laxante a la bebida o comida de Akito.
Incluso el profesor está de su lado. Vaya, vaya.
—Ya veo. Estoy acorralado. ¿Estoy en riesgo de expulsión?
—Sí.- Dijo el profesor con firmeza.
—Ya veo... Presidenta, usted parece una mujer inteligente. ¿Qué haría usted si una persona que te odia, te dice que se reúnan detrás de unos salones?
La presidenta me sonrió.
—No iría, pero si creo que tiene planeado algo, grabaría con mi teléfono lo que pase.
—Exacto. Me gustaría acusar al vicepresidente por presentar pruebas falsas y arregladas.
—¡¿Eh?!
Ignorando la sorpresa del vicepresidente, saqué mi teléfono y le mostré el audio que grabé a la presidenta.
—Y me gustaría tener un testigo conmigo. Uno neutral. Debería estar aquí pronto.
La puerta se abrió.
—Ya llegó.
Mi testigo entró al salón del consejo estudiantil, mi profesora.
—No es muy neutral que digamos, pero así me aseguro de que el profesor de la clase A no intente mentir, y dudo que la presidenta sea corrupta, ¿verdad?
—Fufu. Escuchemos la prueba.
•
•
—¿Me vas a acusar de algo que no hice? Eso es bastante cobarde de tu parte.
—No me importa. Adiós. Disfruta del resto de tu último día de clases.
—Pero tú te golpeaste solo. Yo no te golpeé. ¿En serio no te da vergüenza ser un mentiroso?
—Lo único que me importa son los resultados.
—Pero te golpeaste solo, yo no te golpeé.
—¡No me importa! ¿A quién le van a creer? ¿A ti o a mí? Yo tengo evidencia.
Todos escucharon claramente la prueba, el vicepresidente no podía negar lo que hizo.
Guardé mi teléfono.
—Bien, supongo que eso será suficiente.
No lo expulsarán por esto, pero al menos recibirá un castigo.
—Akito, ese comportamiento es inaceptable para un miembro del consejo estudiantil. En este momento, dejas de serlo.
—¡N-no, espere, por favor!
—¿Me puedo ir? Quiero ir a comer.
—Akito recibirá su castigo correspondiente. Puedes retirarte.
—Gracias.
Antes de salir del salón del consejo estudiantil, miré al profesor de la clase A a los ojos.
—Profesor, no se acostumbre mucho a estar en la clase A.
—¿Qué dices?
Salí del salón y suspiré. Todo salió justo como lo planeé. El vicepresidente es más fácil de manipular de lo que pensé. Creo que será divertido jugar un poco más con él.
Por ahora, solo me concentraré en disfrutar de una deliciosa comida.
Entré a mi salón de clases y tomé mis almuerzos. Sylphie no está, probablemente se fue a comprar su comida.
Aprovecharé y me iré a comer solo. Una deliciosa comida solitario es más deliciosa.