"...."
Pero Origami no le respondió, estaba enojada por ser interrumpida, tanto que si no fuera por el miasma maligno de cierta persona que se filtraba, Origami sería la primera en atacar a este idiota...
"Como...como... ¿como te atreves?"
Así es, la persona que hacía que incluso Origami dejará de actuar no pudo soportarlo más...
"¡¡¡Como se atreve un sucio hombre a interrumpir mi dulce cita!!!"
Nadie se había atrevido a interrumpir a Miku cuando está de cacería, en especial cuando había una candidata a unirse al palacio de cristal...
Miku ya lo había pensado, capturaria a esta belleza Santa, la ataría a la cama y luego usaría sus armas de mujer para convencer a su Darling de probar el sabor prohibido de la Santa, servida en bandeja de plata, Miku estaba segura que Yuki no rechazaría tal regalo, así cuando ambos estén en plena acción, ella se uniría como algo natural.
Un dulce trío, un manjar donde todos ganan.
Ella probaría lo mejor de los dos mundos....
Y ni hablar de la resonancia que según Nía combinado con el sexo es como tocar el paraíso con los dedos.
Miku tenía tantas ganas de intentarlo....
¡Pero ahora el buen humor se acabó, todo por este hombre sucio!
Imperdonable....
Aparte de Yuki, no debería haber otro hombre que osara contradecirla.
"¡¡¡Gabriel!!!"
Llamando a su ángel, un gigantesco órgano musical apareció en el cielo, tal maravilla dejo en shock a los Servants.
En especial a Jeanne, las campanas de advertencia que escuchaba antes, se volvieron locas.
Algo muy malo estaba por suceder...
"¡Sucio homorectus! ¡Quién te permitió mostrar tú asquerosa cara delante de mi! ¡Muere! ¡Morirás como la sucia cucaracha que eres!"
Elevándose a las alturas, un teclado circular apareció frente a Miku y entonces, la pesadilla comenzó....
"¡¡Corran!!"
Como Ruler, Jeanne sabía un poco sobre lo peligrosa que es Miku, por lo que cuando Miku llamo su Noble Phantasm, agito su bandera y retrocedió sin dudarlo.
Pero fue demasiado tarde.
¿Cual fue uno de los tabúes de Miku?
Esto era muy fácil, que un hombre no interrumpa su caza.
A pesar de ser considerada bisexual, Miku aún considera a la chicas mejores opciones, de hecho solo a tolera a Yuki como hombre, aún siente asco con otros hombres, aunque esconde muy bien sus pensamientos.
Pero con Iskandar interrumpiendo su sagrada caza, Miku no pudo soportarlo.
"¡Toca! ¡Toca!....¡¡¡Gabriel!!!"
Tocando el teclado a su alrededor, Miku quedó inmersa en la música y la ira, tal escena quedó grabada en todos los presentes...
Las ondas sonoras viajaron tan rápido que no pudieron escapar...
Tal era la ira de Miku que inconscientemente tocó una de las melodías grabadas en Gabriel...
'Melodia de Guerra'
*BROMMMMMMMMM
La reacción fue enorme, en el mundo espiritual la corona que protege el mundo se iluminó por esto, incluso el Rey demonio en el Castillo del Cielo se estremeció, su instinto lo incitó a tomar su espada, pero las cadenas que lo ataban eran más fuertes...
Como portadora de la Fé, Miku era la llave que desataba a la Bestia.
Por lo tanto los presentes quedaron en trance por unos segundos, antes de que Jeanne se horrorizara y apretará su bandera con fuerza ...
La melodía de Miku era como un veneno que se esparciera en su cuerpo, pero este veneno a diferencia de otros lo cual causaba agonia, este era dulce como la miel, adictivo al punto de no dejar de escucharla, si no fuera por su alta resistencia Mágica, Jeanne estaba segura que muy pronto caería en las garras de Miku.
"Rider idiota, ¿¡que hiciste?!"
Waver se tapo los oídos y regaño a su Servant, a diferencia de la melodía que escucho Jeanne para Waver, está melodía era chillante y bastante opresivo.
(Me equivoqué...)
Y por supuesto Rider pensó lo mismo, su sonrisa había desaparecido, había visto a Jeanne y Miku antes, pero como su poder mágico era promedio, los dejo pasar.
Que grave error...
De la melodía de Miku escucho algo más que hizo hervir su sangre y temblar su cuerpo...
Este era un cuerno de guerra....
La guerra se aproxima, la victoria y la gloria, este era el significado de esta canción.
No había nada más terrorífico para un Rey que enfrentarse al ejército enemigo con una moral alta...
La canción de Miku era esto, eran los gritos de guerra de miles de soldados, un ejército sin miedo a la muerte y peleaba por su señor.
Y de esa melodía, un extraño espejismo apareció frente a Iskandar, como un fragmento de memoria....
Eran soldados armados hasta los dientes, estos soldados no eran humanos, median más de dos metros y muchos de ellos tenían cuerpos robustos con cuernos en la cabeza.
Así mismo un extrañó miasma rojo se desprendía de sus cuerpos y frente a este ejercito aterrador, estaba una mujer en armadura, al igual que el resto de los soldados, los cuernos en su cabeza y la extraña corona en su cabeza desprendían miasma maligno, está mujer alzó su espada y apuntó en su dirección...
"¡¡VAYAN Y DESTRUYAN!! ¡¡GANEN SU ARMADURA!! ¡¡PRUEBEN QUE SON DIGNOS DE PELEAR JUNTO A SU EMPERADOR!! ¡¡MUERAN POR SU SEÑOR, ESTE ES SU HONOR!! "
**¡¡¡ROOOOAAAARRRRRRRRRRRRR!!!
Este rugido bestial hizo temblar al mismo Iskandar, no eran humanos, no era igual a otro ejército que había enfrentado antes, esto era algo más, este ejercito tenía una confianza inquebrantable en su corazón, un símbolo imbatible, un Emperador invencible...
Pero esto era de esperar, este ejercito era el más temido y más poderoso del Mundo Zero.
La Guardia Imperial Demoníaca, el ejército del Héroe del Vacio....
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"Es igual al juego...."
Murmurando en su corazón, Yuki se recostó perezosamente en su trono, estaba un poco sorprendido por estos soldados en el espejismo, los había visto antes cuando jugaba ese juego de mierda, pero verlos a través de la computadora y mirarlos en la realidad son dos cosas distintas.
No había dudas de que el nivel de amenaza de esos demonios estaban por encima del nivel planetario, algunos como la Emperatriz ya estaban en el nivel Estelar.
La madre de todos en el Mundo Zero no tuvo otra alternativa, rompió los límites y permitió que sus hijos tengan una fuerza tan poderosa sin ser un mundo de alto nivel.
Corría el riesgo de ser asesinada por sus propios hijos, pero como no había alternativas, tuvo que hacerlo y como mundo nivel 5 en ese momento, aún tenía algunos trucos bajo la manga.
Pero esto es cosa del pasado, ahora que la Melodía de la Guerra fue tocada, Yuki espero el próximo movimiento de Miku, después de todo estás melodías seguían siendo solo representaciónes, sin uso real.
No había ejército al cual apoyar y tampoco habia multitudes para ser una Portadora de la Fé.
A menos que se invierta, Miku no era una amenaza para Yuki, por lo que disfruto de la actuación de sus chicas...
Lo que Yuki no sabía es que si Miku estuviera en el Mundo Zero, su presencia haría temblar el Inframundo y a la misma iglesia.
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"¿Término?"
Sin la melodía chillante y opresiva, Waver bajo los brazos y abrió los ojos en duda.
La onda sonora tenía un poder mágico increíble, Waver incluso pensó que su cabeza iba a explotar por esto, pero no pasó nada, esto lo confundió ya que no esperaba que tal ataque sonoro terminará así de facil.
"Si termino, pero no es bueno, chico..."
A diferencia de Waver, Iskandar tenía un muy mal presentimiento, el gigante Órgano musical aún estaba en el cielo y Miku aún tenía sus manos pegadas al teclado, tenía bajo la cabeza, su flequillo cubrió sus ojos y su rostro quedó cubierto por la sombra.
"Heh~ golpeenlo chicos"
De repente una sonrisa siniestra se formó en el rostro de Miku y está última levantó la cabeza.
"Como usted ordene, mi señora"
*BOM
El primero en actuar fue Siegfred, piso con fuerza y brinco...
"¡Grrrrr! "
Y no fue el único, ya que Frankenstein gruño y también salto en un intento de bajar a Iskandar...
Pero fue inútil, Iskandar estaba muy lejos para ella, pero no fue lo mismo para Siegfred, como un gran héroe, su fuerza no era broma, lo mismo con su resistencia...
"¡Sujetate, chico!"
"¿¡Que?!"
Iskandar actuó de inmediato y evito el ataque de Siegfred, sin embargo fue en ese momento que flechas llovieron sobre Iskandar, lo que lo obliga a que los truenos a su alrededor aparecieran una vez más en un intento de repelar las flechas, sin embargo aún así las flechas de Quirón seguían viniendo.
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