Yan Jinyi y Huo Xishen mantuvieron la mirada fija el uno en el otro por un largo tiempo.
Sintiendo que estaba de más, Tan Sangsang tomó la iniciativa de romper la tensión incómoda en ese momento. —Señor Huo, por favor tome asiento. ¿Qué le gustaría tomar? Hoy la cena corre por mi cuenta.
Solo entonces Huo Xishen se sentó junto a Yan Jinyi. Mirando el tazón enfrente de Yan Jinyi, él dijo, —Comeré lo mismo que mi esposa.
—Uh...
La sonrisa de Tan Sangsang se tensó y vio a Huo Xishen tomando un par de palillos especialmente con gracia antes de limpiarlos meticulosamente con un pedazo de papel.
—Oye, deja de comer la carne, toda es para mí —Yan Jinyi le interrumpió apresuradamente cuando vio que él estaba a punto de alcanzar su tazón con los palillos.
Huo Xishen tomó una rebanada de patata y la colocó dentro de su boca, tras lo cual frunció el ceño y sus orejas se enrojecieron inmediatamente.