Li Bei Er sentía como si estaba a punto de perder la cabeza. ¿Tenía que suplicarle a esta irritante mujer?
Rogarle a Li Lei estaba bien, después de todo, él tenía el estatus de Joven Maestro Li. Sin embargo, rogarle a esta irritante mujer era otra cosa. ¿Quién era ella? ¡No hacía mucho que se había topado con ella y la había visto vestida con la ropa de la estación pasada que estaba en descuento! ¿Cómo podía ella merecer sus disculpas? ¡Ella no podía aceptar esta situación!
La cara de Li Bei Er estaba transformada por la rabia, miraba a Xia Ling con mucho odio.
Xia Ling continuó bebiendo su té, sus dedos blancos sostenían la taza, mientras admiraba los pétalos de rosas que flotaban, como bailando, en su taza. Ni siquiera miró Li Bei Er. Ella no era quién había sido humillada, por lo tanto, podía tomarse su tiempo.
La situación llegó a un punto muerto.