Xia Ling le dio un beso en la comisura de sus labios.
—Creo que debe haber sido muy bonita, por eso tú eres tan apuesto.
Li Lei bajó la cabeza para besarla. —Sí la chica más hermosa en Italia en su época.
Repentinamente, ella se sintió insegura. —No soy tan bonita.
Él le dio un leve golpe en la nariz.
—Mi pequeño monstruo, yo solo quiero casarme contigo, por lo que tienes que hacerme caso y ser buena, ¿sí?
Él no quería que Xiao Ling se volviera más bonita, sus admiradores ahora ya era viciosos, si se volvía más bonita, ¿qué ocurriría?
—¡Implicas que soy fea! —protestó Xia Ling, molesta, y levantó un brazo para empujarlo.
—Nunca dije que fuera algo malo —dijo Li Lei riendo, dejando que la fuerza de su brazo lo empuje ya que no dolía de todas maneras.
Xia Ling lo empujó varias veces. Él era relativamente flaco, pero sus músculos eran duros como el acero. Irónicamente la persona que se cansó fue ella.