—¿Recuerdas a Li Er? —Feng Kun no respondió su pregunta, sino que comenzó otro tema.
—¿Li Er? —Xia Ling frunció el ceño y pensó por un momento, antes de mirarlo con una expresión confusa.
Feng Kun negó con la cabeza y suspiró. Riéndose, le dijo: —Tú... siempre estabas perdida en tu propio mundo y rara vez recordabas los nombres de las personas que te rodeaban. Permíteme darte una pista... Hace ocho años en la cena anual de celebración del Festival de Música Nebulosa.
Xia Ling pareció recordar algo después de escucharlo.
—¡Oh, ella! —una cara sorprendentemente bonita le vino a la mente. A pesar de que habían bellezas en abundancia en el círculo de entretenimiento, su rostro angelical era algo que dejaba una impresión duradera. Ese año, los críticos dijeron que Li Er era la única persona que podía rivalizar con Xia Ling en términos de apariencia.
Y hubo quienes decían aún más.