Xiao Ling no sabía por qué estaba triste.
Se dijo a sí misma que no valía la pena reaccionar a lo que decía un grupo de niños y Su Tang sobre un hombre como Li Lei. Cerró sus labios y caminó hacia el hangar un paso a la vez, no le puso atención a lo que pasaba a su alrededor.
Los niños se reían mientras la rodeaban: —¡Rápido vete! No mereces al Tío Lei.
Al escuchar lo que los niños decían, una leve sonrisa apareció en los labios de Su Tang, mientras caminaba al lado de Xiao Ling. Ciertamente, ¿cómo podía la joven frente a ella ser merecedora de Li Lei? Lo correcto era que se marchara rápidamente.
Sin embargo, su sonrisa se congeló muy pronto.
La suave briza voló el largo cabello de Xiao Ling, revelando las rojas marcas en la parte de atrás de su cuello, indicando que algo había pasado recientemente. Su Tang fue impactada por una duda. ¡¿Resulta que ya... ellos habían dormido juntos?!