La niña sonaba triunfante, un cambio radical a su lloriqueo previo.
Pudo escuchar la voz de un niño diciendo: —La Hermana Xiaoxing es la mejor, incluso pudo capturar a la novia del Tío Lei.
—Ump. ¿La novia del Tío Lei? —Xiaoxing era fría y arrogante—. No comprendo por qué el Tío Lei se uniría a alguien como ella. Él es tan inteligente, pero su novia cayó en la trampa de unos niños.
Dos niños repitieron: —Exactamente. La Hermana Su Tan es mejor que esta estúpida mujer.
Continuaron hablando, pero Xia Ling ya no los podía escuchar.
En la oscuridad del hueco, su corazón comenzó a latir rápidamente, éste se sentía como un vacío infinito. Abrió sus ojos lo que más pudo, pero no pudo ver ni un rayo de luz. Los recuerdos del pasado cuando fue encerrada en el oscuro sótano por Pei Ziheng volvieron; la humedad, la oscuridad, el horror, y los feroces ladridos.
—¡Ah! —no pudo evitar gritar aterrada.