Xia Ling entró al salón de recepción y miró sus alrededores.
El amplio salón estaba muy bien iluminado, una orquesta de violines, sobre una plataforma de mármol negro, brindaba una actuación en vivo. Las melodías resonaban en el salón, mientras los mesoneros, formalmente vestidos con camisas blancas y pajaritas, servían vino a las damas y caballeros. Los caballeros llevaban esmoquin mientras que las damas llegaban con sus preciosos trajes de noche, todas emanando delicadas fragancias.
Hablaban delicada y civilizadamente, representando la clásica escena de la alta sociedad.