Había una pregunta que siempre había querido hacer durante mucho tiempo. Sin embargo, nunca tuvo el momento adecuado para hacer esa pregunta.
Y la razón principal era que ella y Xiao Tian habían terminado en ese momento. Por eso sentía como si las palabras se le atoraran en la garganta cada vez que quería hacer esa pregunta.
Pero ahora decidió hacer esa pregunta porque, en su opinión, era el momento adecuado.
—¿Es Qing Feng tu otra identidad? —Lin Xing Xue tardó tres segundos antes de hacer esta pregunta.
—Sí. —Xiao Tian dio una respuesta honesta—. Qing Feng es una de mis identidades secretas.
Como Lin Xing Xue ahora era una de sus mujeres, decidió decir la verdad. Todas sus mujeres ya lo sabían, así que sería injusto si le mintiera.
—Gracias a Dios. —Lin Xing Xue se sintió aliviada cuando se enteró de que Qing Feng era Xiao Tian.