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90.25% Re: zero arco 3, 4, 5. / Chapter 454: Revelaciones. Parte 3

章節 454: Revelaciones. Parte 3

Debido a que las razones de Otto para hacer esto eran todavía un nudo dentro del pecho de Subaru.

_Otto: Sé honesto, Natsuki-san, ¿qué piensas del Margrave Mathers?

_Subaru: ¿De Roswaal?

Mientras Subaru se sumía en el silencio, Otto planteó esta pregunta. Por algún motivo, sonaba relevante para el tema en cuestión y a la vez, era algo irrelevante. Por un momento, Subaru meditó la pregunta.

_Subaru: Bueno… Creo que definitivamente no podemos bajar la guardia con ese tipo. No después de todo lo que pasó hace un año. Aunque, ahora que sus metas son más claras, y asumiendo que no han cambiado, no lo veo como una amenaza inmediata. De hecho, ahora que nos entendemos mutuamente, me siento como un cómplice.

_Otto: Yo no confío en el Margrave Mathers en absoluto.

Otto dijo eso, señalando lo ingenuo que era el pensamiento de Subaru. Al oír esto, Subaru abrió los ojos ante la brusquedad de esa declaración.

_Otto: Mencionaste lo que pasó hace un año. Sí, es verdad. Pero él ha estado conspirando desde antes de lo sucedido en el Santuario. Emilia-sama y tú parecen ser terriblemente indulgentes con eso.

_Subaru: …No es que lo hayamos perdonado. Todo lo que ese sujeto hace me da ganas de gritar "Qué demonios―", y aún sigo enojadísimo. Sin embargo, la realidad es que necesitamos la ayuda de ese bastardo. Así que no hay mucho que podamos hacer. Emilia piensa lo mismo.

_Otto: Eso es ser indulgente… Aunque no estoy diciendo que sea algo malo.

Otto lanzó una impaciente mirada a Subaru, transmitiendo su urgencia. En otras palabras, Otto le estaba diciendo que no era lo suficientemente cauteloso. En efecto, Subaru sabía que era algo de lo que tenía que estar al pendiente; sin embargo,

_Otto: Está bien. La manera en que ustedes dos lo manejan está bien. No hay que cambiarlo. Ya que yo me encargaré de las medidas necesarias.

_Subaru: ¿Medidas?

_Otto: Como el Ministro de Asuntos Internos, he tenido bastantes oportunidades de interactuar con el Margrave Mathers. Por lo que he podido observar durante el último año, no he advertido ningún signo de confabulación o comportamientos extraños. Aunque eso no signifique que no haya establecido sus planes antes. Podría haber puesto fácilmente alguna clase de activación retardada.

_Subaru: …

Subaru cerró la boca. Había entendido las precauciones y el recelo de Otto. Tenía muchas razones para desconfiar de Roswaal. Sólo eran las consecuencias naturales de las acciones de ese hombre, sean buenas o malas. Aunque, en este caso, la mayoría eran malas.

_Otto: Si él sigue cada palabra del Libro de la Sabiduría y cree que predice el futuro, entonces un vistazo al libro nos dejará saber todo lo que está planeando. De esa manera, podemos tomar las medidas necesarias para evitar cualquier traición en el futuro.

_Subaru: Estás diciendo que quieres restaurar ese libro… ¿porque no confías en Roswaal?

_Otto: …Todo lo contrario. Es precisamente porque no quiero desconfiar de mis aliados que debo asegurarme. Por lo menos, quiero garantizar que ningún infortunio vaya a suceder. Así que conservé el Libro de la Sabiduría con la esperanza de restaurarlo... Me disculpo por no haberlo consultado contigo antes.

Otto inclinó su cabeza en señal de disculpa.

Sin embargo, frente a él, Subaru sentía que no tenía derecho a decirle nada, así que se mantuvo callado.

Las inquietudes de Otto y las acciones que tomó para resolverlas――Eran cosas que Subaru y Emilia debieron notar. En realidad, los problemas que se tomó para hacer esto fueron totalmente por el bien de Subaru y Emilia.

Ahora que se dio cuenta de cómo Otto había estado ayudándolo silenciosamente, Subaru se sintió simultáneamente avergonzado, arrepentido e incrédulo de no haberse dado cuenta de esto.

¿Por qué Otto haría esto? ¿Porque somos amigos?

_Otto: De todos modos, no te diré el por qué. Es bastante aburrido.

Como si hubiera leído la mente de Subaru, Otto contestó.

Al haber sido derrotado por el sonriente Otto, Subaru dio un gran suspiro.

_Subaru: ¿Sabes? De alguna manera, parece que todos los que me rodean siempre están intentando ayudarme, incluido tú.

_Otto: Puede ser. ¿Pero no era precisamente eso lo que pedías en tu transmisión anterior, Natsuki-san? Y, en todo caso, también pienso que así está bien.

Otto se rascó la cabeza, mientras que Subaru chasqueó la lengua y bajó los hombros, un poco avergonzado por sus contemplaciones.

_Subaru: Entiendo. Estoy a favor sobre el libro. Aunque el problema es que esos imbéciles siguen buscándolo. Entonces, ¿qué haremos exactamente?

_Otto: Independientemente de si ha sido restaurado con éxito o no, creo que es mejor que lo recuperemos. Hay una gran probabilidad de que el Maestro Dartz salga lastimado, y preferiría evitarlo.

_Subaru: Pero vamos a atacar simultáneamente las cuatro Torres de Control. No tenemos fuerzas de sobra para eso.

_Otto: Aunque no sea un combatiente, puedo arreglármelas perfectamente si viajo a través de los canales. Puede que no lo parezca, pero para que lo sepas, cautivar animales, como dragones de agua, es uno de mis puntos fuertes principales.

Poniendo su mano al lado de su boca, Otto debía estar alardeando de su Protección Divina de Lenguaje del Alma. En efecto, cuando se trataba de huir, la Protección Divina de Otto sería muy útil. Además, las principales fuerzas del enemigo estaban concentradas en las Torres de Control. Asumiendo que no trajeron ningún lacayo extra del Culto de la Bruja, Otto no debería estar en mucho peligro.

_Otto: Más que preocuparte por mí, deberías concentrarte sobre los equipos de asalto. Tienes que salvar a Emilia-sama, después de todo. Es una gran responsabilidad.

_Subaru: Entendido. Yo mismo tomaré la cabeza de ese imbécil avaricioso.

Ese monstruo de pelo blanco que se llevó a Emilia cruzó por su mente. Eso, y el hecho de que era un Arzobispo del Pecado, significaba que era un enemigo que debía ser derrotado.

_Otto: ¿Regresamos? Ya deberían de estar terminando la explicación.

Al ver que Subaru estaba revigorizado, Otto giró la cabeza hacia la sala de conferencias. Pero, al mismo tiempo que Subaru asintió y estaba a punto de ingresar con él,

_??????: Subaru-dono.

Se detuvo al oír que lo llamaban desde la escalera. No había duda de a quién pertenecía esa voz. La persona que estaba arriba, mirándolo con sus severas pupilas azules――era Wilhelm.

_Subaru: Otto, adelántate.

_Otto: Bien. Continuaremos esto después.

Otto regresó a la sala de conferencias mientras Subaru subía las escaleras para encontrarse con Wilhelm, quien lo esperaba en el nivel superior.

Tan pronto como estuvieron a la misma altura, Wilhelm le hizo una leve reverencia con la cabeza.

_Wilhelm: Perdón por no unirme a la reunión. Me disculpo por el inconveniente.

_Subaru: Dada la situación actual, nadie te culparía, Wilhelm-san. Por cierto… ¿cómo está Crusch-san?

Le dijeron que no estaba bien. O más bien que no sólo no estaba bien, sino que estaba en un estado terrible. Como mujer, probablemente tampoco querría que nadie más la viera así. Pensando en el lamentable estado de su pierna, podía imaginar el daño que Crusch debió sufrir. Y sólo ese pensamiento le hizo arrepentirse de haberlo imaginado.

Ante la pregunta de Subaru, Wilhelm bajó la mirada ligeramente.

_Wilhelm: Crusch-sama pidió hablar con usted, Subaru-dono. ¿Le importaría acompañarme?

_Subaru: ¿Crusch-san lo pidió? Sí, por supuesto que iré, pero… ¿es apropiado?

_Wilhelm: Es lo que ella desea. Aunque a Ferris no le hará ninguna gracia.

_Subaru: …Supongo que no.

Ferris probablemente tendría algunas amargas palabras para decirle a Subaru. Después de todo, los únicos que se enfrentaron a Capella en el último piso del Ayuntamiento fueron Subaru y Crusch, sólo Subaru pudo haberla protegido.

_Wilhelm: Si Ferris dice algo irrespetuoso, no lo tome en cuenta, por favor. Y si es posible, perdónelo. En el fondo, él lo comprende. Es sólo que está enfrentándose a sentimientos que no puede procesar.

_Subaru: Ver a la persona más importante para él sufrir… Puedo entender por qué quiere maldecir a todos a su alrededor, aunque sea sólo para distraerse de su preocupación.

Si desahogar su rabia puede aliviar algo de su dolor, ¿quién podría culparlo? Y así, Subaru estaba preparado para asumir algunos de sus insultos también.

_Wilhelm: Por aquí.

Sin comentar la respuesta de Subaru, Wilhelm lo condujo hacia el lugar donde Crusch estaba esperando. Tic, tac, el ritmo regular de sus pasos resonó por el pasillo. Y en el camino,

_Wilhelm: Hay algo más que necesito decirle, Subaru-dono.

_Subaru: ¿De qué se trata? ¿Es algo que no tiene nada que ver con Crusch-san?

_Wilhelm: Es sobre los dos espadachines que acompañan a los Arzobispos del Pecado.

Sin darse cuenta, contuvo el aliento.

Debería haber sido tan obvio, ¿cómo dejó pasar eso? La herida de Mimi, que no se puede cerrar, infligida por la «Protección Divina del Dios de la Muerte». Las verdaderas identidades de esos extraordinarios espadachines deberían――

_Wilhelm: Uno de ellos es Kurgan de los "Ocho Brazos". Un formidable espadachín quien fue general del Imperio Vollachia, un hombre que debería haber muerto hace más de una década.

_Subaru: ¿Un hombre que… debería haber muerto? Mmm, Wilhelm-san―

_Wilhelm: ―Y el otro…

Wilhelm interrumpió a Subaru justo antes de que pudiera hacer su pregunta. Detuvo sus pasos y Subaru también lo hizo. Entonces, Wilhelm le dio la espalda a Subaru y se hundió en un silencio momentáneo. Subaru dio un paso adelante para mirar el perfil de Wilhelm――pero inmediatamente se arrepintió. No debería haberlo visto.

_Wilhelm: ――El otro, es el Santo de la Espada de la generación anterior, Thearesia Van Astrea. Mi esposa… quien se suponía que había muerto luchando contra la Ballena Blanca hace quince años.

_Subaru: …

El hecho de que haya podido mantener su voz tan firme debía ser un ejemplo de la fuerza de su voluntad. Pero cuando Subaru vio la desgarradora agonía que retorció la expresión de Wilhelm, toda esa impresión se desvaneció.

Mordiéndose los labios, con la rabia y la pena entrelazadas en sus ojos, una pasión enloquecida contorsionó su arrugado rostro hasta volverlo irreconocible――bastó un solo vistazo a esa expresión para percibir con claridad todas sus emociones.

_Subaru: ¿Tu esposa… y el general del Imperio? A menos que… ¿sigan vivos...?

_Wilhelm: Si eso fuera… no, es imposible. Aunque sea mi esposa o Kurgan, ambos están muertos. Eso no se puede revertir. Los muertos no pueden revivir, pero pueden ser profanados.

_Subaru: Si están muertos, entonces... ¿es algo como la nigromancia?

La nigromancia ―la magia que manipula a los muertos― es bastante común en los universos ficticios. Obviamente, en lo que respecta a la ficción, la magia que puede devolver a los muertos a la vida también es bastante común. Aunque, nada tan conveniente existe en este mundo. Eso era algo que Subaru había llegado a comprender dolorosamente en los años y meses que había pasado aquí.

_Wilhelm: Los maleficios que manipulan la muerte están prohibidos. No obstante, hubo una vez un ser que realmente los usó. En la guerra demihumana ―la guerra civil en Lugnica entre humanos y demihumanos de hace algunas décadas― ella fue uno de los tres enemigos del Reino, asociada con los demihumanos.

_Subaru: ¿Los tres enemigos del Reino…?

_Wilhelm: El héroe demihumano, Libre Fermi. El gran estratega, Valga Cromwell. Y…

Después de detenerse un momento,

_Wilhelm: La bruja, Sphinx. La abominable existencia que, sin pestañear, derramó cruelmente la sangre de humanos y demihumanos por igual. La única Bruja, además de Satella, cuyo nombre permanece en la historia del Reino.


創作者的想法
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Se me puso la piel de gallina con este episodio!!!

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章節 455: Una Maldición Ineludible.

Aunque nunca había oído hablar de esa bruja, Subaru se estremeció cuando Wilhelm la nombró.

Aparte de Satella, sólo conocía a seis brujas más. Se trataba de las seis Brujas del Pecado con las que se encontró en la tumba de Echidna.

Que existieran más brujas aparte de ellas era una noticia realmente devastadora.

_Subaru: Entonces… Wilhelm-san, si esa bruja llamada Sphinx está relacionada con este ataque del Culto de la Bruja, ¿significa que además de los Arzobispos, también debemos combatir contra una bruja?

Los enemigos principales eran cuatro Arzobispos y dos guerreros de élite. Que una bruja se uniera a sus filas haría que repartir las fuerzas de combate se convirtiera en un asunto realmente desesperante.

Ante la preocupación de Subaru, Wilhelm levantó la mano.

_Wilhelm: Mis disculpas, no me he explicado bien. Esa bruja llamada Sphinx dejó de existir en la Guerra Demihumana. Es imposible que ella haya podido implicarse en este ataque.

_Subaru: ¿Está muerta? ¿Estás seguro? Pudo fingir su muerte, o tener bastante libertad de acción incluso después de morir de verdad; esa es la impresión que tengo sobre las brujas.

Como Satella, quien aparecería siempre que Subaru violara el tabú; y como Echidna, quien seguía disfrutando de su vida incluso después de morir en su Castillo de Sueños.

Que una bruja hubiera muerto no era garantía de nada.

_Wilhelm: Subaru-dono, desconozco por qué tiene esa impresión sobre las brujas, pero a Sphinx sólo se la llamaba bruja por conveniencia, nada más. De hecho, aunque las fuerzas del Reino se referían a ella como tal, la persona en cuestión nunca se denominó así.

_Subaru: ¿La persona en cuestión? …¿Acaso Wilhelm-san la vio en persona?

_Wilhelm: Más de una vez en la Guerra Civil. El momento que marcó el final de la Guerra Demihumana podría haber sido perfectamente la decapitación de Sphinx. Roswaal, Bordeaux y su esposa eran personas muy destacadas por esa época.

_Subaru: ¡¿Roswaal?!

La aparición inesperada de aquel nombre provocó que Subaru abriera sus ojos de par en par.

Al ver esa reacción, Wilhelm bajó la mirada ligeramente y se sumió en sus pensamientos.

_Wilhelm: Conocí al Roswaal-dono de hace dos generaciones. En esos tiempos yo no era muy amigable… pero ella cuidó bien de mí.

_Subaru: ¿Hace dos generaciones? …Aah, entiendo. El nombre de Roswaal se hereda de generación en generación, ¿verdad?

_Wilhelm: Lamentablemente, ella murió poco después de la guerra, y después de eso me distancié del grupo. Para mí, el señor Mathers sólo es un conocido de vista, aunque esto no viene al caso ahora.

Subaru ahora estaba escuchando historias sobre amistades inesperadas, pero ciertamente eso se alejaba del tema original.

Subaru sacudió la cabeza, y Wilhelm se dispuso a continuar su relato.

_Wilhelm: Como iba diciendo… no creo que haya sido Sphinx, sino alguien que ha utilizado un maleficio con efectos similares. Creo recordar que, a los muertos controlados mediante ese método, se les llamaba "Soldados Cadáver".

_Subaru: "Soldados Cadáver:… ¿Tienen algún punto débil o algo por el estilo?

_Wilhelm: Por lo que sé, permitía controlar el cuerpo del muerto, pero no las habilidades que tuvo en vida. En vez de eso, reflejaba la habilidad de quien los controlaba desde las sombras, humillando los fallecidos mientras los mantenía vivos en apariencia física.

_Subaru: Pero el de ocho brazos y… aquella…

No sabía qué decir.

Quien se había convertido en Soldado Cadáver, y cuyo cuerpo estaba siendo profanado, era la esposa de Wilhelm. Wilhelm lo había asimilado, pero Subaru aún dudaba al hablar de ello.

Wilhelm relajó amargamente sus labios ante la preocupación de Subaru.

_Wilhelm: Agradezco su preocupación, pero esto es necesario. …Sí, mi esposa y Kurgan poseen casi las mismas habilidades que cuando aún estaban vivos, lo cual excede lo que se podía hacer con Soldados Cadáver.

_Subaru: Entonces, quizás no sean Soldados Cadáver, ¿no? En ese caso, puede que tu esposa no esté muerta…

_Wilhelm: Mi esposa está muerta. No fui lo suficientemente fuerte.

Subaru era el único que se estaba aferrando a una débil esperanza.

Las palabras de Wilhelm destruyeron las esperanzas de Subaru, quien no encontró palabras para responder al perfil del viejo espadachín.

_Wilhelm: Incluso en ese entonces, muy raramente hubo algo que pudiera ser calificado como algo más que un simple Soldado Cadáver. Desconozco si eso se debía a falta de aptitud para usar ese método u otro factor; pero lo que sí sé es que debemos considerar la fuerza de esos dos enemigos como una amenaza.

_Subaru: ¿Conoces alguna manera de derrotarlos?

_Wilhelm: Destruyendo completamente el cuerpo o quitarles de un tajo la marca de maldición que se encuentra en algún lugar del cuerpo. Al hacerlo, el Soldado Cadáver volverá a ser un simple cadáver. Son las únicas maneras.

Era difícil escuchar la voz pensativa de Wilhelm.

Tratando de averiguar qué debía hacer, y llegando a conclusiones con mucho esfuerzo. Su voz inestable, su puño cerrado, sus ojos apretados… no estaba escondiendo nada.

_Wilhelm: Me disculpo por retenerle tanto tiempo. No podemos hacer esperar más a Crusch-sama. Venga por aquí.

Wilhelm giró su espalda y señaló la puerta de la habitación a la que se dirigían, la cual estaba en la parte más interior del cuarto piso y tenía una placa estropeada que ponía "Salón".

Crusch, que había llamado a Subaru, estaba dentro.

Pasando por el lado de Wilhelm, Subaru se dirigió hacia la puerta escuchando sus propios pasos.

El recorrido hasta la puerta se sintió terriblemente eterno. A Subaru le parecía que las suelas de sus zapatos se quedaban pegadas al suelo y no lo dejaban avanzar; pero era claramente consciente de que todo eso era producto de su propia debilidad.

_Subaru: ——Soy yo. Natsuki Subaru. ¿Estás aquí… Crusch-san?

Subaru llamó a la puerta y habló tan suave que se preguntaba si le habrían oído al otro lado. Luego de un momento de silencio, la puerta fue abierta lentamente desde el otro lado.

Ante él, apareció el rostro de Ferris, pero su apariencia era completamente distinta.

_Ferris: Subaru-kyun…

Tenía los ojos hinchados y rojos de llorar, su castaño pelo estaba completamente desarreglado. A juzgar por la sangre ajena que manchaba la blanca piel de su cuerpo, parecía que él no había tenido tiempo para limpiarse. Además, la sangre de su mejilla y cuello aún estaba fresca.

Ante ese aspecto tan miserable, Subaru contuvo el aliento inconscientemente.

_Subaru: Me han dicho que Crusch-san me ha llamado; así que…

_Ferris: Sí. Entra, ella está en la cama… Te ruego que no hagas ninguna imprudencia, por favor.

Su voz era firme y con algo de odio al final de la frase.

Sin embargo, era obvio que ese odio no estaba dirigido a Subaru, sino hacia todo. Ferris estaba sometido a una furia que no sabía hacia dónde dirigir, haciendo que odiase a todo el mundo.

Con un suspiro, Subaru siguió a Ferris hacia el interior de la habitación.

Aunque lo llamaran "Salón", no era demasiado espacioso. Largas mesas y sillas se encontraban dispuestas en dos filas y, más atrás, la pequeña sala estaba dividida por un umbral. Había una cama al otro lado.

Y en esa tosca cama, ella estaba tumbada.

_Crusch: ¿Na—tsuki-sama?

Crusch, despierta, advirtió que Subaru entraba y lo llamó por su nombre.

Al escuchar la voz de Crusch, el cuello de Subaru se tensó. Prepararse, fingir estar tranquilo, decir palabras tranquilizadoras——ni siquiera era capaz de hacer cosas tan simples.

_Crusch: El aspecto que tengo es desagradable… Mis disculpas…

_Subaru: …No; no es… eso. En absoluto.

Percatándose de la tensa expresión de Subaru, Crusch se disculpó con tono letárgico. Ante la triste actitud de la mujer frente a él, Subaru pronunció unas vagas palabras.


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Se me parte el kokoro!!!!

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