Y así,
_Subaru: ¡Lusbel, no llores! ¡Eres el mejor!
Subaru gritó fuerte, alabando el valor de las lágrimas del joven.
Conociendo el verdadero valor enterrado bajo esas lágrimas, ¿cómo podría reírse de esa vergüenza? Rachins, quien estaba al lado de Subaru, se unió a la motivación.
_Rachins: ¡Sí, no llores más! ¡Eres un hombre, ¿verdad?! ¡Entonces muéstranos tu lado increíble, niño!
"¡Sí, escucha bien, Lusbel! ¡Eres el orgullo de Priestella!"
"¡Lusbel~! ¡Increíble~! ¡Serás un gran hombre!"
La multitud se alegró y todos los presentes empezaron a aplaudir.
No sólo fue una escena de alabanza a la dedicación y valentía de un joven hombre, sino también una hermosa escena que mostraba la bondad de la naturaleza humana.
Por muy desgastado o desesperado que pareciera alguien, la voluntad de proteger lo que apreciaban era lo fundamental, y esa luz era lo que atraía a la gente hacia ellos. Por tal revelación, sólo podían rezar.
_Sirius: Ah... ¡gracias, gracias, gracias! ¡Ah, esto es increíble! Confiaba en que todos podríamos entenderlo. Sabía que todo el mundo alabaría el coraje de Lusbel-kun. ¡Porque con ello demostró la voluntad del Amor! Si lo conoces, lo amarás. ¡Debido a esta comprensión mutua, todos tienen ahora una comprensión profunda del Amor de cada uno!
"¡Sirius~! ¡Gracias, muchas gracias!"
"¡¡Lusbel-kun~!!"
Los ojos de Sirius se abrieron completamente y las lágrimas empezaron a fluir libremente. Viendo el vendaje alrededor de aquellos ojos manchándose con esas lágrimas, Subaru sintió algo caliente y húmedo brotar en sus propios ojos.
Su hombro fue suavemente empujado. Rachins, quien estaba a su lado, se reía del llorón Subaru. Sin embargo, las lágrimas en los ojos de Rachins, incluso mientras sonreía, no escaparon a la atención de Subaru.
Al mirar a su alrededor, vio que el grupo de personas que los rodeaban también parecían compartir sus emociones. Subaru pensó que era como estar viendo la Copa Mundial de Fútbol. Cuando el mundo estaba unido, la gente siempre quería compartir su alegría con aquellos que no conocían.
Y ahora, esa paz y ese entendimiento se estaban extendiendo gradualmente. De hecho, había un sólido vínculo entre todos los presentes.
_Sirius: Nuestra incapacidad para entendernos crea barreras entre nosotros. Que nuestras mentes sean incapaces de empatizar nos lleva al antagonismo. Nuestra incapacidad para llegar a conclusiones nos hace renunciar unos a otros. Todo eso es muy desgarrador. De hecho, es una tragedia. Pero ahora, todos ustedes, ¿están tristes? ¿Sienten el corazón roto?
"¡En absoluto! ¡Ninguno de nosotros siente tristeza ni nada de eso!"
_Sirius: ¡Gracias! Entonces, ¿te sientes feliz? ¿Todos se sienten felices?
"¡Por supuesto! ¡Hace mucho tiempo que no soy tan feliz! ¡Gracias, Sirius! ¡Lusbel, has trabajado muy duro!"
De repente, se formó un aplauso atronador, dando lugar a una declaración de elogios hacia el destacado Lusbel. Ahora, el único foco de atención de cualquiera de los presentes estaba en un solo lugar, debido a los dos que estaban de pie sobre la torre.
Lusbel retorció su cuerpo y sollozó, finalmente abriendo la boca, haciendo caso omiso de la cadena y gritando a través de sus dientes rotos,
_Lusbel: ¡Gu, gah! ¡Despierten, salvenm—! ¡Por favor… enme! ¡Ayud...! ¡hk!
_Sirius: ¡Quiero elogiar tu coraje, tu amor, Lusbel-kun! Por favor, mira abajo. Todos ellos, ¡mucha gente está afirmando tus sentimientos! ¡Ah, gracias! Lo siento, Lusbel-kun. Aunque tú eras el último recurso, sólo quería afirmar esta escena. ¡Ahh, ahh, el mundo es tan gentil!
Sirius levantó a Lusbel fuertemente en sus brazos.
Ante tal belleza, resonaron aún más aplausos estruendosos. Subaru se llevó la mano a la boca y silbó. El receptor de ese cálido aplauso, Lusbel, observaba completamente atónito.
Era un hombre que había luchado con todo su ser. Aunque no le quedaban fuerzas para llorar, nadie se reía de él.
_Sirius: Claro que sí, ahí está. Tenemos Amor. Existe, justo aquí. El corazón de todos es uno, y estamos viviendo una escena de completa alegría y júbilo. No necesitamos tragedia. Estamos cansados de un mundo que quiere que lloremos. Nadie quiere un mundo así. Si nuestros corazones quieren conectarse, entonces deben hacerlo compartiendo la alegría y la felicidad. ¡No necesitamos nada de tragedia! ¡Ni Ira!
"¡Exacto! ¡No queremos nada de tragedias ni nada de eso!"
_Sirius: ¡Ah, esa Ira prohibida que hace que los corazones tiemblen tanto! ¡Rabia, aquella pasión! ¡Si ese pecado apasionado está arraigado en nuestros corazones, si somos incapaces de desarraigar esa retribución, entonces debemos llenarnos de gozo! ¡En este preciso momento, el corazón de todos está conectado como uno solo!
Sirius gritó a gran voz, y una vez más levantó a Lusbel en el aire.
Sin embargo, el movimiento no se detuvo allí. Sirius, bañada en la admiración de todos, lanzó a Lusbel al aire.
_ Sirius: ¡Por favor! ¡Denme un aplauso atronador!
"Multitud: ¡—!"
Sirius había dado a Lusbel, en pleno ascenso, el mejor escenario posible.
Viendo al joven volar por el cielo, como si volara hacia el sol, Subaru encabezó una nueva ronda de aplausos.
Un estruendoso aplauso, una bendición celestial para Lusbel, quien se deslizaba a través de ese cielo.
Ese pequeño cuerpo giraba y giraba, pero tan pronto como llegó a la cima de su trayectoria, comenzó a descender rápidamente. Lusbel se dirigía directamente al suelo.
La multitud entró en pánico, desocupando el lugar donde estaba a punto de caer.
Ese era el triunfo de un héroe.
Aplausos interminables, alabanzas para el niño que caía.
_Lusbel: ¡¡MmMmMmMm!!
Levantando la cabeza y viendo que el suelo se acercaba rápidamente hacia él, Lusbel gimió.
Él movió desesperadamente su pequeño cuerpo, que debería estar agotado, queriendo hacer todo lo que pudiera para evitar ese sólido suelo rocoso, luchando incansablemente hasta el último momento.
Todos derramaron lágrimas al ver la inquebrantable tenacidad de la humanidad.
Entonces,
_Sirius: ¡—Ah, el mundo es tan gentil!
Antes de la estruendosa colisión, Sirius dejó salir un grito.
Al escuchar esa voz, los aplausos de la multitud se hicieron cada vez más y más fuertes.
_Multitud: …
Y como si el cascaron de un huevo hubiera caído contra el suelo, el sonido de algo rompiéndose hizo eco, y el campo de visión de todos se tiñó de rojo.
Todo el cuerpo había quedado destrozado por el duro suelo; el cuerpo de Lusbel, que alguna vez había contenido vida, se había convertido en carne aplastada en la plaza.
— Pero justo después de haber visto esa escena.
Crack.
El sonido de múltiples cascarones de huevo rompiéndose hicieron eco como imitando una ronda de aplausos.
La plaza se convirtió en un baño de sangre.
Ese fue el final.
※ ※ ※ ※
_Liliana: Después de que termine la canción y ellas vuelvan a hablar, ¿no deberíamos prepararles comida y bebida? Saborear unos dulces sin duda creará un estado de ánimo que reducirá la distancia entre ellas, ¿no crees?
Subaru parpadeó frente a la chica de piel oscura frente a él.
Ella usaba una actitud torpe y juguetona mientras sacaba la lengua y rascaba su mejilla.
Como si estuviera bajo una especie de trance, Subaru giró la cabeza para ver a la sonriente chica de cabello plateado que lo estaba observando desde las cercanías, y a una mujer vestida de rojo con una actitud imprudente. Y luego a una pequeña junto a él que sostenía su mano—
_Liliana: …Eh, ¿qué ocurre? ¿Me ignoras? ¡¿Me estás ignorando?! P-Por favor detente, no me mires con tanta amargura. Ah, ah, para, para ya… n-no suspires así luego de escuchar mi canción… no te veas tan decepcionado, perdóname… hk
Enfrentándose a su silencio, la chica frente a él, Liliana, tembló como si hubiera vuelto a su mente algo que no deseaba recordar.
Presenciando esta situación, Subaru dijo descaradamente,
_Subaru: …Siento náuseas.
_Liliana: ¡¿Q—?! ¡Increíble! ¡Miras el rostro de una chica con tanta atención, y tan de cerca, y lo primero que dices es que sientes náuseas! ¡Yo, Liliana, estoy mucho más avergonzada de Natsuki-sama de lo que su madre estaría!
Liliana fingió derramar algunas lágrimas, girando su cabeza en otra dirección, pero manteniendo su mirada sobre la reacción de Subaru. Sin embargo, Subaru no podía ni percatarse de su fastidiosa actitud. Sacudió la cabeza mientras estaba de pie y no pudo evitar colapsar sobre el suelo.
_Emilia: ¿Subaru? ¿Qué ocurre?
_Beatrice: ¿Q-Qué pasa, supongo? ¿Subaru? ¿Subaru?
Beatrice, que estaba sosteniendo su mano, y Emilia, que se había puesto de pie cerca de él, miraron con preocupación a Subaru colapsado, quien se había puesto tan pálido que las dos no pudieron evitar contener la respiración.
_Subaru: —Siento náuseas.
Había pasado un año desde que usó por última vez Retorno por Muerte, y el abrumador incidente que había precedido su Muerte lo había dejado al borde de vomitar mientras sostenía sus temblorosas rodillas.
Y así, la espiral de Muerte empezó de nuevo.
Esta vez, los bucles de pesadilla tendrían como escenario a la Ciudad de Priestella.
— Había llegado la hora, de empezar de nuevo.
Acurrucado en el suelo y respirando con dificultad, finalmente Subaru logró evitar desmayarse.
Emilia y Beatrice se encontraban a su lado con los rostros llenos de preocupación; incluso Liliana se veía preocupada. Priscilla sólo mostraba un ligero interés mientras se abanicaba el rostro.
Rodeado de miradas y voces preocupadas, Subaru recuperó el sentido poco a poco. Sintiendo que el tiempo se aceleraba lentamente hasta alcanzar su ritmo normal, Subaru se dio cuenta de cuál era la sensación que tenía.
Fue como haber cambiado de canal en un televisor.
Ninguno de sus sentidos se había nublado, pero el mundo a su alrededor desapareció de repente y se convirtió en algo completamente diferente.
Sus ojos, oídos, nariz y piel se habían adaptado a ese nuevo entorno, pero su consciencia aún estaba inmersa en el canal anterior, lo cual generaba en él una sensación de discordancia.
Todo lo que pudo hacer fue masticar, masticar, masticar y después tragarse esa ansiedad que surgió al cambiar de canal.
_Subaru: …
Finalmente, Subaru apretó los dientes y se puso de pie.
Sacudió su cabeza y miró a su alrededor. Estaba en un precioso parque, lleno de fuentes, verdes prados y una colorida variedad de lechos de flores.
Se encontraba rodeado de cuatro hermosas chicas: Emilia, Beatrice, Liliana y Priscilla.
Y ya había escuchado antes esas palabras de Liliana.
_Emilia: ¿Te encuentras bien, Subaru? Tienes muy mal aspecto.
_Subaru: …Emilia-tan. Dime, ¿Liliana acaba de decir que cantaría otra canción?
_Liliana: ¡¿Por dónde empiezo?! ¡Yo, Liliana, he sido tan cruelmente ignorada que heriste mi corazón! ¡Compensación! ¡Exijo una compensación!
Mientras hablaba, Liliana tiró frenéticamente de la manga de Subaru, pero él simplemente la apartó, ignorando el indignado reproche proveniente de la diva, y se giró hacia Emilia, quién parecía haberse dado cuenta de la seriedad de Subaru.
_Emilia: Sí. Liliana dijo que nos cantaría otra canción que nos habíamos perdido, entonces tú y ella comenzaron a hablar discretamente sobre algo.
Subaru: ¿Eso es lo que acaba de pasar? Vale, gracias… gracias.
El simple hecho de decir «gracias» le hacía sentir un asco atroz.
Subaru no pudo evitar taparse la boca con la mano. Al verlo en tal estado, Emilia frunció el ceño, confundida.
Emilia no había hecho nada malo, y la gratitud de Subaru fue honesta.
Era sólo que ello evocaba los dolorosos recuerdos del bucle anterior.
_Subaru: Entonces, esto quiere decir que yo he—
—Muerto. Finalmente se había dado cuenta, pero era incapaz de terminar la oración.
Natsuki Subaru había muerto.
Después de morir, regresó de nuevo desde el momento en el que se despidió del mundo.
Se sentía aliviado de haber podido regresar, pero también sentía un remordimiento surgiendo en su pecho.
Porque Subaru debería haber estado preparado para eso como mínimo.
Hace un año, en ese bosque, en el Santuario, durante la prueba, Natsuki Subaru había eludido completamente la muerte y todas las penas que venían con ella.
Aun así, acababa de morir; y muy fácilmente. Sin resistencia, sin oposición, sin siquiera darse cuenta.
¿Cómo? La situación obviamente había sido extraña, eso era un hecho, pero ni siquiera él tenía idea de lo que había pasado. Aunque lo había experimentado por sí mismo, él no podía entenderlo.
Subaru ni siquiera había notado lo anormal que fue esa situación. Y no era sólo él, sino que todos habían sido afectados por la misma locura.
Ellos claramente habían visto al niño encadenado y llorando, pero lo habían animado frenéticamente con una sonrisa por su valentía. Y para colmo, acompañaron la caída del niño con una desquiciada ronda de aplausos.
¿Exactamente qué había desencadenado todo eso?
¿Y cómo había muerto Subaru cuando presenció eso?
Subaru no pudo reconocer qué lo mató, ni siquiera ahora.
Quizás fue algo que estuvo frente a él todo ese tiempo pero que él había fallado en verlo como una amenaza.
Subaru no podía confiar en lo que sintió en aquel momento. Antes de morir y notar cuán anómala había sido esa situación, no había sido capaz de pensar con claridad.
¿Cómo había muerto?
¿Había explosivos pegados al cuerpo del niño? Podrían haber explotado al impactar contra el suelo, matando a todos en el proceso. De hecho, eso se parecería mucho a cómo recordaba esa muerte.
Todo era muy difuso. Sus recuerdos respecto a esa muerte estaban muy borrosos debido a la locura del momento. Y aunque estuviera completamente calmado ahora, el estado mental en el que se había encontrado en ese momento le impedía racionalizar lo ocurrido.
Si Subaru hubiera estado en un estado de locura, entonces sería prácticamente imposible recordar lo que había pasado en realidad.
_Emilia: ¿De verdad estás bien, Subaru? Incluso Liliana tiene cara de estar muuuy amargada.
_Liliana: No estoy amargada ni nada de eso. Lo que Natsuki-sama piense de mí no me entristece en lo absoluto, a-así que, por favor, no te hagas una idea equivocada.
_Emilia: ¿Ves? Es muuuy obvio que en realidad te preocupa.
Incluso la despistada Emilia había logrado ver a través del descaro de Liliana. Al oír su conversación, Subaru recordó la situación en la que se encontraba.
En el bucle anterior, mientras Liliana cantaba, Subaru aprovechó para ir a comprar dulces de reconciliación; y poco después de comprarlos, se encontró con el monstruo llamado Ira.
Quedaban menos de 15 minutos para que ocurriera ese macabro discurso.
_Subaru: No me jodas…
Había usado retorno por muerte muchas veces, pero ésta era la primera vez que había tan poco tiempo entre el punto de guardado y su muerte.
Hasta ahora, retorno por muerte le había dado un periodo de tiempo comprendido entre algunas horas y algunos días. Pero ahora tenía extremadamente poco tiempo.
¿Qué podría hacer Subaru en tan sólo 15 minutos?
Pero el tiempo seguía corriendo mientras pensaba en ello.
En esta situación, evitar la muerte sería increíblemente fácil. Subaru sólo tendría que evitar el lugar donde el discurso iba a suceder. De esa manera, no le afectaría la causa de muerte—esa supuesta bomba.
Era muy poco probable que Sirius hubiera preparado una bomba que afectase a toda la ciudad. Así que, si Subaru únicamente quería sobrevivir, lo único que tenía que hacer era evitar ir a ese sitio. De ese modo, Sirius no aparecería cerca de Subaru.
Además, no parecía que hubiera ningún blanco en específico, y la presencia de Subaru había sido solo una coincidencia.
Por tanto, incluso si él no hubiera estado presente, esa plaza habría seguido siendo la escena del crimen de Sirius. El discurso, que no dependía de la presencia de Subaru, habría ocurrido en su ubicación original, y todos los presentes habrían sido afectados.
Sin embargo, pasara lo que pasara, el niño que caería del cielo estaría destinado a morir.
_Subaru: Tengo que detenerlo… ¡Mierda, tengo que…!
Subaru se rascó la cabeza y tomó una decisión.
No podía dejarlo morir. Ese niño, Lusbel, deseaba que naciera su hermanita o hermanito, y se había ofrecido como sustituto de su amor de la infancia en esa torre. ¿Cómo podría ser alguien tan inhumano como para no intentar salvarlo?
_Subaru: Beako, vamos a—
«—ir juntos», pero Subaru dudó en declararlo.
_Beatrice: ¿A qué, Subaru?
Girándose hacia Subaru, Beatrice preguntó con seriedad.
Ahora que sabía lo grave e inminente que era la situación en la que estaba, llevar a Beatrice con él era la mejor opción en términos de efectividad en combate.
Sin ella, la fuerza en combate de Subaru se reduciría a la mitad. Aun así, Subaru dudó.
No era por una razón sentimental, como no querer dejar que Beatrice peleara. Aunque es verdad que lo había pensado, esa no era la razón principal, sino Emilia, o mejor dicho, el hecho de dejarla sola allí.
_Subaru: …
El culto de la bruja estaba aquí, en esta misma ciudad.
Esos fanáticos… Aunque Subaru aún no sabía si debía usar el plural, por lo menos la Arzobispa de la Ira estaba aquí. Él no tenía ni idea de si ella estaba allí por su cuenta o si estaba trabajando con otros cultistas.
A Subaru le preocupaba la mera idea de dejar a Emilia sin protección en una ciudad en la que el Culto de la Bruja estaba activo.