_???: —¡¡DONAA!!
De los tres, el único que logró reaccionar inmediatamente ante la inminente amenaza fue Otto.
Extendió las manos hacia el suelo, alterando el mundo con su canto—el torrente de maná irrumpió a través del suelo de la mansión y un gran muro de tierra surgió en medio del suelo, bloqueando todo el amplio pasillo, impidiendo el avance de la sombra.
_Elsa: Qué molesto.
Tras su corto comentario, Elsa hizo dos cortes con su cuchilla, cortando la pared como si fuera de papel, y la cortada pared se derrumbó al siguiente instante.
_Subaru: ¿¡De un solo golpe!?
Los restos del muro quedaron dispersados por todo el pasillo, mientras que una sonrisa sádica se dibujaba en ella, reflejándose en la hoja plateada de su cuchilla.
_Elsa: Primero les cortaré el cuello para que no griten, pero sospecho que no van a ser muy cooperativos.
_Subaru: ¡Deja de decir cosas perturbadoras!
Con el poco tiempo que ganó Otto al crear ese muro, Subaru sostuvo a Petra e irrumpió en una habitación cercana. Otto siguió a Subaru inmediatamente, cerró la puerta por la que entraron y se colocaron al otro lado de una cama.
Bastó un solo corte para dividir la puerta en dos. La parte inferior de la puerta, que aún se mantenía en pie, se derribó al ser pateada al interior de la habitación.
_Subaru: Aun así, ¡toma esto!
Elsa entró a la habitación y, en ese mismo instante, Subaru la atacó con una percha de madera. Ella perfectamente esquivó el ataque inclinándose hacia atrás y cortó el arma improvisada en dos con el filo de su cuchilla, apuntando después con el retroceso del arma a la garganta de Subaru. Pero gracias a Petra, quien saltó y empujó a Subaru fuera de la trayectoria del corte, el cuello de Subaru solamente sufrió un rasguño.
_Elsa: Vaya. Niña mala.
_Subaru: ¡Ella es nuestro orgullo y una buena chica, zorra!
La sangre se escurría por el cuello de Subaru. Dándose cuenta de ello, presionó sobre la herida a la vez que acercaba a Petra a su lado y se alejaba.
Una sonrisa sádica surgió en la cara de Elsa mientras se preparaba para perseguirlos.
Sin embargo—
_Otto: Entonces, ¿¡qué tal esto!?
Otto lanzó una piedra mágica apuntando a la cara de Elsa.
Era una piedra roja brillante, llena de maná de fuego, que se comportaba como un cartucho de escopeta. Era el as bajo la manga de Otto, aún más refinado que el que usó contra Garfiel.
La piedra mágica fue lanzada directamente a la indefensa Elsa—y explotó.
Subaru se fijó tan intensamente en lo que sucedió, que parecía que el tiempo se ralentizó; y vio cómo Elsa ni siquiera se molestó en darse la vuelta al lanzar su cuchilla y golpeaba la piedra mágica en mitad de su trayecto entre Otto y Elsa.
La piedra mágica se hizo añicos carmesíes; ruido y luz sacudieron la habitación, y un aire ardiente azotó a Subaru mientras observaba la escena.
La piedra explotó en un punto no deseado, quemando los ojos de Otto y llevándolo a gritar mientras se revolvía por el suelo.
Elsa pateó el estómago de Otto, enviándolo disparado contra una pared. Ni siquiera se paró para mirar al abatido Otto, sino que se giró hacia Subaru, quien tragó saliva al verla. Las cejas de Elsa se levantaron.
_Elsa: ¿Oh? Tú eres… El chico que vi en la capital, ¿verdad?
_Subaru: E-es un honor que me recuerdes. Así que, como nos conocemos… ¿Te importaría dejarnos marchar?
_Elsa: No temas, no importa cuánto tiempo tarde, observaré tus entrañas que anteriormente fracasé en observar.
_Subaru: ¡Caray, qué alma de coleccionista!
Subaru pudo sentir que Petra agarró más fuerte la manga de Subaru. Su mente se quedó en blanco.
Sentía que su puerta estaba muerta; por mucho que él orase o quemase su alma, ni su maná ni su puerta darían el más mínimo sonido de respuesta. Para él ya era imposible usar Shamak y, sobre todo, sería una estupidez quedarse inmovilizado por agotar en vano su maná.
Por lo que a él sólo le quedaba un método—la Providencia Invisible.
_Subaru: ...
En el instante que decidió usarlo, algo oscuro y foráneo se deslizó por el cuerpo de Subaru.
Hasta ahora había estado quieto, pero reveló su presencia justo cuando Subaru lo llamó, deseoso de mostrar su poder y alegría.
Un mal presentimiento le azotó, como si estuviera alimentando a un monstruo repugnante.
Mientras ignoraba conscientemente esa sensación, Subaru formuló órdenes al oscuro poder que chillaba su grito de nacimiento, y decidió abrir un camino desde su interior hasta su exterior.
Subaru podría haber llorado sangre con aquella agonía, y preferiría no usar este poder.
A pesar de todo, se aferraba a todo lo que podía aferrarse, utilizaba todo lo que podía usar, permaneciendo vivo para vivir todo lo que podía vivir.
Todo para poder salvar a todas las personas que eran importantes para él.
_Elsa: Ahh… esa expresión, es estremecedora.
_Subaru: Te voy mostrar algo mucho mejor.
_Elsa: Lo estoy deseando… sí.
Apuntando al corazón de Elsa mientras ella blandía sus dos cuchillas, Subaru tensó el gatillo. Ahora, con tan solo liberarlo, la delgada figura de Elsa sería destrozada y agujereada.
_Subaru: ...wooo.
La entidad se retorcía mientras fluía por su torrente sanguíneo y recorría todo su ser.
Mientras las uñas de la foránea oscuridad se extendían, se sentía como si el aire que respiraba adquiriese color, como si estuviera envuelto en un calor abrasador. Subaru anticipaba y concebía partir en dos a Elsa.
De esta manera, ofreciendo todo; y entonces—
_???: ¡Subaru!
Un grito de desolación y el dolor sordo de un pellizco.
Sorprendido, Subaru frunció el ceño, y las emociones repugnantes que tenía dentro de él se disiparon inmediatamente.
Lo que quedó fueron los tenues residuos de la mancha oscura, y las emanaciones inalteradas de la asesina azabache.
Elsa había comenzado a abalanzarse sobre Subaru, quien apresuradamente trataba de apuntar de nuevo, pero no lo lograría a tiempo—y entonces,
_Elsa: —Por poco.
_???: —¿¡Lo ha esquivado!?
Elsa tardó unas milésimas en deducir que un ataque se aproximaba por detrás suya y esquivarlo.
Canceló el ataque que tenía planeado contra Subaru y se alejó, escapando acrobáticamente de unas garras que le habían arañado su espalda.
Girándose hacia atrás, asestó una patada en el costado de Frederica y aprovechó ese momento para clavar su codo en las costillas de Subaru, provocando que ambos salieran disparados mientras ella se alejaba de ellos dando un salto mortal hacia atrás y aterrizando suavemente en la cama de la habitación.
Elsa deslizó las yemas de los dedos sobre la espalda y comprobó que tenía sangre. Parecía estar en éxtasis.
Luego miró a Frederica, quien estaba arrodillada en el suelo, y ladeó la cabeza alegremente.
_Elsa: Otra más… no, dos personas más para recibirme. Ciertamente una mansión maravillosa.
_Frederica: Ni siquiera esa emboscada ha funcionado… esos no pueden ser los reflejos de un humano.
Frederica gruñó de frustración, incapaz de ocultar sus temblores.
El golpe que le propinaron a Subaru en las costillas le produjo una tos continua mientras se arrastraba hacia Frederica.
_Subaru: Frederica, es culpa mía, gracias. Y, Petra, a ti también.
Después de dirigirse a Frederica, Subaru le dio las gracias a Petra mientras sostenía su pequeña mano. Ante esto, Petra sacudió la cabeza con los ojos llorosos.
_Petra: N-no, soy yo quien debe disculparse. Subaru… antes tus ojos se veían tan aterradores y…
_Subaru: Siendo sincero, creo que estaba a punto de ser devorado. Si no me hubieras traído de vuelta a la realidad, podría haber acabado mal. Supongo que no debo descuidarme al usar la Providencia Invisible…
_Petra: Provi… ¿Qué?
Para Subaru no era ninguna sorpresa que al final su as fuera un arma de doble filo.
El problema era que su uso ahora estaba aún más limitado. Lo único que podía hacer era rezar para que este efecto contraproducente de ahora fuera el resultado de su uso en rápida sucesión.
Al menos podía adivinar que depender de la Providencia Invisible en esta lucha significaría perder demasiado a cambio.
_Petra: Frederica-onee-sama…
_Frederica: Petra, has pasado miedo, ¿verdad? Pero, bien hecho en aguantar sin llorar.
Petra aún sujetaba la manga de Subaru cuando Frederica la llamó y valoró los esfuerzos de su querida discípula, y entonces se encaró a Subaru con expresión seria.
_Frederica: Subaru-sama, mis disculpas. Sabía que usted deseaba que yo llevase a Rem-sama y huyese de la mansión… He fracasado en mi tarea.
_Subaru: No, es imposible en esta situación. Y el exterior pinta aún peor que aquí… ¿Dónde está Rem?
_Frederica: La tengo aquí.
Las manos de Frederica no sostenían nada, las cuales estaban equipadas con cestus con garras afiladas.
Subaru estaba preocupado por la aparente ausencia de Rem — y entonces, Frederica se giró para darle la espalda. Allí estaba Rem, firmemente atada y asegurada con cuerdas, llevada en la espalda de Frederica.
Estaba atada con seguridad, pero parecía una escena surrealista.
_Subaru: ¡Sé que esto es una emergencia, pero parece que el cuello de Rem se romperá en cualquier momento si te mueves demasiado, es aterrador!
_Frederica: Afortunadamente —aunque es una palabra que no suena bien decirla en esta situación— Rem-sama ha sido separada del flujo natural del tiempo. Por eso, aunque se la trate sin delicadeza, nada la afecta aparentemente…
_Subaru: A-aun así, intenta tratarla con el mayor cuidado posible, ¿vale?
Frederica pensó en hacer lo mejor dentro de sus posibilidades, y este fue el resultado.
Subaru no podía quejarse al no tener algún plan B que proponer. Tendría que dejar que Rem pasase por una experiencia incómoda por un tiempo.
Pero, en cualquier caso,
_Subaru: Ninguno de nosotros puede luchar a excepción de Frederica. Petra y yo no sabemos luchar. Rem está durmiendo. Otto luchó lo mejor que pudo, pero, a pesar de su esfuerzo, murió en vano…
_Otto: ¿¡Ya me das por muerto!? ¿Podrías por favor no inventarte horribles historias cuando solo estoy mareado por golpearme la cabeza?
Subaru miró melancólicamente hacia abajo, lo que provocó que Otto, quien yacía en el suelo en un rincón de la habitación, resucitase y gritase su contestación.
Sacudió la cabeza, se arrastró hacia el grupo, y tembló al ver la puerta cortada por la mitad.
_Otto: Quién hubiera pensado que la piedra mágica sería vencida así… funcionó bien contra Garfiel.
_Subaru: Sus experiencias de combate son distintas, y sus formas de pensar son probablemente diferentes. No los compares. Es lamentable.
_Frederica: Garf… entonces sí que se ha criado como aparenta haber sido criado. Quizás fue porque no estaba pendiente de él…
Subaru puso fin a las crueles comparaciones de Otto.
Parecía que incluso Frederica tenía algunas dudas sobre Garfiel después de su reunión tras diez años. Quizás se sentía culpable por no vigilarlo y que se convirtiera en un gamberro.
Dejando a un lado esos asuntos y dejando para más tarde el fomentar la relación hermano-hermana,
_Subaru: Tengo que hacer algo para resolver todos los problemas que tenemos entre manos.
_Elsa: ¿Puedo asumir que ya terminaste con tu agradable charlatanería?
_Subaru: Siento haberte hecho esperar. ¿Qué hay de ti? ¿Estás mentalmente preparada para una paliza de cinco contra uno?
_Elsa: Me temo que tu cálculo incluye a tres, o tal vez a cuatro niños perdidos, ¿no crees?
Ante la provocación de Subaru, Elsa sonrió débilmente mientras contaba con precisión el número de no combatientes.
Elsa balanceó las cuchillas de filo curvo que tenía en cada mano, y ágilmente se bajó de la cama. Mientras Subaru contemplaba la escena, se dio cuenta de que el sangrado de la espalda de Elsa se había detenido.
_Subaru: Parecía que había sido bastante profundo, ¿no?
_Elsa: ¿Te refieres a mi herida? No te preocupes, estoy bien. Mira cómo está ya.
Tras la contestación, Elsa se volteó.
Y, como sospechaba Subaru, la herida que Frederica le hizo a Elsa en la espalda había desaparecido completamente. En su ropa, todavía quedaban las marcas de las afiladas garras que la habían destrozado, así que Subaru no se lo había imaginado.
Frederica fue la primera de todos, excepto por Subaru, en contener el aliento y ponerse tensos.
Por el contrario, Subaru solo dio un profundo suspiro y maldijo su mal presentimiento por estar en lo cierto.
_Subaru: Sabía que matarte no te haría seguir muerta, pero… ¿En serio tus heridas también sanan más rápido? Eres básicamente un monstruo.
_Elsa: No recuerdo haberme deshecho nunca de mi humanidad, y debo discutir sobre cómo es que le dices eso a una mujer. Además de eso, ¿dónde podrías haber aprendido sobre mis características?
_Subaru: Cualquiera pensaría que hay algo raro luego de que evitaras ser partida en dos por Reinhard.
_Elsa: No paso por experiencias como esa a menudo. Casi me partieron por la mitad. —Me pregunto cómo son las tripas de un héroe. Es extremadamente fascinante.
A pesar de haber sido testigo de una fuerza de combate tan increíble, no parecía que Elsa hubiera aprendido la lección.
Estaría bien para ella ir por ahí acosando a Reinhard, que daba la impresión de que no se moriría ni aunque lo matasen. En cambio, ella estaba concentrada en causar problemas constantemente al equipo de Subaru.
Por eso, él tenía demasiadas quejas amargas y agravios con Roswaal como para siquiera verse capaz de expresarlos todos.
_Frederica: Subaru-sama… ¿que ella esté aquí significaría que Garf está…?
Preguntó tímidamente Frederica, con expresión rígida.
Habiendo sido testigo de la anormalidad de la constitución de Elsa, Frederica se preocupó por la ausencia de su hermano.
Pero Subaru no tenía ninguna respuesta que pudiera disipar el desasosiego de Frederica.
Si había algo que pudiera decirle, era—
_Subaru: Desafortunadamente, tampoco puedo explicar por qué ella está aquí. Pero realmente dudo que Garfiel haya sido derrotado en tan poco tiempo.
_Frederica: Por lo que he visto, su fuerza parecía estar a la par… Garf parecía tener una ligera ventaja.
_Subaru: Yo también lo veo así, pero al final no…
…lo sabemos, quiso decir Subaru mientas miraba hacia Elsa; pero entonces, su respiración se congeló.
Al mirar hacia donde miraba Subaru, Frederica también contuvo la respiración.
Elsa frunció el ceñó, perpleja, y miró también hacia ese mismo punto, por encima de su cabeza.
Parecía que el techo de la habitación de invitados se estaba hundiendo, como si estuviera a punto de derrumbarse; y—
_???: ¡¡'Stúpida irrespetuosa!!
_???: ¿¡Kyaaa!?
_Subaru: ¡¡Ese idiota!!
En cuanto oyeron el techo romperse, Subaru y los demás corrieron hacia la puerta.
Inmediatamente después de que los cinco salieran por la puerta, el techo se derrumbó, aplastando toda la habitación. Los muebles gemían y la madera se rompía estruendosamente.
El ruido explosivo y el vendaval salieron de la habitación en ráfagas, las secuelas de la destrucción fluyeron por el pasillo.
Arriba, se formó una nube de polvo blanco. Subaru escupió el polvo arenoso que se metió en su boca mientras salía rodando al pasillo para escapar de la escena. Parecía que todo el mundo se las había arreglado para evitar quedar atrapado en el colapso.
Y, más allá del humo—
_???: ¡No me vengas con 'stupideces! ¡Ahora iremos de frente!
Una voz familiar y grosera gritó con fervor.
El golpeteo de metal sobre metal y el ruido de un golpe siguieron a la voz, hasta que una silueta cortó el humo y entró rodando al pasillo.
_Subaru: Uh, ¿¡qué!?
Al ver esa silueta que rodó al pasillo, Subaru gritó sorprendido, ya que no esperaba ver la figura de un cuadrúpedo peludo con garras —una bestia con el pelo moteado, que se parecía mucho a una hiena.
Pero no era del tamaño de una hiena. Era enorme, el doble de grande que Subaru.
Subaru se estremeció por un momento ante la llegada de la bestia gigante, pero inmediatamente se dio cuenta que los ojos de la hiena estaban carentes de vida y que el animal estaba muerto. Miró hasta encontrarse con que los huesos de su cuello estaban rotos y aparentemente estaban doblados en ángulos opuestos al que se supone que deberían tener.
Algo que poseía un poder increíble le había roto el cuello.
Y si había alguien en esa mansión que pudiera hacerle eso a esta bestia muerta, esa persona debería ser…
_Garfiel: Ey, Capitán. Qué cojones… ¿Todavía 'stabas dentro?
…Garfiel, quien pateó el humo y apareció en el pasillo espléndidamente.
Se dio cuenta que Subaru y los demás miraban anonadados a la hiena muerta, y se rio a carcajadas.
_Garfiel: No te asustes, todo 'stá bien. Mi asombroso ser lo asesinó.
_Subaru: Bien, gracias… ¡O no! ¡Dejaste de prestarle atención a ella! ¡Así que pensé que moriría! ¡Estaba aterrorizado! ¡Pensé que estaba muerto!
_Garfiel: Seh, seh, culpa mía, pero mi asombroso ser no pensaba dejarla ir ni por un instante. Se 'scabulló mientras me vi 'nvuelto con 'sta plaga.
_Subaru: ¿Qué quieres decir con "plaga"?
La cara de Garfiel se retorció amargamente mientras chasqueaba los colmillos.
Esta plaga de la que hablaba probablemente se refería a la hiena. Según la conversación anterior, definitivamente tenía que ser algún tipo de mabestia—y entonces:
_???: ¡Joo! ¡No puedo creerlo! ¡Elsa! ¡Elsa! ¡Haz algoo!
_Elsa: Me encantaría, pero estoy segura de que fuiste tú quien me dijo que te dejara esto a ti y me fuera a hacer algo con los demás. Aunque estoy feliz de tener más sujetos a los que destripar.
Dos voces femeninas, una fuerte y otra tranquila.
En ese instante, la habitación que Garfiel aplastó, estalló una vez más, y de nuevo unas siluetas cortaron el humo para aparecer en el pasillo.
Pisadas fuertes y ligeras, una disparidad de tamaño tan grande que dudaría en llamarlos sólo dos pares.
_Otto: …¿Qué es esa cosa?
Incapaz de seguir en silencio, Otto lo señaló y pidió una respuesta a Subaru.
Subaru sintió el sudor frío y húmedo que se escurría por su cuerpo.
_Subaru: Por lo que veo, es como un hipopótamo un poco grandote.
_Otto: ¿Un poco?
_Subaru: Sí. Porque los hipopótamos ya son grandes de por sí.
Esta criatura era al menos el triple de grande que un hipopótamo.
Carne negra, con una piel gruesa y rocosa. Sus ojos redondos albergaban un resplandor rojo, malvado y hostil. Su boca era tan grande que probablemente podría comerse al Viejo Rom de un solo bocado, con dientes planos como piedras de mortero.
Se parecía a un hipopótamo a primera vista, y probablemente obtendrías una criatura como ésta si triplicaras la maldad y la ferocidad de un hipopótamo.
_???: ¡El gran can moteado está muertoo! ¡Lo ha matadoo! ¡Pobrecito! ¡Es horriblee! ¡Horriblee!
Desde la cima del hipopótamo gigante, se oían unos agudos sollozos en duelo por la hiena muerta.
La persona que montaba el hipopótamo, agitando las piernas por todas partes, era una niña pequeña. Su pelo castaño colgaba de una trenza y sus rasgos eran rústicamente simples.
Su cara le era familiar a Subaru.
_Subaru: …Del bosque de las mabestias.
Cuando Subaru se quedó atrapado en la serie de bucles de la mansión.
Ella era la chica de aquella vez en que Subaru fue a lo más profundo del bosque para salvar a los niños de la Aldea Arlam. Y ella era la principal razón por la que los niños fueron atraídos a entrar al bosque.
Subaru había oído de Roswaal que ella desapareció después de que todo el asunto había terminado, pero—
_Petra: Ella es… ¡La de aquella vez!
Parecía que Petra llegó a la misma conclusión.
Si Subaru hubiera sido el único en notarlo, entonces podría haberlo descartado como un malentendido por su parte. Pero si los recuerdos de Petra decían lo mismo, él debía aceptarlo.
Esta chica estuvo involucrada en el desastre de las mabestias.
Considerando la situación actual, eso significa que ese desastre fue—
_Subaru: ¡Un plan de Roswaal!
Está trabajando con Elsa. ¿Así que Roswaal también estaba detrás del asunto de las mabestias?
Lo que significaba que los acontecimientos de la capital y de la mansión estaban en manos de Roswaal. Como si todos los esfuerzos de Subaru hubieran seguido un futuro dictado por un oscuro libro de profecías.
_Subaru: ¡Como si pudiera aceptar algo tan estúpido!
Rechazaba que el destino estuviera fijado.
Como mínimo, empezaría a cambiar a partir de ahora. Todo eso significaba que también debería interrogar a Roswaal más tarde sobre el desastre de las mabestias, sumando otra razón más para abofetear a ese payaso.
Subaru ardía de rabia e insurrección. La chica en la cima del hipopótamo finalmente se fijó en su mirada.
Ella parpadeó sus redondos ojos y saludó a Subaru con la mano.
_Niña: Oh, tú eres el chico de antees. Y Petra también está aquíí. Cuánto tiempoo.
_Subaru: D-desde luego no tienes pelos en la lengua. ¿Te das cuenta de cuál es la situación?
Subaru no pudo ocultar cómo le sorprendió la actitud despreocupada de la chica.
Ella ladeó la cabeza ante la flagrante cautela de Subaru.
_Niña: Me doy cuentaa, estoy trabajandoo. Mamá me regañará si no hago mi trabajo. En cambio, Elsa está por ahí haciendo lo que le da la ganaa.
_Elsa: Estar en la retaguardia es tediosamente aburrido, fue un error asignármelo. Mis métodos son mucho más vívidos y frescos para disfrutar de la vida, comparado con convertirse en alimento para animales. Ser asesinado por mí también es la mejor opción para la víctima, ¿cierto?
Elsa comenzó a caminar al lado del hipopótamo mientras dirigía la conversación hacia Subaru.
Subaru suspiró, y luego levantó el dedo.
_Subaru: De acuerdo, entonces haré la propuesta más genial de todos los tiempos. Coge el cuchillo que tienes en la mano y dale la vuelta. Luego te lo metes en el estómago. Después de eso, te arrastras por ahí en el suelo. Tripas por todas partes, yo soy feliz, tu eres feliz. Es el desafío del seppuku. ¿No es genial? 』 (NdT: seppuku es el ritual de suicidio japonés por desentrañamiento)
_Niña: ¡Pff! ¡Ajajajaja! ¡Eso es increíble! Vamos, Elsa, ¿quieres probarlo? Elsa, te gustan las tripas. ¡Será divertido! ¡Estoy emocionadaa!
_Elsa: Lo siento, pero ya lo he hecho tantas veces después de recibir esta constitución que ya me aburre.
Después de enterarse de que su propuesta supergenial ya había sido practicada en la realidad, un supergenial escalofrío bajó por la espalda de Subaru.
Sin embargo, esto no cambió el hecho de que tenían dos problemas frente a ellos.
_Subaru: No sé cómo funciona, pero ¿puedo pensar que ella está controlando a las mabestias?
_Garfiel: Dudo que 'stés 'quivocado. Son las mismas mabestias de afuera, y los mismos que ese chucho, todos 'stán haciendo lo que 'lla dice. Sin un puto alboroto en absoluto. —¿Cuál es el plan, Capitán?
La situación había cambiado inmensamente desde el plan inicial. Además de Elsa, ellos tenían otro enemigo, y era alguien que comandaba enormes mabestias.
Mientras hubiera bestias afuera, sería casi imposible escapar de la mansión pacíficamente. Y, sobre todo, el equipo de Subaru aún no había reunido a toda la gente que necesitaban salvar.
Incluso si llevasen a Frederica, Petra y Rem a la aldea, no sería suficiente.
_Subaru: Garfiel… ¿Puedo pedirte que hagas algo loco?
_Garfiel: Ponme a prueba, Capitán.
_Subaru: Quiero que entretengas a Elsa y a esa niña simultáneamente.
_Garfiel: ...
Subaru sabía que estaba pidiendo algo irrazonable.
Por sí sola, Elsa era una oponente que presentaba una dificultad inigualable. Mientras Garfiel la mantenía a raya, también necesitaría llamar la atención de la enorme mabestia.
Subaru, desde su llegada a este mundo, había aprendido la amenaza que representaban las mabestias hasta un punto doloroso.
Y así,
_Garfiel: Sin problema. Déjenmelo a mí. Ya 'ntré en calor.
_Subaru: ¿¡—!? ¿S-seguro? ¿En serio? ¿Puedes hacerlo?
_Garfiel: Para eso 'stoy aquí. He 'stado hablando una barbaridad. Es demasiado tarde para quejarme de que los 'nemigos son fuertes o tienen números. Dicen que "Meeden se quedó sin escapatoria por llevar a cuestas el acantilado".
Dicho eso, Garfiel golpeó sus escudos entre ellos.
Incluso Subaru se dio cuenta de que estaba fanfarroneando, y que no se apoyaba en ninguna confianza en sí mismo.
Sin embargo, Garfiel era el único en quien podía confiar para eso.
_Subaru: Garfiel. Sé que lo dije innumerables veces en el carruaje, pero…
_Garfiel: Lo sé. Mi asombroso ser tampoco planea morir en 'ste lugar.
Garfiel interrumpió a Subaru y lo alivió empujándolo hacia delante con su hombro.
Estaba indicando que no había necesidad de decir nada más.
Repetirlo hubiera sido desconsiderado con respecto a la resolución de Garfiel. Así pues, Subaru se tragó sus palabras y devolvió un empujón al hombro de Garfiel.
Con tan sólo eso, le transmitió una enorme confianza a Garfiel.
_Garfiel: Ahora pónganse en marcha. No seré capaz de ponerme serio si se meten en mi camino.
Garfiel mostró los colmillos mientras hablaba con los demás.
Al oírlo, Otto, Petra y Frederica se miraron el uno al otro.
_Otto: Garfiel, no te mueras. No quiero andar por ahí limpiando los desastres de Natsuki-san yo solo.
_Frederica: No hemos hablado suficiente... pero de acuerdo. Hablaremos en otro momento, con la abuela a nuestro lado.
_Petra: Pu-puedes hacerlo, señor que da miedo.
Garfiel sonrió forzosamente mientras asentía a los tres.
Subaru sentía que acababan de apilar un montón de death flags sobre Garfiel, pero, en realidad, con lo enorme que era ese montón de banderas, probablemente se anularían entre ellas convirtiéndose en una reconfortante bandera de vida. Eso concluyó Subaru en un intento de aferrarse a la esperanza.
_Garfiel: Así que, tu oponente en adelante es mi asombroso ser. 'Sta vez no me distraeré ni dejaré que flirtees por ahí. ¡Mis garras, colmillos y escudos te van a hacer llorar!
Rugió Garfiel mientras se daba la vuelta.
Bañada directamente en su agresividad, Elsa sonrió mientras la niña de la montura gruñía.
_Elsa: Meili, no interfieras esta vez.
_Meili ¡Pero eres tú la que está interfiriendoo, Elsa! ¡Sólo estoy haciendo lo que mamá dijoo!
Mientras tenían su desacuerdo, Elsa y la niña atacaron a Garfiel.
Garfiel se preparó mientras recibía el fuerte golpe en un escudo y el certero golpe en el otro, las chispas volaron mientras Subaru huía tan rápido como podía.
_Subaru: ¡Otto! ¡Frederica! ¡La situación ha cambiado! ¡Ya que no podemos dejar la mansión desde ningún sitio normal, escaparemos por una ruta diferente para que no nos coman las mabestias!
_Otto: Aunque digas "una ruta diferente", estoy seguro de que nos enfrentaremos al mismo resultado incluso en el caso de encontrar una puerta trasera. Si no podemos apoyarnos con Garfiel en el combate, ¿qué deberíamos hacer?
_Subaru: ¿Qué tal si haces frenéticas negociaciones mabestiales con tu Protección Divina del Lenguaje del Alma, y dependiendo de cómo salgan las negociaciones, ellos nos ceden el paso y nosotros escapamos? Esta es tu oportunidad de tener el papel protagonista.
_Otto: ¡Las mabestias generalmente dicen "yo comerte entero", así que no es realmente una conversación!
Para empezar, era una débil esperanza, y Otto parecía miserable cuando respondió a ella mientras corría junto a Subaru.
Existen personas con las que puedes hablar, pero no comunicarte. Este principio parecía aplicarse tanto para humanos como para animales. Elsa era un muy buen ejemplo de ello.
Lo que significaba que sólo quedaba un camino de escape en el que Subaru pudiera pensar—
_Frederica: Subaru-sama. Se me ocurre una ruta de escape.
_Subaru: Lo sé, Frederica. Probablemente sea el mismo lugar que voy a sugerir. Pero…
Había un problema con esa ruta.
Justo cuando Subaru iba a señalar cuál era, salió corriendo del pasillo y se tragó su aliento.
_Subaru: No importa a dónde vayamos, no nos lo pondrán fácil, ¡joder!
—Ante ellos, dos hienas se dieron cuenta de su presencia y venían corriendo a atacar.
Aunque el elenco de la batalla de la mansión Roswaal había cambiado, la lucha seguía siendo acalorada.
— Choques de acero contra acero resonaban en sucesión.
_Garfiel: ¡Ghaaaaaaaahgr!
_Elsa: ¡Ajajaja! ¡Maravilloso, maravilloso, maravilloso!
Su cuerpo danzaba a través del aire. Sus cuchillas se movían sin rumbo fijo, buscando cortar los órganos de Garfiel.
Nadie sabía cómo era capaz de moverse de tal forma. Cada ataque, por simple que pareciera, se acercaba con la fuerza y precisión como para hincarse en la carne de Garfiel.
El filo torcido de su arma cortaba el aire más rápido que la velocidad del sonido, moviéndose literalmente a una velocidad ultrasónica. Garfiel redirigió el ataque hacia arriba con sus escudos, defendiéndose al dejarlo deslizarse en lugar de bloquearlo directamente.
La potencia de la cuchillada de la mujer seguía siendo mortal mientras ella únicamente cambiaba la trayectoria de su ataque. Su cuerpo se movió a un lado, siguiendo el movimiento. Aprovechando esa apertura, Garfiel apuntó al ahora expuesto abdomen de la mujer y pateó.
La patada de Garfiel era tan poderosa como un cañonazo, siendo capaz de destruir paredes de piedra con facilidad.
Si llegara a golpear a alguien con toda su potencia, su carnoso cuerpo humano no ofrecería ninguna resistencia ante la sobrecogedora fuerza que destruiría sus entrañas.
Y, de hecho, Garfiel había logrado acertar tales golpes, pudiendo haber pulverizado la carne y los huesos de la mujer varias veces. Sin embargo,
_Elsa: Ya he visto eso antes.
_Garfiel: ¡¡No me jodas!!
La mujer giró su costado y espalda expuestos, sacándolos de la trayectoria de la patada. El pie de Garfiel pasó a lo largo de la espalda de la mujer, simplemente rozándola, antes de enredarse en su capa color azabache.
Fue tan sólo un instante, pero posiblemente fue un fatal retraso tanto para la mujer como para Garfiel.
_Elsa: Hah—
Con una rápida exhalación, la mujer alargó su brazo alrededor de su espalda, enredando aún más la capa en la pierna de Garfiel. Su otra mano se lanzó desde atrás y ella, a mitad de una voltereta, se apresuró a atacarlo.
El ataque cortaría el muslo de Garfiel en dos — y antes de poder pensarlo, Garfiel brincó con su pierna libre y pateó con ésta justo debajo de su pierna enredada.
El pie izquierdo de Garfiel chocó contra el llano del filo que ascendía.
Metal y muñeca se rompieron y la mujer gritó sensualmente, soltando su cuchillo. Ella se retiró; pero Garfiel, al tener la pierna aún enredada, cayó al piso y no pudo ir tras ella. Él usó el impulso de su patada y colocó las manos en el piso para alejarse por medio de una voltereta, poniendo terreno entre ellos antes de desenredar el pie.
_Garfiel: Rompí tu muñeca y tu cuchillo, jaja.
_Elsa: No hay problema. Tengo cuchillos de sobra y mi mano podrá volver a moverse dentro de poco. Y mi capa... es prácticamente un estorbo al pelear contigo.
_Garfiel: Te puedes ahorrar tu fanfarronería.
_Elsa: Probaremos en tus entrañas si esto es fanfarronería o no.
Garfiel usó la capa que robó para limpiarse el sudor y luego la tiró a un lado del pasillo.
Elsa ignoró eso mientras ligeramente tocaba su torcida mano izquierda con la derecha, y le hablaba a la masiva silueta tras ella.
_Elsa: Meili. No te quedes mirando, dame otro cuchillo.
_Meili: Cielos, siempre haciendo lo que quieres, Elsa. No soy tu mula de carga ni tu asistente de cuchillos. Y como sigues peleando así, Roca-cerdito no puede interveniir.
La chica montada sobre la masiva mabestia hizo pucheros como respuesta, mientras le lanzaba algo a Elsa. Era una funda de los cuchillos que usaba. Ella sacó dos kukri nuevos de esta, sosteniendo ambos en una mano mientras se familiarizaba con el agarre; y entonces miró hacia arriba a la chica.
_Elsa: Tu lindura se arruina al traer a esa gigantesca mabestia contigo. Pero me alegra bailar con él sin ningún tipo de molestias entrometiéndose.
_Meili: Pero sería ridículo que te entretuvieras en esto y dejases que la presa se escapase. Si mamá se llegase a enterar de esto, seguro que te regañaría. Le diré a mamá que fuiste traviesa, Elsa.
_Elsa: Si me asustaran los regaños, entonces no comenzaría sin ti ni te robaría la comida. Es suficiente que tú y los demás actúen como niños buenos. A mí personalmente no me importa ser problemática.
Mientras hablaba, Elsa lanzó al aire los dos cuchillos y comenzó a hacer malabares con ellos usando una sola mano. El tamaño y velocidad que tenían los cuchillos al girar habrían significado perder un brazo si Elsa hubiera llegado a cometer un solo error, pero las riesgosas maniobras de Elsa terminaron con un cuchillo en su mano derecha y uno en su izquierda.
_Elsa: Mis disculpas por hacerte esperar. Parece que la espera fue suficiente para arreglar mi mano.
_Garfiel: No te preocupes por eso. Mi asombroso ser también 'staba buscando ganar tiempo, y no soy tan grosero como pa' meterme en conversaciones 'ntre hermanas. Las conversaciones familiares son jodidamente importantes.
_Elsa: Cielos. ¿Por qué crees que ella y yo somos hermanas?
_Garfiel: ¿Tal vez porque 'stán llamando "madre" a la misma jodida dama? No me importa que tu color de cabello y ojos sean diferentes a los de ella. Hablo de ser familia sin importar la sangre.
Al oír el argumento de Garfiel, los ojos de Elsa se abrieron en sorpresa por un momento. Ella se llevó la mano a la boca, y dejó salir una risa muy alegre.
_Garfiel: ¿Eh?
_Elsa: Juju... ah, no, discúlpame. No estaba esperando esa respuesta, así que me puse un poco rara... De verdad pareces un buen chico.
_Garfiel: Deja de tratarme como un niño. Mi asombroso ser es un asombroso hombre.
_Elsa: ¿En serio? Porque a mí no me parece que seas completamente hombre o adulto.
Elsa respondió al insatisfecho Garfiel con las mejillas aún relajadas.
Garfiel frunció el ceño en desconcierto, haciendo que la sonrisa de Elsa se ensanchara aún más.
_Meili: Elsa, Elsa. ¿No tienes la sensación de que este tipo con cara aterradora es en realidad alguien muy adoraable?
_Elsa: Sí, Meili. Me lo empieza a parecer. Tal vez haya visto por primera vez en un largo tiempo a alguien a quien preferiría mantener con vida después de sacarle las tripas.
_Garfiel: Basta de tanta cháchara. Ustedes dos van a tomar una siesta después de probar mis asombrosos puños.
Garfiel giraba las muñecas mientras hablaba.
Él en realidad no entendía la conversación de Elsa y Meili, pero se podía dar cuenta de que estaban menospreciando su determinación. Cuando entendió eso, Garfiel dejó de lado las palabras amables.
A menos de que se disculpasen en medio de lágrimas mientras ruegan por clemencia, Garfiel las pulverizaría hasta dejarlas inmóviles, y les daría el castigo que se merecían. —ese era el deber de Garfiel.
_Garfiel: Vamos de una vez. 'Stán gastando incluso más tiempo del que el Capitán y los demás necesitan para escapar. Y mi asombroso ser no 'spera ganar un premio por huir. Les voy a dar la paliza de sus vidas, 'nseñándoles una lección: Que mi asombroso ser es el escudo más fuerte, dentro o fuera del Santuario.
Con eso, Garfiel hizo chocar sus escudos.
Un chirrido resonó por el pasillo mientras Garfiel fortalecía su determinación ante los dos enemigos en el pasillo iluminado por la luz de la luna.
_Meili: —Pffjajaa! Elsa, ¿has oído eso? ¡Él es el escudo más fuerte! El escudo más fuerte… pff. ¡Pffjaja! ¡En verdad es adoraable!
A pesar de sus palabras, la situación terminó en que Meili se rio de ellas, y la sonrisa de Elsa también se intensificó.
No parecían sentirse amenazadas.
_Garfiel: ¿De qué carajos se ríen, eh?
_Meili: Ahh, es tan divertido. Tan divertido que sólo puedo reíír. Eres tan chistoso al pensar que eres tan fuerte, pero el grupo que huyó también es tan chistoso.
_Garfiel: ¿El grupo del Capitán es chistoso?
_Meili: Sí, lo ees. ¿Acaso no? Mis mascotas están rodeando la mansión, así que sólo hay una ruta de escape. Se suponía que Elsa tenía que estar allí; peroo, como ella se puso a actuar por su cuentaa, puse un reemplazo allí.
_Elsa: ...
Meili le lanzó una mirada crítica a Elsa, quien desvergonzadamente no le prestó atención.
Sus ojos asesinos se fijaron en Garfiel, observando cada una de sus acciones, lo cual le dificultaba extraordinariamente moverse. Y él no pudo evitar prestarle atención al comentario de Meili.
Meili golpeó la espalda de la mabestia sobre la que estaba montada, y la mirada de Garfiel se volvió más aguda.
_Meili: Además de Rocacerdito, he traído a otra gran mascota conmigoo. Él está bloqueando el camino; así quee, aunque crees que estás ganando tiempo, en realidad estás haciendo lo contrario a lo que quierees.
_Garfiel: ...
_Meili: Crees que cuando acabes con Elsa y conmigo podrás alcanzar a los demás y salvarloos, pero no es así. Así quee, el verte dando tu mejor esfuerzo para ganar tiempo, sin darte cuenta de eso, me parece tan divertido.
Siendo incapaz de omitir una sonrisa, Meili se rió de la estupidez de Garfiel.
Ante su malicia juvenil, Garfiel dio un profundo suspiro.
Ciertamente, se estaban acumulando muchos requisitos inciertos. Meili estaba en lo cierto, en verdad estaban enfrentando una situación que se salía de sus planes.
Sin embargo,
_Garfiel: Ja. Qué tontería.
_Meili: ... ¿eh?
_Garfiel: Ustedes son las que no lo 'ntienden. ¿Tienen más monstruos ahí afuera? ¿Nosotros somos los que estamos siendo acorralados? Como si el Capitán o yo dejáramos que eso pasara.
Disfrutando al ver la sonrisa de Meili desaparecer, Garfiel dio un paso adelante.
Él observó la reacción de Elsa, quien se inclinó un poco hacia adelante.
_Garfiel: El Capitán y ellos me dieron una paliza. — ¡Se reirán tan fuertemente que su 'stúpido obstáculo saldrá volando!
※ ※ ※ ※ ※
_Subaru: Estamosperdidosestamosperdidosestamosperdidos, ¿¡Qué mierda está pasando!?
Completamente sin aliento, Subaru se quejaba sentado en el suelo.
En el tercer piso del ala principal de la mansión Roswaal, en el rellano que lleva a las escaleras al último piso, estaba reunido el grupo de Subaru — Subaru, Otto, Frederica, Petra y Rem, todos conteniendo el aliento mientras se quedaban quietos.
El cansancio se volvió evidente en cada uno de ellos al sentarse allí, con profundas heridas presentes en cada uno.
Pero en especial,
_Subaru: ¿Te encuentras bien, Frederica?
_Frederica: ...Sí, esto es algo trivial, no es nada serio. Le pido disculpas por demostrar tal irresponsabilidad, Subaru-sama.
_Subaru: No llegaríamos a ninguna parte sin ti. Los patéticos aquí somos nosotros, Otto y yo. Lo lamento. Somos débiles.
_Otto: Sólo esta vez… no me es posible refutar tus burlas, Natsuki-san.
Otto suspiró, frustrado. Subaru escupió la sangre que tenía en la boca.
Ignorando el terrible dolor que sentía en todo su cuerpo, Subaru reajustó la posición de Rem en su espalda. Él cambió roles con Frederica, y ahora tenía la tarea de cargar a Rem.
Otto llevaba a Petra de la mano mientras Subaru llevaba a Rem sobre su espalda. Su única luchadora, Frederica, se colocaba justo en frente de ellos mientras abría un camino — Ese era el plan más óptimo para los cinco.
Justo después de separarse de Garfiel, el grupo de Subaru había sido atacado por dos mabestias con forma de hiena.
Entre las gemas mágicas de Otto y los puños de Frederica, apenas fueron capaces de repeler las hienas, pero luego descubrieron que había más mabestias instaladas en toda la mansión para atormentarlos.
Muchísimos ratones con alas negras, como las de los murciélagos, acechaban en el pasillo entre el ala principal y el ala independiente.
Grandes canes de piel moteada, como la de las hienas, merodeaban por la mansión, acechando para atacar a todo lo que se movía.
Tarántulas que tejían una red sobre el grupo justo cuando entraban a una habitación, y se lanzaban sobre ellos en cuanto bajaban la guardia.
Tuvieron una batalla particularmente difícil al lidiar con una serpiente de dos cabezas que era tan ancha como el brazo de Subaru.
Lograron alejar a los ratones usando humo, Frederica superó a los canes usando sus garras, huyeron de las tarántulas mientras éstas les pisaban los talones, Otto lidió frenéticamente para entretener a la serpiente el tiempo suficiente como para que Subaru la sostuviera e hiciera que Frederica la decapitara dos veces — y ahora se encontraban aquí.
_Subaru: Nosotros simplemente, estamos completamente… hemos perdido al habernos tenido que separar de Garfiel.
_Otto: No seas tan pesimista. Ahora es cuando Garfiel estaría declarando con confianza que tendremos éxito, así que mantengamos unas expectativas por lo menos iguales a las que él tiene de nosotros.
_Subaru: Con lo diligente que eres, realmente no pareces apto para ser un comerciante...
Otto era el que parecía estar menos cansado de todos. Subaru le dio una sonrisa burlona, se motivó a sí mismo y se levantó.
Al cargar a Rem sobre su espalda, Subaru se entristeció por lo ligera que ella era. Él había oído que las personas inconscientes o dormidas eran difíciles de cargar, pero con Rem ese no era el caso.
Apenas podía sentir su peso o su calor. Su mera presencia era vaga. Su débil pulso y respiración probaban que estaba viva, mientras Subaru la acomodaba en su espalda. Como si temiera dejarla caer sin darse cuenta, aunque eso jamás pasaría.
_Petra: Frederica onee-sama...
_Frederica: No te preocupes, Petra. No hay necesidad de que te preocupes tanto… llegaremos a nuestro destino dentro de poco.
Frederica respondió a la mirada nerviosa de Petra con una dulce sonrisa.
Pero su situación no era tan buena como quería hacerlo parecer. Una hiena había lastimado su brazo durante una pelea, ella era incapaz de levantar su sangrante brazo izquierdo, y sus movimientos carecían de su usual esplendor.
No podían esperar que ella peleara con todas sus fuerzas, y necesitaban un lugar para descansar y curarse.
_Subaru: Bueno, sí, de verdad estamos cerca de nuestro destino.
Murmuró Subaru mientras miraba hacia la escalera, la cual llevaba al piso más alto.
El grupo trataba de llegar a la oficina de Roswaal. Buscaban la ruta de escape que había allí, la funesta ruta que permitió la invasión de Elsa en todos los bucles anteriores.
La primera vez, cuando fracasó el plan para escapar de la mansión, Subaru estuvo a punto de descartar esta ruta — pero, tras tener una conversación con Frederica, cambió de parecer.
Ocurrió justo después de separarse de Garfiel y repeler a las dos hienas.
_Frederica: Hay un pasadizo secreto en la oficina del Amo que conduce al exterior. A través de él, tal vez seamos capaces de escapar de la mansión y huir a una cabaña en el bosque. Si usamos ese pasadizo—
_Subaru: Lo lamento, Frederica, pero no va a ser tan fácil. Hay mabestias al acecho en el pasadizo. Ya que ese fue el camino por el que entró esa mujer.
_Frederica: ...
Aún siendo consciente de que la situación era casi desesperada, Subaru tuvo que reportar esta información.
Subaru se había topado con Elsa antes al tratar de revisar el pasadizo. No sabía si ella había entrado por esa ruta en este bucle, pero ella por lo menos debía conocer la existencia del pasadizo.
_Subaru: Basándome en lo que dijeron Elsa y esa chica… parece que ellas tienen otros aliados. Dejando a un lado si esa "mamá" realmente es su madre, teniendo en cuenta que no se parecen en nada… Si van a crear una retaguardia, entonces van a poner a alguien en ese pasadizo.
Por supuesto que lo bloquearían.
Las mabestias rodeaban la mansión, y también había un enemigo en la ruta de escape. Estaban atrapados completamente, y Subaru quemaba neuronas pensando.
La situación era desesperada.
Era una desgracia que, en una situación en la que su ruta de escape era ineficaz, no pudieran contar con la ayuda de Beatrice.
No habrían tenido que angustiarse por esto si Subaru hubiera tenido éxito en convencer a Beatrice. Con su Pasaje de la Puerta, escapar de este lugar habría sido tan simple que ni siquiera habrían tenido que pensar en nada.
_Subaru: ...Qué egoísta soy.
Subaru sabía de la angustia de Beatrice y de la razón tras ella, y aun así seguía tratando de depender de su ayuda.
Él no pudo ayudarla porque falló en sacarla de allí, y eso en sí probaba que él no la veía correctamente.
Era normal que ella le odiara y lo echara de la habitación.
_Otto: Natsuki-san.
_Petra: Subaru.
Quizás pensando algo acerca de la cara de Subaru mientras éste estaba sumergido en sus propios pensamientos, una mano se posó en su hombro y un ligero tirón se sintió en su manga.
Él se giró y vio que la mano era de Otto, que estaba a su derecha, y quien jaló su manga fue Petra, que estaba a su izquierda. Cada uno usó su propio método para traer a Subaru de vuelta a la realidad, para luego darse cuenta de que habían hecho lo mismo y fruncieron sus ceños.
Mientras miraba a ambos, Subaru suspiró, sintiéndose salvado.
_Frederica: Subaru-sama. Aunque ese sea el caso, creo que deberíamos escoger ese camino.
Subaru levantó la cabeza; mientras que Frederica levantó el dedo.
_Frederica: Tal y como ha dicho, ahora mismo parece que estamos entre la espada y la pared. Feroces mabestias rodean la mansión, y el enemigo conoce nuestra única ruta de escape. Uno normalmente pensaría que seremos asesinados inevitablemente…
_Subaru: Sí, claro. Pienso lo mismo, así que he estado pensando si por lo menos deberíamos buscar un punto débil en el perímetro de las mabestias, pero…
_Frederica: Por cierto, Subaru-sama. ¿Dónde conoció a esa asesina?
Interrumpido por la pregunta en voz baja de Frederica, Subaru contuvo el aliento en silencio.
Incapaz de averiguar sus intenciones al preguntar eso, Subaru asintió.
_Subaru: Sí… Ella atacó a Emilia en la Capital. El Santo de la Espada apareció por casualidad y gracias a eso salimos con vida. Aunque definitivamente sería demasiado conveniente esperar que ese bomboncito apareciera en escena aquí.
_Frederica: Ya veo. En vuestro último encuentro se vio envuelto el actual Santo de la Espada. No, independientemente de eso, no importa. No deseo saber los métodos usados anteriormente para repeler a la mujer, preferiría saber de su personalidad.
_Subaru: ¿Su personalidad?
Subaru ladeó la cabeza ante la pregunta más bien confusa de Frederica.
_Subaru: Bueno, su personalidad es la de la fetichista rara que parece ser. Ella es la Cazadora de Entrañas, le encanta abrir los vientres de la gente y revisar sus entrañas. Ella está en lo alto del top mundial de peligrosidad.
_Frederica: Y juzgando por cómo parecía disfrutar su confrontación con Garf, ella estaría particularmente empeñada en hacer el trabajo con sus propias manos… ¿correcto?
_Subaru: No es que la conozca mucho, pero sí, probablemente ella sea ese tipo de persona... ¿A dónde quieres llegar?
_Frederica: Es simple, Subaru-sama. —Al enemigo también le están ocurriendo eventos inesperados en este ataque.
Una poderosa afirmación.
Los ojos de Subaru se abrieron en sorpresa.
_Frederica: Actualmente, las mabestias rodean la mansión. La joven que también estaba presente probablemente es quien las manipula... tal vez debamos considerarla una domadora de mabestias. El plan original del enemigo debió ser asaltar la mansión mientras el perímetro de mabestias ya estaba ubicado, y luego atacar a los que estuviéramos dentro, o eso es lo que parece.
_Subaru: ¿Qué te hace pensar eso?
_Frederica: —El tiempo de los ataques de la domadora de mabestias y la Cazadora de Entrañas no estaba sincronizado.
Por un momento, Subaru frunció el ceño mientras pensaba. Pero inmediatamente se dio cuenta de lo que Frederica estaba tratando de decir, y golpeó un puño contra la palma contraria.
_Subaru: ¡Eso es!, ¡así que eso es! Mierda, ¿por qué no me di cuenta? Claro, ¡Frederica está en lo cierto! Con esa personalidad tan rara de ella, ¡por supuesto que esto iba a pasar!
_Otto: ¿Qu-Qué es? No entiendo qué tiene eso que ver con todo…
Subaru pateó el piso, frustrado y emocionado. Otto se veía nervioso de alguna manera, pero Subaru simplemente asintió.
_Subaru: Es muy simple, Otto. Se supone que el ataque de las mabestias debía arrinconar a todos en la mansión. Y, al estar acorralados, no podríamos huir normalmente. Así que iríamos por el pasadizo secreto. —Es el rumbo natural de las cosas, ¿verdad?
_Otto: Ese habría sido exactamente el rumbo que habríamos tomado, ¿correcto? Pero, ¿no estábamos diciendo que el enemigo sabe de la existencia de ese pasadizo y por eso no podemos usarlo?
_Subaru: Exacto. El plan de ataque era: nosotros somos acorralados y corremos hacia el pasadizo oculto, y ahí es donde todos somos asesinados por Elsa, quien está a la espera. Ese era su plan... Pero se ha descaminado. Elsa no está en el pasadizo en este momento.
_Otto: ...
¿Y por qué ella no está allí?
Considerando la disposición de Elsa, la respuesta era obvia.
_Subaru: Elsa no quería perder a la presa, así que empezó a moverse por su maldita cuenta. Por eso no está en sincronía con la domadora de mabestias. Y significa que no está en el lugar que debería estar bloqueando. — ¡Así que no hay nadie en el pasadizo escondido!
_Frederica: El plan original había sido que la mujer esperara para hacer una emboscada en el pasadizo. En consecuencia, dado que los acontecimientos se apartan de los planes, es extraordinariamente improbable que un guardián esté obstruyendo el pasadizo. Tarde o temprano, el enemigo seguramente se dará cuenta de que la situación se ha desviado de sus planes. Mientras más tiempo pase, más probable es que ellas hayan enviado a otro individuo al pasadizo.
_Petra: ¡Así que debemos ir allí mientras aún no haya nadie!
Basándose en las teorías de Subaru y Frederica, Petra prácticamente saltó mientras daba la respuesta.
Subaru rio al tiempo que puso la mano sobre la cabeza de Petra y dijo "Matrícula de honor" mientras acariciaba su cabello castaño rojizo vigorosamente.
_Subaru: Con la información que tenemos, eso es lo más probable. De todos modos, es una idea más esperanzadora que atravesar el perímetro de mabestias de afuera. En el peor de los casos, al menos podemos comprobar lo que está pasando en la oficina... Hagámoslo. ¡Ésta es la única manera de que todos salgamos sanos y salvos!
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