_Subaru: Ah, maldición, realmente estoy a punto de desintegrarme y morir...
Después de que la diversión en el salón del té se hubiera disipado, un exhausto Subaru se había ido a su habitación.
Todos habían alabado inexplicablemente a Subaru, antes de ocuparse con varias conversaciones entre facciones, como si se hubieran olvidado de la oposición entre ellas.
Obviamente no se podía decir que nadie tenía la intención de tratar de ahondar en los secretos de las otras facciones, pero la mayoría de las conversaciones eran sólo charlas ociosas y divertidas.
Aunque las candidatas podrían terminar enfrentándose en cualquier momento, todas ellas eran mujeres de una edad similar, por lo que la conversación sobre temas distintos al estado del reino les resultaba muy natural.
De hecho, Emilia había deseado tener la oportunidad de hablar con otras chicas de su edad.
_Subaru: Bueno, se podría decir que una conversación entre Emilia-tan y Beako sería así...
_Beatrice: No menciones su verdadera edad, de hecho. ¿Quieres empezar una guerra, supongo?
Beatrice regañó al imprudente Subaru con una voz aguda.
Al girarse para ver la fuente del sonido, Subaru vio a Beatrice sentada sobre un montón de edredones doblados en medio de la habitación, tratando desesperadamente de aliviar sus pies entumecidos.
_Subaru: Aunque eres un espíritu, tus pies se durmieron. ¿No se supone que los espíritus no tienen sistema circulatorio?
_Beatrice: Sí tengo sistema circulatorio; el cuerpo de Betty está diseñado para imitar todo lo posible a un cuerpo humano real, de hecho. Betty sentirá el dolor que los humanos pueden sentir, supongo. Si me sumerjo demasiado tiempo bajo el agua, perderé el conocimiento, de hecho.
_Subaru: ¿Así que tú también respiras?
_Beatrice: Por supuesto que sí... ¡oye, no intentes oler el aliento de Betty, supongo!
Cuando la nariz de Subaru se acercó a ella, una ligeramente avergonzada Beatrice tiró de los edredones a su alrededor para cubrirse. Subaru aprovechó la oportunidad para masajear su entumecido pie, que parecía que había vuelto a la vida. Los ojos de Beatrice se humedecieron.
_Beatrice: Eso duele, de hecho... Estoy a punto de llorar, supongo... Subaru, eres un maltratador, de hecho...
_Subaru: De acuerdo, de acuerdo, me equivoqué, lo siento. Ven aquí, ven aquí.
Él se dio palmaditas en las rodillas con una sonrisa forzada mientras se sentaba, y Beatrice se movió de los edredones a su regazo. Y mientras él acariciaba la cabeza de Beatrice,
_Subaru: En cualquier caso... La decoración interior la convierte en una bonita habitación, y parece que el personal hizo todo lo que pudo para que estuviera a la altura del resto del hotel... pero aquí hay algunas deficiencias sutiles.
Probablemente se debía a que la técnica para usar la madera se desarrolló aquí de manera diferente a como lo había hecho en su mundo original.
El diseño del Pabellón Fluvial del Plumaje se parecía bastante al diseño de un ryokan del mundo original de Subaru, pero a pesar de la presencia de vigas de madera y puertas de papel, había algo que no encajaba.
Las camas probablemente tuvieron muchas pruebas de ensayo y error antes de que los diseñadores se decidieran a poner pieles de animales sobre una cama de madera.
La sensación no era mala, sólo se diferenciaba ligeramente de lo que Subaru estaba acostumbrado.
_Subaru: Realmente no puedo estar de acuerdo con no dormir en el suelo sólo porque las normas sociales dictan que las cobijas deben ir en las camas.
_Beatrice: Poner una cobija directamente en el suelo es de pobres, de hecho. Betty no puede perdonar que su partner se convierta en un hombre sin ingresos, supongo.
_Subaru: Siempre te estoy dando demasiado trabajo.
_Beatrice: ¿Qué se supone que significa eso, de hecho?
_Garfiel: ¿De qué 'stán hablando ustedes dos?
Beatrice, quien se había coordinado con Subaru para molestarse mutuamente, se sobresaltó ante la repentina aparición de una tercera voz. Pero, sus pies seguían entumecidos, por lo que perdió el equilibrio y cayó en el manojo de edredones que había en el suelo. Subaru rápidamente se acercó a ella y la levantó.
_Subaru: ¿Garfiel? ¿Ya terminó tu aventura?
_Garfiel: La enana finalmente me dejó libre después de 'star todo el día juntos. Beatrice, ¿por qué estás tan alterada?
_Subaru: ¡Ella nunca había estado tan lejos de casa, así que está superemocionada! Incluso le cuesta dormir, ¿no te parece adorable?
De pie en la entrada de la habitación, Garfiel sonrió lo suficiente como para revelar sus afilados dientes.
Debido a que el cuarto de huéspedes también tenía una puerta de papel, Beatrice no la había oído abrir y se asustó por la repentina intrusión. Subaru, por otro lado, estaba sentado frente a la entrada, así que había visto a Garfiel inmediatamente.
_Subaru: Entonces, ¿qué pasa? ¿Es la hora de cenar?
_Garfiel: Nah, creo que la cena será más tarde. Es que no tenía nada que hacer solo en mi habitación, Capitán, y 'ncima Otto aún no ha regresado.
_Subaru: Bueno, Otto no es un niño, así que no tienes que preocuparte demasiado por él. Aunque nos endeudemos aquí, dudo que él nos cause algún problema extra mientras lo resolvemos.
_Garfiel: Cierto.
Otto se había ido hacía unas horas para saldar una deuda. Garfiel no tenía nada que objetar a eso, ya que, después de todo, él sabía cómo era Otto.
Obviamente, cuando se trataba de pedirle ayuda, había algo increíblemente confiable en él.
_Subaru: Pero no son lo mismo.
_Garfiel: ¿De qué 'stás hablando, Capitán?
Naturalmente, Garfiel estaba acostumbrado a los frecuentes murmullos que Subaru se decía a sí mismo. Y, en ese momento, Garfiel señaló hacia el pasillo con su barbilla.
_Garfiel: Si 'stás libre, ¿puedes venir conmigo por un rato, Capitán?
_Subaru: ¿Ir contigo? Ah, ¿un baño? Un baño, ¿verdad? Suena bien. El baño al aire libre es demasiado agradable como para no ir a disfrutarlo. Estaba mirando por ahí hace poco y encontré yukatas de baño. ¡La idea de ver a Emilia-tan vistiendo un yukata es suficiente para levantar mi ánimo! ¡Estoy muy entusiasmado!
El piso de tatami y el estilo arquitectónico eran muy difíciles de reproducir, pero la yukata parecía haber sido comercializada. Subaru rindió aquí un tributo mental a los responsables de construir la cultura de Kararagi.
Sin embargo, de pie ante un Subaru tan emocionado, Garfiel tenía una expresión seria, tan sombría que ni siquiera Subaru podía seguir bromeando. Una mirada de preocupación apareció en su rostro.
_Subaru: Garfiel. ¿Qué pasa? ¿Hay algo que quieras hacer?
_Garfiel: Bueno, en realidad no es gran cosa, pero...
Tocando la cicatriz blanca en su frente, Garfiel se quedó en silencio por un momento.
Luego miró directamente a Subaru.
_Garfiel: Sólo quiero saber 'xactamente cuán fuerte es el héroe más grande del mundo.
El rústico patio del Pabellón Fluvial del Plumaje, pavimentado con grava, tenía elegancia y estilo japonés.
Aunque esperar un estanque extravagante sería demasiado, las plantas parecidas al bambú a cada lado del camino de piedra eran un buen toque.
_Subaru: Aun así, Wilhelm-san decidió no venir con nosotros.
Subaru estaba sentado en un escalón al final de un pasillo que daba al patio, jugando con la grava con los dedos de los pies mientras pensaba en el anciano de pelo blanco que había rechazado indiferentemente su invitación con una expresión de disculpa.
¿En qué estaría pensando Wilhelm? Se aburrirá si se queda solo en su habitación hasta la hora de la cena.
_Subaru: Pero… no parece el tipo de persona que se preocuparía por cómo pasan el tiempo los demás.
_Julius: Decirlo así hace que suene como si estuviéramos espiando a esos dos, a pesar de que nos invitaron aquí.
_Subaru: No es como si yo estuviera aquí porque quisiera estar... aunque sí que estoy aquí.
Subaru le contestó sarcásticamente a Julius, quien estaba sentado a su lado en el pasillo con las piernas cruzadas con elegancia y asintió con una sonrisa, como si dijera «Es verdad». Sin embargo, el hombre que estaba sentado al otro lado de Subaru no quería admitirlo con tanta franqueza.
_Ferris: Oh, por favor. Hah. ¿Crees que Ferri-chan está aquí porque quería verlo? Subaru-kyun me arrastró hasta aquí y parecía tan ansioso que no quise protestar, nyan.
_Subaru: Bueno, lo siento, supongo. Deberías estar aquí en caso de que algo malo ocurra. Aunque, parece que eso no va a ser necesario.
Subaru miró de reojo a Ferris, quien agitaba sus orejas de gato, y luego miró más allá para ver el increíble ritmo de la batalla que estaba ocurriendo en el patio.
El contendiente se movía tan rápido, que los ojos de Subaru apenas podían seguirle el ritmo. Aun así, podía afirmar una cosa claramente.
_Subaru: En serio. Reinhard es un maldito monstruo.
_Julius: Aunque es difícil de negar, no me gusta usar esa palabra para describir a un amigo.
_Ferris: Ya sería bastante difícil negarlo en circunstancias normales, nyan.
— Lo que ocurría ante ellos reafirmaba sus conclusiones.
En el patio pavimentado con grava, se escenificaba un fiero combate entre un rugiente adolescente rubio y el héroe pelirrojo que se defendía de él.
El desafiante, Garfiel, ardía a través de un flujo interminable de motivación mientras atacaba a Reinhard desde todos los ángulos posibles. Sin embargo, ya fuera usando garras, colmillos, piernas, codos o rodillas, cada uno de sus ataques fueron vistos y evadidos con facilidad.
Por no mencionar,
_Subaru: Ese tipo, ¿realmente está ahí parado sin moverse?
_Julius: Esa fue la condición original, después de todo. Reinhard nunca la incumpliría. Sin embargo, no lograr hacer que se mueva probablemente es humillante para Garfiel.
Garfiel siguió lanzándole ataques a Reinhard desde diferentes direcciones, tratando de aprovechar esas oportunidades para exponer una abertura en su defensa. Pero, por mucho que lo intentase, Garfiel no encontraría una debilidad que no existía. No sólo eso, Reinhard estaba esquivándolo todo sin esforzarse demasiado.
Desde el comienzo de este apresurado desafío, Reinhard había estado de pie en el mismo lugar sin haber cedido ni un centímetro.
Aunque Garfiel cargaba contra él repetidamente, los dos pies de Reinhard permanecieron fijos en su lugar.
— Al principio, cuando Garfiel visitó la habitación de Reinhard para retarlo, Subaru consideró que era un movimiento temerario.
Pensándolo bien, el que Reinhard aceptase el reto de Garfiel, fue completamente inesperado.
En el fondo, la contienda no era más que el producto del deseo de Garfiel. Y aceptar dicho desafío no le daba ningún beneficio a Reinhard. Si además se tomaba en cuenta la diferencia de fuerza entre los dos, era poco probable que Reinhard se dejara llevar por un sentido infantil de masculinidad. Y luchar contra Garfiel era en algunos aspectos un peligro innecesario, considerando la complicada relación entre Reinhard, los caballeros reales y sus oponentes políticos. Aunque creyera que nadie había preparado trucos o tendido trampas, aceptar el desafío era innecesario.
Teniendo todo esto en cuenta, era improbable que sucediera el combate, y Subaru consideró descartar por completo la idea.
Sin embargo, desde el fondo de su corazón, Subaru quería ver semejante combate.
Sin duda alguna, Garfiel Tinsel asumió la responsabilidad de servir como poder de combate de la facción de Emilia. Sin embargo, las condiciones externas a menudo pueden influir en el resultado de un conflicto, por lo que es claramente imposible lograr la victoria únicamente a través de la batalla. Además, Garfiel tenía bastantes defectos.
La facción de Emilia había ganado mucha fama a lo largo del año pasado, y mucha atención se dirigió hacia Garfiel.
Garfiel se había vuelto bastante arrogante debido a que todos los miembros de la facción de Emilia reconocieron y elogiaron su fuerza. Él siempre había sido capaz de estar a la altura de esas expectativas mediante resultados y logros.
Sin embargo, esa consideración unilateral de Garfiel también planteó un hecho preocupante.
Garfiel aún no se había enfrentado a suficientes oponentes tan fuertes como él desde que saliera del Santuario.
La única persona que había luchado contra él en igualdad de condiciones era la demonia homicida Elsa, durante la batalla en la vieja mansión de Roswaal, la cual había terminado con la victoria de Garfiel. Desde entonces, no había experimentado ninguna batalla reñida que le hubiera obligado a mostrar toda su fuerza.
Aunque Garfiel había perdido una vez contra Subaru, Otto y Ram, se podría decir que le vencieron únicamente gracias a sus trucos sucios.
En lo que a una batalla limpia y justa se refiere, Garfiel Tinsel nunca había sido derrotado desde su nacimiento.
— Por eso, aun sabiendo que era cruel, Subaru anhelaba que se produjera una batalla entre Reinhard y Garfiel.
Era posible continuar sin perder y permanecer desconociendo sus propios límites; pero, si permaneciera ignorante de sus propios límites y simplemente confiara en la suerte de enfrentarse continuamente a oponentes más débiles que él, entonces Garfiel nunca estaría seguro de hasta dónde llegaba exactamente su propia fuerza.
Subaru eligió confiar en el poder de Reinhard van Astrea, el héroe al que Subaru sólo había visto una vez en acción.
_Subaru: Confié en su poder... pero no pensé que la diferencia sería tan grande.
La situación había avanzado en la dirección que Subaru esperaba. Sin embargo, no estaba tan sorprendido como asombrado; hasta tal punto, que las reacciones exageradas habrían sido redundantes.
Cuando acompañó a un emocionado Garfiel a la habitación de Reinhard, Subaru hizo la petición sin rodeos y Reinhard consintió de buena gana. Subaru se sorprendió tanto que casi se cayó.
Después, en respuesta a la sugerencia de Garfiel de salir de la ciudad para evitar víctimas inocentes, Reinhard respondió con una sonrisa: «El patio es lo suficientemente espacioso, aunque deberíamos decirle al gerente que no vamos a dañar su propiedad».
Reinhard probablemente no pretendía que sus palabras sonasen maliciosas, pero sirvieron como una provocación más que suficiente para Garfiel.
Garfiel aceptó la propuesta de Reinhard, emitiendo un aura de ira tan intensa que Subaru, quien estaba de pie junto a Garfiel en ese momento, apenas mantuvo la compostura cuando sintió su furia casi clavada en Reinhard.
Luego se dirigieron hacia el patio del hotel, donde se establecieron algunas reglas. No se permitían las armas ni las Protecciones Divinas peligrosas, y también estaba prohibido herir al contrincante.
Durante ese tiempo, Subaru llamó a Ferris por si se producía alguna lesión. También invitó a Julius y a Wilhelm como comentaristas de la batalla. Desafortunadamente, Wilhelm declinó, así que terminaron siendo sólo Julius y Ferris quienes vieron la batalla con él.
Y Otto aún no había regresado.
_Subaru: Por cierto, no le mencioné esto a las mujeres ni a los hermanos de Mimi.
_Julius: Creo que eso es sabio. Si Anastasia-sama se enterase de esto, sin duda lo convertiría en un espectáculo. Y si lo supieran Hetaro o Tivey, entonces Mimi seguramente se enfadaría.
Julius estuvo de acuerdo con Subaru mientras contemplaban lo que sucedía en el patio. Era inevitable que la gente se emocionase ante una batalla tan emocionante.
Garfiel seguramente había considerado desde el principio de la contienda que se reunirían un puñado de espectadores. En lugar de lamentar un mal desempeño por no poder usar toda su fuerza, él quería que la lucha se llevara a cabo en un lugar donde lo único que importara fuera la habilidad real.
El patio del hotel era espacioso, pero no lo suficiente como para servir de escenario para una feroz batalla; aunque al menos permitiría apreciar el paisaje. Y Reinhard también había planteado la condición de «no dañar el escenario».
El objetivo de elegir este escenario era forzar a Garfiel a ser considerado o a arrepentirse de dejarse llevar por la ira, como lo haría naturalmente un niño.
Pero Subaru se preguntaba qué resultaría de esto.
_Subaru: Oye, Julius, ¿puedo hacerte una pregunta?
_Julius: Puedes preguntarme más de una vez si quieres, pero si voy a responder o no es otra historia.
_Subaru: No digas cosas tan ambiguas. Por eso te odio.
Subaru posó su barbilla sobre una mano, y empezó a hablar en un tono serio.
_Subaru: En tu opinión, ¿cómo es Garfiel?
_Julius: —Es fuerte. Según los rumores, él es el escudo que protege a Emilia-sama. Es una reputación bien merecida. Aunque, conociendo su asociación contigo, mis expectativas se vieron psicológicamente disminuidas.
_Subaru: Voy a darte una paliza.
_Julius: Él es fuerte. Realmente tiene talento. En términos de combate solamente, no sé si podría ganarle o no. Y tiene mucho margen para crecer.
La poderosa afirmación de Julius reveló que estaba emocionado de ver esa posibilidad y que el potencial dormido dentro de Garfiel era bastante genuino.
También parecía admitir una envidiosa admiración por el talento de Garfiel.
Eso no sorprendió a Subaru, ya que Julius también era un luchador.
_Ferris: Peeero, aunque le espera un futuro brillante, es triste que ahora mismo Reinhard esté jugando con él, nyan.
Ferris dijo una cruel verdad.
Sin embargo, nadie podía decir nada para negarlo. Era evidente para todo el mundo. El propio Garfiel podía verlo más claramente que cualquier otro.
Tal vez Garfiel algún día camine entre los más fuertes. Tal vez llegaría a ser el más fuerte.
Pero, en este momento, al enfrentarse al hombre más fuerte del mundo, lo que describía mejor qué le estaba ocurriendo a Garfiel era que estaban jugando con él.
_Garfiel: ——tch.
_Reinhard: Es una lástima. Demasiado precipitado.
El Santo de la Espada extendió su brazo hacia adelante, agarrando el brazo de Garfiel. Con un amplio movimiento, lo arrojó sin piedad a la dura gravilla.
Una nube de polvo se levantó como resultado del impacto. Garfiel rápidamente intentó volver a ponerse de pie, pero notó la mano de Reinhard sobre su frente, dejándolo completamente inmóvil.
Antes de suspirar,
_Garfiel: Perdí.
Aun a pesar de estar siendo observado por otros, Garfiel admitió su derrota.
Ser capaz de admitirlo indicaba que seguramente Garfiel todavía mantenía su autoestima, aunque fuera por poco.
Subaru esperaba que eso le sirviese de pequeño consuelo, al menos.