Este niño, en un intento de proteger a su amiga de la infancia, había aceptado un pacto con el diablo. Y, aun experimentando todo este sufrimiento, Lusbel estaba más preocupado por su amiga que por sí mismo.
A pesar de que sus piernas temblaban, a pesar de que sus dientes castañeaban, a pesar de que su vista estaba borrosa por las lágrimas, a pesar de que ya no era capaz de formar frases coherentes.
_Subaru: Tranquilo. En esta ciudad, hay personas de confianza… muchas…
Su voz ronca era incapaz de transmitir lo que quería decir.
Si quería que este chico se tranquilizara, hacía falta que Subaru dijese palabras reconfortantes y con convicción. El Santo de la Espada estaba en esta ciudad ahora mismo. Al igual que el Caballero de los Caballeros, y el mejor sanador del reino. Tenía aliados que podían destruir pequeñas ciudades.
Por lo tanto, no había necesidad de tener miedo. El mal no podría campar a sus anchas. Sí. Exacto.
No había de qué tener miedo. Así que,
_Subaru: Así que... ¡¡piernas, dejen de temblaaaar!!
Delante de Lusbel, cuyos ojos se habían desenfocado por el miedo, Subaru golpeó desesperadamente sus piernas que no respondían y gritó.
Su voz, llena de dolor, resonó inesperadamente y rechazó el miedo que residía en su pecho. Subaru sentía que una sensación de repugnancia de un origen no identificado estaba enredado por todo su cuerpo.
_Lusbel: —Guuhk.
Lusbel vomitó con un sonido como el estallido de una burbuja. Empezó a tener espasmos al exhalar, colapsando en un charco de su propio vómito. Subaru quiso ayudarlo a levantarse, pero entonces él también sintió como si sus propios órganos se retorcieran dentro de él, vomitando el contenido de su estómago, sintiendo como si sus entrañas hubieran recibido un golpe con la suficiente fuerza como para lanzarlo a volar.
El panqueque daisukiyaki que había comido por la mañana se había vuelto irreconocible, y el olor acre y visceral de sus ácidos gástricos era abrumador. Luchando por respirar, Subaru continuó vomitando vigorosamente, saboreando sólo dolor mientras su vómito amenazaba con ahogarle.
Mientras vomitaba y vomitaba, mareado, con un zumbido en los oídos, su cuerpo seguía temblando sin parar. No porque hiciera frío, sino porque una mano invisible estaba retorciéndole el estómago, y sus órganos internos quedaban torcidos. Subaru era consciente de su origen.
Sin duda, era—
_Sirius: —Tu miedo no es más que una prueba de tu gentileza.
Escuchando la suave voz que venía de detrás de él, Subaru volvió a vomitar.
Casi ahogándose con el líquido que expulsaba su estómago, Subaru se cayó sobre el suelo manchado por el viscoso líquido que ahora él sentía en su mejilla. Su nariz estaba tan cerca del esparcido vómito en el suelo que, de vez en cuando, un breve respiro llevaba al estallido de una burbuja amarilla.
La mayoría de personas no serían capaces de soportar una imagen tan asquerosa, pero ella los observaba con una leve sonrisa.
Mientras Subaru y Lusbel se miraban, luchando desesperadamente por respirar en su propio vómito, destrozados por temblores invisibles,
_Sirius: Las personas son capaces de entenderse entre ellas. Las personas pueden estar unidas. La gentileza no existe para uno mismo. Existe para los demás. La gentileza sólo brilla porque existe para el bien de los demás. Ser gentil sólo contigo mismo, ¡eso es egoísmo! ¡Por lo tanto, tu gentileza, que existe por el bien de los demás, es digna de reverencia! ¡Sí, esto es Amor!
_Subaru: Gu, ah, bi...
_Sirius: Por favor, siéntete cómodo. Déjame ser testigo. Siente, y déjame ser testigo de tu Amor. Tu infinita ternura. ¡La virtud que te impulsa a salvar a Lusbel-kun!
Mientras hablaba, Sirius empezó a bailar mientras observaba a los dos, ambos yaciendo en un charco de vómito. Ella cruzó los brazos con una mano apuntando a Subaru y la otra a Lusbel, a la vez que agitaba la cintura. Como si estuviera bailando. Como si ofreciera un tributo.
_Sirius: Sus dos almas gentiles sienten el miedo de Lusbel-kun. Tú sentiste el miedo de Lusbel-kun y, a través de él, los sentimientos de Lusbel-kun pasaron a ti. Lusbel-kun, a través de tu miedo, sentiste de nuevo lo que sientes proveniente de él. Volvieron a sentir sus miedos, y el propio miedo de Lusbel-kun aumentó. Y sus miedos aumentados, sentidos por Lusbel-kun, a su vez agravarán tu propio miedo. Ese miedo, mezclado con el miedo de Lusbel-kun, se convertirá en un miedo nuevo y fresco, y la frescura del miedo de Lusbel-kun volverá a pasar a tu verdadero miedo. El verdadero miedo que sientes, y el siguiente nivel de miedo generado por el corazón de Lusbel-kun se añadirá a tu nuevo y más grande nivel de miedo...
Algo le susurraba al oído. Todo ese discurso abrumador sonaba como un sinsentido. Subaru no tenía tiempo de intentar comprender esas palabras. Porque para Subaru, todo lo que pasaba por su oído y su vista era aterrador. Si respirar era aterrador, entonces parpadear era más que aterrador. Pero no parpadear era muy doloroso e insoportable. Ese dolor sólo existía para simbolizar el terror de Subaru. Sentir un dolor significaba sentir el dolor que sentirá la próxima vez. Eso haría que Subaru sintiera un miedo continuo, interminable, e infinito. Así que no sería bueno negarse a parpadear. Pero, si parpadeaba, el mundo caería en la oscuridad por un instante. Él no sabía lo que sucedería en ese momento oscuro en el que no vería nada. Aunque no pasara nada en absoluto, él no tenía forma de saberlo con certeza. No poder confirmar nada era aterrador. Si lo desconocido instintivamente despertaba el miedo, entonces vivir no era más que un intento interminable de superar el miedo. Al final, el miedo siempre había sido el Sentimiento de Debilidad que empezaba a asediar a una criatura cuando sentía una amenaza contra su vida. Poder tener esta emoción era sinónimo de estar vivo. La función de este horror era similar a la del dolor. Después de todo, las criaturas que dejaron atrás sus instintos de peligro no sobrevivirían. Ignorar tu miedo significaba condenarte a ti mismo.
_Sirius: Vaya. Ustedes dos parecen estar perdiendo la cabeza. Amar y enriquecer emocionalmente a las personas a veces puede ser muy frágil. Sí, porque el Amor es simplemente doloroso. Sin embargo, podemos sobrevivir precisamente gracias a que el amor existe. Es realmente complicado. Ya sé, traeré a Tiina-chan para que me ayude. Lusbel-kun ya ha trabajado muy duro.
Ignorar el valor de la vida significaba violar una habilidad inherente de supervivencia. En otras palabras, el miedo era necesario. Por lo tanto, no había absolutamente nada de qué avergonzarse, y tampoco había que sentirse avergonzado de elogiar a alguien que se mostraba tan asustado, como Subaru estaba haciendo ahora mismo. Obviamente ese tipo de cosas era sólo una suposición sin ningún sentido. Pero, llevar a cabo tales experimentos mentalmente era el mejor método para resistir un miedo abrumador y dominante con la esperanza de encontrar una salida victoriosa, ¿no es así? Subaru ciertamente lo creía. Frente a él, Lusbel comenzó a convulsionar a la vez que sus ojos se ponían en blanco. La llama de la vida de este joven estaba a punto de extinguirse. Eso era triste y lamentable. Sin embargo, Subaru no podía desanimarse. Lucharía y lucharía hasta el final, ¿acaso no había jurado hacer eso mismo, incluso en esa terrible, laboriosa y dañina Prueba del año pasado? Si no, ¿por qué Subaru encontraba tan triste y doloroso sobrevivir? Era aterrador; muy, muy aterrador; terrorífico; todo era terrorífico; vivir terrorífico parpadear terrorífico respirar terrorífico hedor terrorífico náuseas u bebeubebebebebabababababababaabababababababababababababaradaggababba ababababa—
※ ※ ※ ※ ※
_Liliana: Después de que termine la canción y ellas vuelvan a hablar, ¿no deberíamos prepararles comida y bebida? Saborear unos dulces sin duda creará un estado de ánimo que reducirá la distancia entre ellas, ¿no crees?
El mundo inmediatamente se puso patas arriba en un abrir y cerrar de ojos, y Subaru se desplomó tan pronto como escuchó un nuevo sonido. La cara incómoda de una chica atrapó su caída mientras chocaba ferozmente contra la frente de ella.
_Liliana: ¡¿Gah?!
_Subaru: ¿Eh?
Una voz aguda gritó.
Subaru se tambaleó varios pasos hacia atrás por el repentino y penetrante dolor. De algún lugar frente a él, provenía un sonido de algo que cayó sobre la hierba. Subaru no respondió inmediatamente ya que estaba demasiado ocupado frotándose la frente.
_Subaru: ¿Q-Qué es lo que...?
_Emilia: ¿Qué te pasa, Subaru? De repente le diste un cabezazo a Liliana. Eso no está bien. Si ella no te agrada, deberías resolver las diferencias con ella hablando.
_Beatrice: Exacto, de hecho. Antes de recurrir a la violencia, deberíamos advertirle a esa chica que guiña toscamente que queremos hacerla volar, supongo.
_Liliana: ¡¿Tan tosco era mi guiño?!
Liliana se puso de pie con un grito inesperado.
Al escuchar sus palabras, Emilia y Beatrice intercambiaron miradas sin hablar. Liliana sufrió otro golpe y cayó de nuevo.
_Priscilla: Qué farsa tan ridícula. Los plebeyos no tienen permitido tratar a mi ave cantora de esa manera. Esto no volverá a pasar.
Negándose a defender la violencia que se le estaba imponiendo a Liliana, Priscilla simplemente presentó una queja sobre el comportamiento de Subaru.
Subaru asintió ambiguamente, confirmó su ubicación una vez más, y,
_Subaru: ...Siento náuseas.
Su segundo reinicio no había cambiado para nada su opinión de esa psicópata.
—El segundo retorno por muerte de Subaru le fatigó como nunca antes.
Caer bajo el hechizo de esa locura dos veces le había generado una terrible carga mental.
Especialmente la segunda vez. Ese miedo abrumador se había impreso en lo más profundo de su ser, y estuvo completamente consciente de sí mismo en ese momento de muerte.
El estremecimiento proveniente del fondo de su ser, el miedo incesante, el individuo llamado Natsuki Subaru rompiéndose, su frágil espíritu desmoronándose hasta convertirse en polvo.
Esa muerte probablemente se debió a algún tipo de ataque cardíaco inducido por el miedo. Sirius se había deleitado viendo al aterrorizado Subaru, que había sido reducido a una máquina cuyo propósito era excretar fluidos.
Quería rescatar a Lusbel y desafiarla, y ese inútil intento le costó muy caro.
Subaru había muerto dos veces en tan solo treinta minutos, y aún no había logrado resultados materiales; pero no había desperdiciado completamente su tiempo.
Sirius, quizá tratando de darle algo de calma a Subaru antes de su muerte, le había explicado con sinceridad y respeto exactamente qué le había estado sucediendo a él y a Lusbel.
Eso fue,
_Subaru: Nuestro miedo, se agrava cuando sentimos las emociones de los demás… ¿Podría ser el mismo principio de la resonancia?.
Subaru sintió el miedo de Lusbel, y Lusbel sintió, de manera amplificada, el miedo de Subaru, que luego se transfirió de nuevo a Subaru. El ciclo sin fin del miedo sobrepasó cualquier estado anterior de terror, y finalmente se volvió tan extremo que resultó mortal.
Esta muerte se debía a eso sin duda alguna.
La primera muerte, y ahora la segunda.
La manera como habían sucedido las cosas hasta ahora; las declaraciones de Sirius; y que ella se había presentado como la Arzobispa del Pecado representando a Ira. Esas pistas condujeron a Subaru a una conclusión.
Una escena que debería haber causado disgusto o enojo en las personas, en su lugar, les causó montones de sonrisas y carcajadas.
El miedo de Subaru fue transferido a un niño, asustándolo aún más, antes de regresar por duplicado a Subaru.
Ira —Sirius— podía manipular a su antojo los sentimientos de los demás para su propio disfrute.
Seguramente era una forma especial de magia que no pertenecía a este mundo, justamente como la Mano Oculta de Petelgeuse. Era una habilidad que pertenecía al Culto de la Bruja.
La habilidad, que estaba muy relacionada con las emociones, encajaba muy bien con Ira.
Esto también era conocido como una Autoridad del Arzobispo del Pecado.
Sin embargo, aunque Subaru finalmente había logrado atar los cabos luego de sus dos muertes, esa era la única información que tenía.
Ahora, la pregunta era cuál era la condición que permitía el uso de ese poder—en otras palabras: el método que se usaba para establecer una conexión.
Después de descubrir el truco detrás de la Pereza de Petelgeuse, fue bastante fácil derrotarlo.
Subaru no entendía por qué había sido capaz de ver la Mano Oculta y de resistirse al robo de cuerpo de Petelgeuse. E incluso ahora, tampoco entendía por qué había aprendido a usar su propia mano oculta, Providencia Invisible.
De hecho, considerando que el olor de la Bruja lo rodeaba cada vez que regresaba de la muerte, y que era inmune a la amnesia causada por la niebla de la Ballena Blanca, Subaru pecó de optimista y pensó que quizá las autoridades del Culto de la Bruja no le afectaban. Pero sus recientes muertes a manos de Ira parecían desestimar esa teoría.
Dados sus dos encuentros con Ira, en el peor de los casos, la condición desencadenante podría ser la de entablar contacto con Sirius.
Subaru probablemente cayó en su hechizo tan pronto como habló con ella o vio su figura. En ese caso, sería difícil encontrar una manera para lidiar con ella.
La solución más sencilla y confiable también era la más extrema: usar magia para destruir la torre desde lejos.
No se haría contacto con Sirius, y no haría falta posar los ojos sobre ella. Sabiendo dónde aparecería, tenía la oportunidad de lanzar un ataque preventivo, y podría asegurarse de no tener que activar su retorno por muerte de nuevo.
Pero para eso, tendría que ignorar el sacrificio de un valiente niño, así que Subaru no podía considerar seriamente tal opción.
Los sacrificios eran necesarios, ¿quién podría ser tan arrogante como para decir algo así?
Optar por un bien mayor a costa de otras vidas, significaría la pérdida del mundo entero para aquellos que fueron sacrificados. Subaru no toleraba la pérdida de su propia vida, así que no podría ser tan arrogante como para poner precio a la vida de los demás.
Sus metas eran justo las que había determinado. Tenía que rescatar a Lusbel y evitar cualquier sacrificio innecesario. Lo que preocupaba a Subaru era lograr ambas cosas al mismo tiempo.
_Subaru: Para rescatar a Lusbel… supongo que la única posibilidad es derrotar a Sirius.
Si tratara de rescatar a Lusbel él mismo, la situación se desarrollaría igual que la vez anterior. Por mucho que se resistiera, intentar pelear solo contra Sirius era equivalente a suicidarse.
Las habilidades de combate de Sirius eran tema serio. Empuñando una cadena, ella logró desviar el ataque sorpresa de Subaru, impresionante.
Aun considerando que Subaru era un novato en cuanto a combatir se refiere, el ataque de un látigo era demasiado veloz como para ser visto por ojos sin entrenar. Ser capaz de reaccionar tan rápidamente a un ataque sorpresa y desviarlo con sus cadenas… era señal de que ella era muy hábil. Subaru no podía ni siquiera imaginar cuánto.
Lo que significaba que Subaru necesitaba a alguien que pudiera igualar a Sirius en combate, alguien que confiara lo suficiente en Subaru como para ayudarlo, y que pudiera resistir el poder de la Ira de Sirius.
_Subaru: ¿Qué tipo de milagro tendría que ocurrir para encontrar a una persona que, por mera coincidencia, cumpla con todos esos requisitos…?
Subaru suspiró para sí mismo mientras consideraba si se podría dar semejante casualidad.
Sin embargo, la idea de que hubiera alguien que pudiera salir ileso del poder de Sirius no era alocada.
La presencia de alguien como Subaru, que pudiera ver a través del poder de la Pereza y fuera inmune a la Ira de Sirius no era inconcebible.
Después de todo, el crédito que se le dio a Subaru como asesino de Petelgeuse solo era gracias a su resistencia única al poder de Petelgeuse.
Como todos en la plaza habían cedido ante el discurso de Sirius, podía asumir que ninguno de ellos poseía tal resistencia a la autoridad de Sirius.
En la plaza, cuatro personas, incluyendo a Subaru, estaban preparadas para pelear contra Sirius, pero ella tuvo especial cuidado en señalarlos a todos. Y entonces, Subaru finalmente se dio cuenta.
Rachins había estado en la plaza.
_Subaru: ¡Reinhard!
Aunque Subaru, siendo un extremo oportunista, trató de resistirse a involucrarse en un pensamiento común, finalmente recordó al hombre cuya presencia era el colmo del oportunismo.