— La ya nefasta situación se había deteriorado drásticamente, resultando en la peor de las peores condiciones.
Subaru tembló bajo la embelesada mirada de Sirius y sus estremecedores respiros exaltados.
La psicópata no le prestó atención al calor que quemaba su rostro vendado, sino que estaba completamente concentrada en mirar fijamente con un brillo demencial en sus ojos a Subaru.
_Subaru: ¿Querido... Petelgeuse?
Subaru nunca habría querido escuchar de nuevo el nombre de ese chiflado. Cuando Sirius Romanée-Conti empezó a llamar a gritos a su difunto marido, por la mente de Subaru ya había surgido la idea de que Petelgeuse Romanée-Conti había sido su marido.
Aun así, él se mostraba reacio a considerarlo seriamente, ya que al hacerlo se combinaría la existencia del chiflado Petelgeuse y la psicópata Sirius.
No quería pensar en la unión de la peor pareja posible: los Romanée-Conti.
_Subaru: Una pareja donde ambos son Arzobispos del Pecado es ridículamente desastroso… aunque era inevitable que él eligiera una novia como ésta.
De verdad, el Culto de la Bruja no tenía ni un solo miembro normal.
El engreído Petelgeuse; Sirius, quien imponía su amor sin permiso; y Regulus, que trataba el amor como un destino superficial — todos ellos eran escoria.
_Subaru: Ahora que lo pienso, sus nombres se parecen un poco. ¿Todos ellos terminan en "us o use"?
Subaru enterró la rápida agitación de su mente bajo pensamientos triviales y sin sentido.
Ahora mismo, Subaru sentía que había encontrado algo muy extraño; pero, por mucho que lo intentara, no sabía exactamente qué era.
_Sirius: Por favor no estés tan callado, Petelgeuse. Eres un hombre muy malo. Ya estás otra vez con esa fría actitud hacia mí; eso me, me, me... ¡me impacienta!
Sin saber el motivo del silencio del pensativo Subaru, Sirius lo interpretó por su cuenta mientras mantenía sus manos en su rostro y su cintura se movía hacia adelante y atrás.
La escena de pesadilla se propagó a la multitud alrededor de Sirius, cada uno de los presentes mostraba su extraña y delirante expresión de afecto.
_Regulus: ...En serio, no puedo soportarte más. Aunque probablemente su reciente truco te haya dado ese tipo de idea, sigue siendo muy trágico. La correcta conexión del destino debería unirlos sin importar qué clase de obstáculos enfrenten. Como yo y mis esposas. Sin embargo, una separación por vida y muerte antes de que los resultados puedan florecer no solo es triste, sino también muy desagradable.
_Sirius: Sí, te lo agradezco mucho. Lo siento mucho. Ahora, perdóname, pero estoy ocupada. Ya lo sabes, ¿verdad? Los entendimientos mutuos son importantes. Las concesiones mutuas también lo son. Has cumplido tu propósito, así que, ¿podrías irte lo más pronto posible? Después de todo, yo también tengo mis propios asuntos privados.
_Regulus: Cierto, mi propósito de encontrar a mi futura esposa ha sido cumplido.
La locura de Sirius dio paso a la racionalidad, y Regulus pasó por alto aquella implicación a la vez que miraba a Emilia, todavía en sus brazos.
Luego él se giró hacia Subaru.
_Regulus: Pero la persona que ha estado intentando asesinarme a mí y a mi futura esposa, y que me ha estado molestando desde el primer momento, todavía no me ha permitido satisfacer mi venganza, en una clara infracción de mis derechos. No me gusta tomar una iniciativa violenta, pero en este caso, se trataría de una venganza justa. Sí, este es un acto de justicia. Aunque podría soportar esto e irme, estaría desfavoreciendo a la legitimidad. Es decir, irse sería una pérdida de justicia. No debería sentar ese precedente.
_Subaru: No me hables con ese tono de superioridad. Obviamente, yo no te agrado, así que quieres matarme. No justifiques eso con alguna doctrina basura.
_Regulus: De hecho, que me respondan es una gran sorpresa. Que me contesten como si yo estuviera equivocado es incluso una mayor sorpresa. Tú, ¿eres del tipo de persona que no está de acuerdo con sus oponentes? En ese caso, la única cosa que puedo decir es que eres pequeño y superficial. Creo que este tipo de persona, que no puede escuchar las palabras de los demás con sinceridad, un día recibirá su justa recompensa por eso. ¿Qué piensas?
_Subaru: ¿Acaso tienes el derecho de decir eso?
Los ojos de Regulus se abrieron de par en par como si estuviera profundamente desconcertado.
Quizá Regulus pensaba sinceramente que su discurso estaba justificado. Más bien, estaba completamente convencido. Si no, no podría ser un subordinado de alto rango en aquel culto anormal.
Las conversaciones lógicas eran sólo una ilusión. Aunque ellos hablaban el lenguaje humano, eran criaturas pertenecientes a un ecosistema alienígena.
Olvidar eso haría que uno fuera tragado por esas endulzadas palabras.
_Regulus: Sirius. Parece ser que lo has excluido del radio de acción de tu autoridad. ¿Qué sucedió?
En lugar de encarar al silencioso Subaru, Regulus dirigió la conversación a Sirius.
Frunciendo el ceño ante su discurso, Subaru descubrió que el miedo que estuvo inmovilizando su corazón había desaparecido.
Los dedos de Beatrice seguían temblando ligeramente mientras agarraban los hombros de Subaru, lo cual demostraba que no habían salido del radio de influencia de la habilidad.
Lo que significaba que únicamente Subaru había sido excluido. Y eso se debía a—
_Sirius: ¿El motivo no es obvio? Ya que sé que él es esa persona, si sigo compartiendo mis sentimientos, podrían accidentalmente transmitirse a él.
_Regulus: No te avergüences, es muy espeluznante. Habiendo proclamado tu amor, amor, amor, no tiene sentido actuar como una doncella. Realmente no te entiendo.
_Sirius: ¿No crees que permitir que estos inexplicables sentimientos que no pueden ser expresados con palabras sean sentidos de semejante manera es insípido? Hasta el mismísimo final, hasta el momento en que me convierta en uno con él, sellaré este sentimiento dentro de mí. Ya lo he decidido. ¡Sí, por Amor!
_Regulus: Tus sentimientos importantes nunca van a poder alcanzarlo debido a esa deshonestidad, ¿sabes? Tú, Sirius Romanée-Conti, sólo puedes extrañarlo con sentimientos sinceros y continuos. ¿No crees que usar el apellido de otra persona es bastante desagradable? Supongo que, en cierto modo, es como el legado de Petelgeuse. Bueno, él ya está muerto, así que ya no importa.
_Sirius: ¡Esa persona y yo estábamos enamorados!
Escuchando el asombrado discurso de Regulus, Sirius explotó.
La psicópata se agarró el cabello en un frenesí y su saliva salió disparada de su boca mientras le gritaba a Regulus.
_Sirius: ¡Después de todo, cada vez que le observaba, él siempre me devolvía la mirada! ¡Cuándo lo toqué, él no me regañó! ¡Cuándo le hablaba, él me prestaba atención! ¡Cuándo inhalaba su aliento, nunca me alejó! ¡Tenía permitido dormir con él! ¡Podía tomar sus cosas prestadas libremente! ¡Me otorgó el honor de quemar a la semibruja! ¡Él me dio mi nombre! ¡Sonrió por mí! ¡Sólo por mí! ¡Sólopormísólopormísólopormísólopormí!
Su respiración se volvió agitada mientras sollozaba lágrimas de amor no correspondido.
Ella se explicó claramente.
La psicópata llamada Sirius tenía un oscuro y retorcido amor puro.
_Regulus: Cielos… Tratar con tales fuertes convicciones subjetivas es difícil.
Encogiéndose de hombros, Regulus habló como si esperara que Subaru estuviera de acuerdo con él.
Subaru le devolvió un "¿Tienes derecho a decir eso?" para evitar que Regulus atacara. Necesitaba aplacar los dos tontos extremistas que estaban cerca de él.
Ante ambos Arzobispos del Pecado, Subaru no veía ni un solo rayo de esperanza para romper el estancamiento de la situación. Es más, la situación había empeorado debido a que Sirius ahora estaba interesada en Subaru.
Aunque Subaru ya no era afectado por el miedo colectivo, no había una mejora notable en su fuerza de combate. Normalmente, Beatrice sería su principal ventaja, pero ahora ella estaba atrapada en una situación desfavorable, ya que su agudo juicio estaba opacado por el terror.
Si al menos sólo tuvieran que enfrentarse a Regulus…
_Subaru: …Ey, Sirius.
_Sirius: Sí, ¿qué sucede, cariño?
Sirius respondió sinceramente a su llamado.
Subaru quedó aturdido por un segundo con la inesperada y seria respuesta, pero—
_Subaru: Tengo algunos asuntos privados con Regulus, así que, ¿podrías esperar pacientemente por un momento? Por favor.
_Sirius: ¿Quieres que espere?
Aprovechar el malentendido de Sirius podría garantizar una oportunidad de victoria.
Sirius parecía haber asumido que Subaru era Petelgeuse debido a su Providencia Invisible, la cual recordaba a la Autoridad de la Mano Oculta de Pereza. Aunque éste era un camino oscuro, Subaru debía dar un paso adelante.
Petelgeuse había sido un espíritu que poseía a otras personas. Si siguiera vivo, seguramente hubiera poseído a Subaru como su siguiente anfitrión.
El problema era que, hasta ahora, Subaru no había mostrado indicios de haber reconocido a Sirius; pero parecía que ella, en su estado mental actual, no había notado ese detalle.
Con eso en mente, Subaru tenía la esperanza de volver a poner en marcha esta situación estancada. Y el resultado fue—
_Sirius: Lo siento, no puedo hacer eso. Por favor permíteme que me rehúse aún si es importante para ti.
Sirius despiadadamente rechazó su súplica.
Al ver la mirada decepcionada de Subaru, Sirius inclinó la cabeza.
_Sirius: Naturalmente, en principio me gustaría obedecerte. Pero tú, que eres tan diligente, seguramente ya has decidido que mientras espero te deslizarás lejos de mis dedos extendidos. Te conozco. Después de todo, hemos estado juntos mucho tiempo. Harás todo lo posible y te esforzarás al máximo para alcanzar los resultados que deseas...
Con toda honestidad, Subaru no podía evitar sentir una profunda admiración por el amor de Sirius.
Aun así, Sirius estaba más bien ciega por considerar que Petelgeuse era muy trabajador. Después de todo, el Culto de la Bruja existía únicamente para causar daño.
_Sirius: Pero... Finalmente, finalmente nos hemos reencontrado. Ya hace un año, un año entero, desde que estuve a tu lado. ¡En este siglo no habíamos estado tanto tiempo separados! E incluso después de un año sin verme... ¿Me pides que me vaya? No quiero. No puedo. ¡En tu ausencia yo siempre quise, quise, quise, quise, quise, quise, quise ser uno contigo!
_Subaru: …
_Sirius: ¡Y para colmo, ¿quieres que siga esperando?! ¡Y ahora tienes un espíritu que nunca he visto antes! ¿¡Dónde la encontraste!? ¿¡Exactamente qué tiene de atractivo una mujer como esa!? ¡Ella es pequeña, su cara es arrogante, y no tiene el pecho ni la profundidad de una mujer! ¡¿Es porque es un espíritu?! ¡¿Cómo eres un espíritu, tu mujer también debe serlo?! ¿El tiempo que pasamos juntos pierde ante una razón tan endeble? Te quemaré.
Su discurso se volvió perverso, tornándose extraño, y un loco resplandor de frenesí desenfrenado volvió a aparecer en su mirada. La muchedumbre también dejó de ser influenciada por el afecto y volvió la ira, saliendo sangre roja de sus ojos y narices.
_Sirius: ¡¿Y la razón por la que necesitas lidiar con Regulus es la semibruja en sus brazos?! ¡Esa asquerosa semibruja! ¡Esa semibruja de pelo plateado! ¡¿Por qué te preocupas tanto por ella?! Ya basta, ¿no debiste haberlo entendido hace mucho tiempo? ¡Esa despreciable, repugnante, odiosa, abominable bruja basura...! ¡Si la revives, la quemaré ante tus propios ojos!
_Subaru: Ya he entendido… que eres incomprensible…
La psicópata dio un sanguinario chillido, revelando su odio hacia Emilia y la Bruja de la Envidia.
¿Acaso el objetivo del Culto de la Bruja no era la resurrección de la Bruja de la Envidia? Si lo era, entonces Subaru no podía comprender el odio de Sirius hacia ella.
Más bien, Sirius no tenía nada en común con el Petelgeuse que ella anhelaba.
Aunque originalmente a él le costaba mucho creer que esos dos hubieran sido compañeros, al final resultó ser que en realidad eran enemigos.
_Subaru: …
La situación entre los tres se estancó de nuevo.
Regulus planeaba matar a Subaru y Sirius.
Sirius defendería de los ataques de Regulus al inexistente Petelgeuse dentro de Subaru.
Subaru quería rescatar a Emilia de Regulus y liberar a Tiina de Sirius, y si era posible, matar a los dos arzobispos.
Sin embargo, únicamente Subaru estaba en una situación realmente difícil.
Mientras Subaru buscaba una solución que no tenía la habilidad de alcanzar, su frente se empezó a cubrir de sudor.
El Retorno por Muerte, seguido de la aparición de Sirius y el debut de Regulus. Y después, una batalla confusa cuerpo a cuerpo contra y entre los arzobispos.
Por ahora este bucle había sido el más largo.
Durante ese período de tiempo, aunque había conseguido información útil, sólo habían ocurrido cosas horribles.
_Subaru: ...Beako.
_Beatrice: Puedes intentar con cualquiera de los dos, de hecho.
Desde su espalda escuchó la asustada voz de su soporte.
Ante esas palabras que confiaban la elección a Subaru, él tomó su decisión.
Y entonces—
_Regulus: —Ups.
_Sirius: —hk.
Regulus y Sirius cambiaron su actitud simultáneamente.
Ambos pusieron sus manos en sus abrigos y, desde éstos, sacaron sus libros.
_Subaru: Eso es...
Un libro familiar de tapa negra y gruesa encuadernación.
Estando tan cerca, era imposible que Subaru se equivocara.
Eso era algo que el Culto de la Bruja obedecía por encima de todo lo demás: el Evangelio.
_Regulus y Sirius: …
Ignorando a Subaru, quien levantó su guardia de nuevo, los dos arzobispos abrieron sus evangelios e inspeccionaron sus escrituras.
Luego, aunque lo hicieron a la vez, sus expresiones eran polos opuestos.
_Regulus: Asumo que el contenido es el mismo para ambos, ¿eso es verdad, Sirius?
_Sirius: Cállate, Regulus. ¿Por qué... por qué ahora? Cuando finalmente, finalmente lo encontré de nuevo…
Regulus esbozaba una brillante sonrisa, y Sirius apretaba sus dientes y hablaba en una voz llena de remordimiento.
Aunque el sinvergüenza y la psicópata tenían sentimientos opuestos, sus voluntades estaban unificadas, ya que ambos miraron a Subaru.
_Regulus: Lo siento, pero ya es hora. Mi tiempo libre contigo ha terminado. Deberías agradecer al Evangelio... bueno, en realidad no. Eso no tiene sentido. Después de todo, ¿qué sentido tiene ser agradecido con el papel? Así que, mejor, deberías estar agradecido conmigo, quien sigue el Evangelio fielmente.
_Subaru: Gracias por tu fe... pero, ¿qué significa eso de que "ya es hora"? ¡¿A qué te refieres?!
_Regulus: Es tal como oíste. Se nos ha dado tiempo libre antes de hacer lo que se debe hacer. Yo tomé ese tiempo significativo para venir por mi esposa.
_Sirius: Me siento incompleta... En frente de esa persona, no debería ser sujeta a semejante trato. Es demasiado cruel. Estoy siendo arrasada por la tristeza, ¿no lo sabes?
Regulus habló con compostura, mientras Sirius expresaba contundentemente su pena. La multitud colapsó, y Beatrice detuvo sus lágrimas.
Sin embargo, tanto Subaru como Regulus se mantenían intactos.
_Regulus: Lo siento, pero tu pequeño y superficial amor no toca mi completo ser en absoluto. Como mucho, me hace sentir un poco sucio.
Diciéndolo con desdén y con Emilia todavía en sus brazos, Regulus le dio la espalda a Subaru.