"Eres muy fuerte cuando no estás pensando en cosas extra y simplemente utilizas tus instintos para pelear"
—¿En verdad era así?
_Garfiel: Qué persistente… es ese sonido.
Qué molesto es el latir del corazón.
Cada hueso en su cuerpo giró y se conectó y un sonido comenzó a oírse.
Molesto, molesto, molesto, molesto.
¡Ese 'xcesivo sonido es tan——completamente——'nteramente molesto!
—Esa voz, ¿no puedes oírla?
_Garfiel: La oigo. La oigo incesantemente, maldita sea.
Aunque evitara pensar en ello, no lograría nada.
En el oído de Garfiel, o quizá una parte de él separado de su membrana timpánica, esa voz seguía siendo escuchada.
La voz de alguien, una voz íntima, una voz familiar, una voz reconfortante, una voz ahogada, una voz orgullosa, una voz que no podía suprimir su furia.
Todas estas voces se rehusaban a dejar ir a Garfiel.
Aunque se apoyara en su instinto para pelear, estas olas de sonido que venían no se alejarían en absoluto, y Garfiel no estaría solo.
Mientras más pensaba en ello, más débil se volvía, y su yo de ahora era muy débil.
Era diferente a cuando había estado en el Santuario, jugando a ser un lobo solitario. Ahora, tenía más humildad y había visto más cosas.
Cuanta más gente hubiera para alguien, más débil éste se volvería, y pasarían toda su vida volviéndose más débiles.
_Garfiel: No puede ser.
Abrazando aquellas incesantes voces, tragándose su sentido de derrota, estimulando un deseo de victoria e insertando su admiración y envidia en todo eso—
—Garfiel presentó un desafío al Dios de la Batalla.
_Garfiel: —Kuu.
_Kurgan: …
La mirada de Garfiel cambió.
Kurgan, atestiguando esto, se movió silenciosamente.
De sus cuatro Cuchillas Demoníacas, enfundó dos.
Sin embargo, esto no quería decir bajo ninguna circunstancia que la fuerza de Kurgan se hubiera debilitado. En lugar de eso, le permitía enfocarse más en aquellas dos espadas. El Dios de la Batalla ajustó su postura y su actitud.
El Dios de la Batalla se ubicó mirando hacia delante, adelantando levemente su pie derecho, inclinándose un poco mientras encaraba a Garfiel.
Ésta era una pose de batalla.
—La evidencia de que Kurgan finalmente consideraba a Garfiel como un enemigo.
_Garfiel: —Así que hace un rato tomabas a mi asombro ser como un niño. Dicen que "los pájaros Gwan no son aptos para criar niños".
_Kurgan: …
En silencio, Garfiel corrió hacia el Dios de la Batalla.
Ante esta brutal ofensiva, las Cuchillas Demoníacas respondieron.
Suprimiendo el terrorífico sentimiento de una pared de desesperación acercándosele, Garfiel corrió hacia delante, aprovechando su oportunidad con todo su ser.
Con esto había corregido la táctica errónea de su ataque anterior, la cual había sido causada por el aura demoníaca del mismo Kurgan, así como también por la ilusoria admiración temerosa que Garfiel tenía por ese héroe en su corazón.
_Garfiel: ¡Uuuuuuaaaa!
Con un gancho, golpeó hacia Kurgan.
Sonó un eco sordo de acero golpeando la carne; pero no fue el torso del objetivo lo que golpeó, sino un brazo que había sido levantado para bloquear.
_Garfiel: ¡No me jodas!
Viendo su puño bloqueado por esa palma, Garfiel rugió.
Aprovechando el poder absorbido desde las plantas de sus pies, vertió ese poder en su puño conectado con la palma de Kurgan, y la fuerza del golpe explotó con un impulso.
Kurgan dobló sus dedos para evitar la repentina fuerza del puño, y Garfiel aprovechó la oportunidad para apoyarse en la cadera del Dios de la Batalla, y corrió sobre su pecho como si estuviera haciendo una vuelta giratoria, apuntando a patear su barbilla.
Kurgan se inclinó hacia atrás, azotando con su Cuchilla Demoníaca al mismo tiempo.
Leyendo el desplazamiento del viento y la atmósfera para predecir la dirección, Garfiel recibió el ataque con su par de escudos.
Con un gran sonido, el cuerpo de Garfiel fue lanzado por los aires hacia atrás.
_Garfiel: —Haaaaaaah.
Clavando sus brazos en el adoquinado, forzó su cuerpo a frenar. Al levantar la mirada, el Dios de la Batalla lo persiguió y, de hecho, ya se había acercado.
Kurgan, que aún no había lanzado su propio ataque, ahora corría hacia Garfiel.
Sólo un instante para predecir, sólo un momento para reaccionar, sólo un segundo para que el resultado fuera exitoso.
_Kurgan: …
Garfiel tensó los brazos que había incrustado en el adoquinado, levantando el suelo frente a él. Kurgan, aún corriendo, destruyó aquella pared con el hombro, y embistió con la Cuchilla Demoníaca.
Un sonido atronador.
Garfiel, recibiendo un golpe directo, fue expulsado hacia atrás. El talón que había querido mantenerse firme resbaló a través del suelo, y fragmentos de dientes volaron hacia delante.
Pero—
_Garfiel: ¡¡Noh me subeshtimes, maldito!!
Usó sus dientes para bloquear la punta de la Cuchilla Demoníaca.
Sus colmillos se rompieron y sangre se deslizó cubriendo la Cuchilla Demoníaca, pero Garfiel no vaciló.
_Kurgan: …
Garfiel tensó la fuerza en su cuello y mandíbula, y el cuerpo de Kurgan se estremeció.
Él tomó con su otro brazo la Cuchilla Demoníaca que estaba siendo mordida, y la jaló para extraerla en un sólo movimiento, pero los dientes que la sostenían no lo permitieron.
No sólo eso, sino que la fuerza de la mordida en sus dientes aumentó. De cadera para arriba, el cuerpo de Garfiel comenzó a hincharse y convertirse en bestia.
_Garfiel: ¡¡GHHHRROOOOOooooa, GRAAAAAA!!
Transformar su cabeza a la forma animal reduciría significativamente su capacidad de pensar racionalmente.
Su raciocinio se reduciría al nivel de una bestia, y había sido advertido incontables veces que ésta era un arma de doble filo.
Pero en este momento, esa era la elección de Garfiel.
El poder de esa mitad abominable era necesario ahora.
Frente al más poderoso de la raza de múltiples brazos, ¿cómo podría ganar, si negaba su propia naturaleza?
Oh tigre, oh tigre, oh tigre; en este momento, ¡préstame tu fuerza!
_Kurgan: …
En el instante en que el tigre dorado abrió sus ojos, la Cuchilla Demoníaca fue destruida.
La hoja estaba rota, y la fuerza de la destrucción se propagó de la espada a la empuñadura, moviendo la forma del gigante mientras repentinamente perdía su estabilidad y balance.
—Ésta era una verdadera oportunidad.
_Garfiel: ¡¡uu, AAAAAAAAA!!
La bestia movió sus patas, golpeando la cabeza de Kurgan. El gigante no pudo volver a pararse bajo los repetidos golpes de la bestia.
Un golpe y un corte con sus garras vinieron al mismo tiempo, y Kurgan, derramando sangre, fue forzado a retroceder.
_Kurgan: …
Trató de moverse hacia delante, pero fue golpeado por un puño.
La enorme cara del tigre fue aplastada con un codo, y el puente de su nariz colapsó; inmediatamente después, un golpe a su mandíbula.
El tigre logró no perder la postura de su cuerpo colapsando, y un puño desde adelante golpeó su rostro.
La sangre salpicó. Su campo de visión estaba atenuado.
Orientación, control, todo eso se desvaneció de su mente.
¿Acaso importaba? Las únicas cosas que le importaban estaban en su corazón.
Incluso sin pensar sobre eso, no desaparecería ni movería su ensangrentado y abollado cuerpo.
La Cuchilla Demoníaca se acercaba.
La restante del par, aquella que no había sido destruida.
Sólo un instante para predecir, sólo un momento para reaccionar, sólo un segundo para un resultado exitoso.
_Garfiel: Guu, uu…
La espada dirigiéndose a su cuerpo se deslizó contra un escudo y apuñaló su estómago.
Incluso habiendo disipado el impacto, este golpe aún tenía una fuerza capaz de penetrar a través de los gruesos músculos abdominales.
Sin embargo, no sería capaz de cortar el duro pelaje como alambre y el hinchado cuerpo del enorme tigre.
El suelo bajo los pies de Kurgan explotó debido a un pisotón de Garfiel. Éste era un efecto de la Protección Divina de los Espíritus de Tierra.
_Garfiel: ¡OOOOWOOOOON!
Con la espada alojada en sus músculos abdominales, Garfiel forcejeó contra el Dios de la Batalla.
En una competencia de tira y afloja, Kurgan ganaría, pero Garfiel no podía quedarse atrás.
La falta de dientes, el brazo que había sido fracturado muchas veces, y el instinto aumentando el poder de su sensibilidad, lo había llevado a agarrar a Kurgan firmemente.
_Kurgan: …
Tirando de su engorrosamente gran cuerpo, Garfiel lanzó a Kurgan——hacia el canal de agua detrás.
En el instante en que fue arrojado, el brazo de Kurgan alcanzó a agarrar el cuello de Garfiel, arrastrando a ambos al agua.
Junto a un gran chapoteo y un sonido violento, los dos cayeron directamente al canal.
Dos enormes cuerpos fueron arrastrados por la corriente, y el agua teñida de sangre fluyó lejos.
_Kurgan: …
En el agua, las dos figuras seguían atacándose y defendiéndose continuamente.
Sin importar la resistencia del agua, Garfiel y Kurgan seguían golpeándose el uno al otro en medio de la oscuridad de las profundidades.
Puños de un gigante destruían sus órganos internos, expulsando el aire de sus pulmones de manera insoportable. Dolor sobre dolor, sufrimiento sobre sufrimiento, así la batalla acuática continuó.
Entonces, Garfiel comprendió que estaba en desventaja.
Por algún motivo, el Dios de la Batalla frente a él no parecía respirar. Sentía como si su oponente fuera un cadáver resucitado.
La falta de oxígeno llevaba al letargo, y Garfiel comenzó a ver cada una de sus acciones lenta y aletargada.
El fluir del agua surgió y creció gradualmente; y, una y otra vez, las dos siluetas cayeron de cascada en cascada.
Y entonces, en esa repetición de caídas, finalmente dejó de moverse.
Mientras su consciencia se apagaba, el espíritu de lucha en las puntas de sus dedos se desvanecía.
_Garfiel: U—
—Necesitaba respirar.
Ésta se convertiría en la verdadera razón de su derrota, mientras la consciencia de Garfiel lo abandonaba. Y la victoria era…
_Kurgan: …
Un fuerte sonido resonó a través del agua, a pesar de sus malas propiedades de transmisión de sonido.
Volviendo de su distante consciencia, Garfiel vio algo en el agua turbia.
La Cuchilla Demoníaca cortó la pared y el piso del canal, creando así una gran apertura por donde pasaba el agua.
Garfiel no tenía ni la oportunidad ni el aire para preguntar qué estaba haciendo.
El sonido resonante del golpe afectó el flujo del agua, y finalmente el sonido de la rotura del acero y el impacto se superpusieron.
En el siguiente instante, una nueva corriente apareció.
Era una corriente de agua completamente distinta a la del canal de agua.
El cuerpo de Garfiel, atrapado por esta corriente, fue succionado y arrojado fuera del canal.
_Garfiel: —Pua, kuu, kuu.
Notó que el agua dejaba de envolverlo, y Garfiel escupió el agua que había tragado.
Saliendo agua de sus ojos, nariz y orejas, Garfiel sacudió la cabeza.
Justo cuando se estaba preguntando qué había pasado, lo escuchó.
_???: —¿Gorgeous tiger?
Una débil voz lo llamaba, mezclándose con el sonido del agua que fluía.
La Autoridad de Codicia asociada al nombre de su estrella, la verdadera cara de su "invencibilidad".
Los nombres de las estrellas que Subaru conocía, alineados con los nombres de los Arzobispos.
La etimología de Betelgeuse, Mano de Orión, encajaba perfectamente con la Mano Oculta del chiflado Petelgeuse Romanee-Conti.
Por lo tanto, Subaru creía que los sobrenombres de las estrellas estaban estrechamente relacionados con las Autoridades de sus Arzobispos.
Y el Arzobispo de la Codicia se llamaba Regulus Corneas. El nombre «Regulus» tenía origen del latín «Leo», que significaba «Pequeño Rey», así como… «Corazón de León».
Aunque una vez se había burlado de la idea, Subaru se dio cuenta de que esta noción no carecía de sentido y siguió esta línea de pensamiento, llegando así a una hipótesis.
En primer lugar, ¿cómo se define un «Rey»?
El Reino de Lugnica se encontraba en medio de la Selección Real, y cada candidata se esforzaba por mostrar su «Realeza». Aunque cada visión de la «Realeza» saldría a la luz tarde o temprano, Subaru quería sacar el tema del «Rey» aquí, en esta situación en la que tomaba un significado más universal.
El así proclamado «Rey» estaba en la cima del reino representándolo.
Aflojando la definición, una nación podría estar hecha de cualquier cosa, pero un solo individuo no podría convertirse en ninguna nación.
El «Rey» que simboliza el país existía gracias a los «Ciudadanos» dentro de él.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Regulus Corneas —que llevaba el nombre de «Pequeño Rey»— debería tener «Ciudadanos» que le concedieran el título de «Rey».
_Subaru: Entonces, aquellos que hacen rey a Regulus… ¿dónde están los «ciudadanos» de su «pequeño reino»?
Ni siquiera tuvo que pensarlo.
Regulus atacó la ciudad de Priestella sin traer a ningún ocultista.
Aunque el Culto de la Bruja era un grupo de demonios maliciosos que actuaban de forma independiente, Regulus había sido el único de ellos que había traído personal innecesario.
¿Por qué necesitaría hacerlo?
Aunque, conociendo a Regulus, no era imposible que sólo estuviera haciendo alarde de su codicia; pero si no era así, si actuaba por necesidad…
_Subaru: Para que Regulus fuera un «Pequeño Rey», necesitaba traer sus «Ciudadanos», su colectivo de esposas. Aunque aún es desconocido si la distancia tiene alguna relación, parece que, debido a esta restricción, aunque hubiera cincuenta esposas, Regulus aun así tendría que traerlas.
¿La condición de esta «invencibilidad» se basaba en el número de esposas? ¿O en la distancia de las esposas?
Si la identidad de Regulus como «Pequeño Rey» fuera condicional, el alcance de lo que Codicia podría alcanzar se vería potencialmente afectado por esos límites.
En resumen, las esposas de Regulus no eran de ninguna manera irrelevantes para su «invencibilidad».
_Subaru: Pero esto no es suficiente para revelar el secreto de su truco.
Lo que Subaru había entendido con su razonamiento era sólo la parte del «Pequeño Rey».
Su otro nombre —Corazón de León— aún no tenía explicación, así como tampoco el abrumador poder, tanto ofensivo como defensivo, que acompañaba a su «invencibilidad», así como el hecho de que su entorno no le afectaba. Todo ello seguía siendo un misterio.
Si sólo tuviera un cuerpo fortalecido, no habría sido imposible que Reinhard se abriera paso; sin embargo, la «invencibilidad» de Regulus superó claramente tal resistencia.
_Subaru: No puede ser una barrera superfuerte. Todas las medidas para detener a un enemigo «invencible» ya han sido probadas. Además, definitivamente carecía de latidos y temperatura corporal. Así que…
El nombre «Corazón de León» abrió un pensamiento, y la última pieza del rompecabezas cayó en su lugar.
La autoridad de Regulus de la Codicia no era la «invencibilidad».
La verdadera cara del poder abrumador del villano era la «Estasis de la Materia».
Estaba completo, satisfecho y sin fallas.
Esas palabras de autoafirmación distorsionada que Regulus siempre decía eran acerca de cómo era un hombre satisfecho con su existencia ideal, pero al mismo tiempo no hizo ningún intento de ocultar la naturaleza de su habilidad.
_Subaru: Debido a que el tiempo de su cuerpo está congelado, puede negar cualquier ataque; ni siquiera el agua lo mojará. El tiempo de la arena y la grava que lanza está congelado, así que no rebota, va directamente a través.
Entre los superpoderes conocidos en el manga, había algo similar llamado «Ruptura espacial».
Este poder, como su nombre literal sugería, causaba una ruptura con el espacio mismo, cortando algo de su entorno, independientemente de lo que pudiera intentar afectarlo; la existencia misma de Regulus actuaba así, en algún nivel.
Podría decirse que Regulus Corneas, que podría separarse a sí mismo del flujo del tiempo, era en sí mismo una distorsión del espacio.
De hecho, como él dijo, la dimensión era diferente — La «invencibilidad» no era más que un efecto secundario de su «Estasis de la Materia».
Lo que quería decir que…
_Subaru: —¡La técnica secreta de congelar el tiempo es tu verdadera habilidad!
_Regulus: ¡Dilo tan orgullosamente todo lo que quieras, no sé de qué hablas! ¿Quién te crees que eres? ¿Eres de los que asumen que todos los que te rodean deben saber lo que tú sabes? ¡Incluso la arrogancia debe tener un límite, bastardo egoísta!
Subaru presionó su espalda contra un muro de piedra, ocultando su figura, y Regulus se precipitó sobre él mientras gritaba.
Rompiendo las paredes, cortando el canal de agua, literalmente cruzando directamente en una marcha de devastación——y como resultado de esto, Regulus alcanzó a Subaru.
En este momento, Subaru se encontró con todo esto solo. Dicho esto, en realidad éste no era el emocionante encuentro que la palabra "combate" implicaba en realidad.
_Regulus: Tú, que corras de un lado para otro me irrita hasta la muerte. ¿Pensaste que diría que no huir te hace un hombre de verdad? Tú y yo no podemos compararnos en absoluto. Aunque claramente te quedaste boquiabierto cuando envié al Santo de la Espada a volar, ¿no puedes entender algo así? ¡No importa cómo lo mires, estás mirándome por encima del hombro, ¿no crees?!
_Subaru: Cuando es alguien a quien odias, lo que haga, bien o mal, siempre es irritante. Si yo corriera, sólo correría hacia un futuro con todas mis fuerzas hasta morir. Además… esta elección es la respuesta correcta, debería serlo.
_Regulus: ¿Respuesta correcta? Ya sea que se trate de selección de personal o de estrategia, ¡todo, todo! Sólo puede conducir de forma enredada hacia la muerte, ¿no es así? Si querías continuar la lucha, ¿no habría sido mucho mejor que esa mujer infiel se quedara? ¿Siquiera hay algo que un adúltero como tú pueda hacer aparte de tocar a la esposa de otro?
_Subaru: Lo que estás diciendo es en realidad bastante duro.
Aunque Regulus seguía hablando, Subaru no estaba ansioso en lo más mínimo.
Ni ansioso, ni irritado; incluso su disgusto se había diluido, ya que sólo confiaba en sus palabras para controlar la situación.
Ahora, Subaru había atraído a Regulus lejos de la catedral, separándose de Emilia, enfrentándose al villano solo.
Era un poco inexacto decir que estaba "enfrentándolo". Como Subaru sólo trataba de esconderse, mantuvo su comportamiento burlón, esforzándose sólo por ganar tiempo.
Si Regulus se diera cuenta de esto e hiciera un ataque destructivo que desgarrara el espacio de arriba abajo, los planes de Subaru se harían añicos en un instante. Sin embargo, Subaru estaba seguro de que Regulus nunca lo haría.
En este corto período de tiempo, con la naturaleza hostil de sus interacciones, se había hecho una idea muy precisa del carácter de Regulus.
En resumen, Regulus era escoria.
Pero esa simple declaración no podría explicar de ninguna manera todos los problemas de Regulus.
Más precisamente, Regulus era alguien que se valoraba mucho a sí mismo, y ciertamente nunca sería capaz de ignorar la existencia de los demás.
No sería una exageración considerarlo la encarnación del deseo de aprobación y del deseo de presumir.
Afirmando que no tenía deseos ni exigencias con palabras sofisticadas, y tratando su existencia como si ya hubiera alcanzado la perfección, Regulus parecía incapaz de seguir viviendo sin proclamar su propio valor a los demás.
Reprimir los sentimientos de los demás, imponiéndoles sus propios valores, usando la intimidación y la violencia para imponerse por la fuerza como autoridad suprema.
Esta actitud no era la forma en que trataba sólo a sus esposas, sino la forma en que trataba al mundo entero.
Era por eso que, en cierto sentido, Regulus estaba realmente atento y serio a todo lo que se enfrentaba.
Su batalla contra Reinhard lo demostró perfectamente.
Si Regulus hubiera querido, podría haber anulado completamente los ataques de Reinhard con su «invencibilidad», y seguir adelante matando a los ligeramente problemáticos Subaru y Emilia.
A pesar de esto, estaba deliberadamente ansioso por aceptar los ataques de Reinhard directamente y, por lo tanto, fue incapaz de poner este eficaz plan en acción.
Pero esto no quería decir que el espíritu de Regulus fuera noble y benevolente.
Más bien, esto demostró firmemente la naturaleza que supuestamente había dejado de lado.
——Este hombre, Regulus, no podía actuar sin destruir todo a su paso con su Autoridad.
Por eso, era imposible que pudiera decidir no aplastar al entrometido Reinhard o simplemente ignorar las repetitivas provocaciones de Subaru.
Confiando ciegamente que no podía ser ni herido ni derrotado, necesitaba forzar a sus oponentes a rendirse completamente y dejar sus espíritus derrotados y quebrados ——ésta era la única forma de luchar de ese hombre.
Una naturaleza tan repulsiva era realmente desagradable de contemplar.
El porqué de esta noción era que, seguramente todos sin excepción, tendrían en cierta medida los mismos sentimientos.
Incluso el propio Subaru era consciente de tal fealdad en sí mismo.
La existencia de Regulus era tan odiosa precisamente porque obligaba a la gente a contemplar esta fealdad en sí mismos.
Sin embargo, esta misma razón fue lo que le permitió atisbar una pequeña posibilidad de victoria.
_Subaru: Si no quieres, no me cuentes cómo pones en estasis la materia, pero ¿mi suposición está totalmente equivocada? Me encantaría que al menos me aclararas eso, si fueras tan amable.
_Regulus: ¿Por qué tendría que responder esa pregunta? No tiene sentido y no estoy obligado a hacerlo. Derechos aparte, instarme a revelar mis propios secretos… ¿Hasta qué punto piensas menospreciarme? ¡Maldito, ¿eres incapaz de entender eso sin que tus huesos se conviertan en polvo primero?!
Al caer en la provocación de Subaru, Regulus pateó fuerte el suelo.