—¿Soy tan aterradora? —La joven se frunció el ceño mientras bajaba de la roca en la que estaba y se acercaba a la camisa que el drake había dejado atrás. La examinó y capturó su olor. —Hmm... Interesante... jeje... —Con una risita suave, se puso la camisa que le llegaba hasta las rodillas y una gran sonrisa en su rostro. Después de mirarse un par de veces y asegurarse de que su cola no estuviese atrapada en nada, olfateó el aire antes de saltar en una dirección en particular.
—¡Ya estamos aquí! —Bret gritó. Habían pasado los últimos días huyendo por sus vidas o luchando hasta la muerte. Todo el tiempo, Blake se mantenía atrás, riendo. —Blake, ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro —Blake asintió mientras tomaba un sorbo de agua.
—¡¿Por qué diablos no ayudaste en la mitad de las batallas?! —Bret gritó. ¡No lo entendía!