"¿Crees que Rose haría algo tan despreciable?" Sophie pregunta a mi lado.
"No sé. Sinceramente, a estas alturas no sé qué creer sobre ella. Ella me ha mostrado un lado completamente nuevo de su personalidad”, afirmo.
Sophie me mira con una expresión amarga en su rostro.
“Siempre pensé que te tenía un poco de envidia. Pero esto... es simplemente demasiado”.
Asiento, dejando que mis ojos vaguen hacia las nubes que bailan a través de la ventana, muy por debajo de nosotros.
Después de la gran fiesta de anoche hemos decidido regresar por fin a Alaska. Después de pasar dos semanas fuera de casa el anhelo en el rostro de Levi es casi evidente. Yo mismo he disfrutado muchísimo de la playa y de estas merecidas vacaciones, pero siento nostalgia. Siento que ya es hora de volver.