Liam soltó un suspiro al salir de la cueva. Más de dos semanas habían traído resultados muy cercanos a la nada y, aunque podía sentir que había algo más allá de la simple magia, no lograba sentirlo.
Supuso que era común, había gente en el Reino Inmortal que llevaba viva decenas de miles de años y, aun así, no se acercaban a su control de magia, por lo que llegar más allá estaba destinado a ser una tarea dificultosa. Lo más probable era que tuviera que ocurrir una casualidad extremadamente grande para alcanzar ese nivel.
Se fregó los ojos, que no habían sentido la luz por mucho tiempo, pues había estado confinado en su cueva, concentrándose por completo en su investigación.
Sin embargo, también había sacado algo positivo del tiempo invertido. Por supuesto, su cultivo había aumentado con su absorción de magia pasiva y sentía que se estaba acercando al verdadero límite de un cultivador con una sola Esencia.
Para adquirir una Esencia, uno debe entrar en el estado de iluminación, que no se podía replicar de forma consciente, sino que era cuestión de varios factores, como por ejemplo las emociones del cultivador en un momento determinado. Era por esto que un tesoro como la Píldora de la Iluminación era tan apreciado.
Pensando en ello, Liam determinó que, incluso si no podría ganar, su yo actual podría darle más pelea a Jinichi.
—Aunque ahora será aún más poderoso... —pensó Liam, recordando que, gracias a la píldora, ahora Jinichi sería un Soberano Ancestro.
Recordando al hombre, el joven cultivador concluyó que, si alguna vez se volvían a encontrar, podrían ser amigos.
Pero por ahora, para despejar su mente, planeaba empezar a buscar a Ji Ming y a su maestro. Su En podía cubrir un área muy grande y estaba seguro de que reconocería la firma mágica de ambos; sin embargo, cada planeta del Reino Inmortal era más de mil veces mayor a la Tierra... ¡y había cinco de ellos! Es más, el planeta central era mayor incluso que los otros cuatro.
Teniendo esto en cuenta, sabía que le iba a llevar tiempo encontrarlos, pero no se desanimó. Sabía de las grandes sectas que había en cada planeta y de la cantidad de discípulos que estas tenían.
Determinó que el curso de acción más óptimo era ir a cada secta y preguntar si conocían a alguno de los dos.
Estaba seguro de que no estaban en el planeta Alma Esmeralda, porque hubieran sabido del torneo y lo habrían visto pelear. Entonces, decidió visitar el planeta Victoria Roja para empezar.
Normalmente, debido a la barrera establecida por el líder de cada gran secta, era imposible dejar el planeta sin la autorización de este. No obstante, Liam poseía la Esencia del Espacio, que le permitió ignorar esto.
Activó su poder de forma silenciosa, no la usó para ningún truco llamativo ni técnica destructiva, sino que, un segundo más tarde, la única pista que indicaba que alguien había estado en ese lugar, era el rastro de magia dejado atrás.
En la otra punta del Reino Inmortal, Victoria Roja era un planeta repleto de vegetación y vida. Su nombre se le dio debido a que todas las plantas, por alguna razón, crecieron de colores rojos y anaranjados, a diferencia del planeta Alma Esmeralda.
Llegó un olor otoñal a leve humedad hasta la nariz del recién aparecido Liam. El sonido del río lo relajó y le dio una extraña sensación de paz. La atmosfera del lugar fue... única, en cierta forma, aunque aún se sentía la magia pesada en el ambiente, característica típica del Reino Inmortal.
Tomando una bocanada de aire, se preparó para visitar la Secta de la Espada Divina. Se preparó, porque no estaba seguro de que su viaje resultara tranquilo.
Cuando llegó por primera vez al Reino Inmortal, tuvo que luchar contra otros cultivadores que quisieron reclutarlo y no aceptaron un no por respuesta, así que esta vez se puso su armadura para evitar tantos problemas como le fuera posible.
Hasta la fecha, no había tenido la oportunidad de probar si la armadura de batalla que fabricó era realmente efectiva debido a que no se permitieron los objetos durante la parte final del torneo.
Pensó que este sería el momento perfecto para observar la eficacia de su creación, así que no perdió más tiempo y se puso en marcha.
Empezó a usar el vuelo junto con su En para ver dónde había una concentración grande de cultivadores; y no tardó mucho en encontrarlo. Aterrizó en el suelo con elegancia mientras contemplaba la escena frente a él.
Había visto la Secta del Dragón Arcano y pensó que era impresionante, sin embargo, la Secta de la Espada Divina no se quedó atrás. Enormes pagodas se alzaban rodeando un castillo principal, que era tan grande como una ciudad.
Árboles de un rojo casi sangre rodeaban las construcciones, dándole una sensación de armonía con la naturaleza. En un patio exterior, innumerables cultivadores practicaban sus artes de la espada, creando una danza casi hipnótica.
Liam no se detuvo a observarlos, por más que le resultara interesante, sino que se adelantó y fue a entrar al edificio principal.
El único problema fue que dos guardias que custodiaban la puerta lo detuvieron.
—Detente, no te he visto nunca por aquí —exclamó uno, colocándose protectoramente delante de la puerta —. Rebela tus asuntos con la secta.
Ambos guardias eran tenían el poder de tres Esencias, eran Señores Ancestro. Liam, que no quería problemas, prefirió ser sincero.
—Estoy buscando a un amigo y quería preguntar si se encuentra aquí —declaró en un tono amable.
Se dio cuenta de que su En no podía traspasar la barrera que había alrededor del castillo, así que no tenía más remedio que preguntar al respecto.
Los dos guardias se miraron antes de fijarse en Liam.
—Lo sentimos, pero tenemos órdenes de no revelar nada sobre la secta —comentó el que no había hablado antes —. Últimamente, ha habido algunos problemas con una secta menor que se está intentando rebelar. Ha cogido bastante fuerza y parece que pretende tomar el control del planeta.
El otro se burló.
—Esos tontos no pueden ver la inmensidad del cielo y la tierra —dijo —. Pero por esa razón estamos en guardia ante personas que no hemos visto antes.
Liam fue sorprendido ante el hecho que una secta menor pretendiera enfrentarse a la Secta de la Espada Divina, que había gobernado desde tiempos inmemoriales.
—Aun así, puedo deciros el nombre de las personas que estoy buscando, si las conocéis decidles que Liam Doyle los está buscando —les pidió.
Ambos asintieron en acuerdo.
—Está bien, supongo que no hay problema por eso —le respondieron.
—Sus nombres son Ji Ming y Albus Dumbledore —cuando pronunció el nombre del viejo mago, Liam percibió un cambio.
Fue sutil, porque se recompusieron casi al instante, pero pudo ver como los dos se tensaban.
—¿Cómo conoces ese nombre? —preguntó con cuidado uno de los guardias.
Dándose cuenta de que al menos conocían a su maestro, el joven cultivador se alegró.
—¿Conocéis a Albus Dumbledore? —cuestionó, sin demostrar sus emociones. Esperaba que ellos no estuvieran en malos términos con el antiguo director de Hogwarts.
Uno de ellos se quedó quieto un segundo antes de hablar.
—Él es el discípulo del maestro de secta, llegó al Reino Inmortal hace poco tiempo y ha estado con nosotros todo el tiempo —reveló —. Entonces, ¿cómo lo conoces?
Liam se revolvió el pelo a sí mismo, poniendo una expresión inofensiva.
—Bueno, lo conozco de antes del Reino Inmortal, por supuesto —reveló, sorprendiendo a los guardias.
—¡Eso quiere decir que tú eres humano! —exclamó con incredulidad uno —. Dos humanos que han ascendido casi al mismo tiempo, esto es inaudito.
Liam no se preocupó en corregir el hecho de que él no era un humano, puesto que solo conllevaría más dolores de cabeza.
—Entonces, ¿podría verlo? —preguntó esperanzado.
Sorprendentemente, ambos negaron con la cabeza, cruzados de brazos.
—Ahora mismo estará entrenando con el maestro de secta —revelaron —. No obstante, puedes esperar en el patio exterior, ya que siempre va a practicar en ese sitio después de su entrenamiento.
El joven cultivador pensó que era una opción válida, así que les hizo caso.
—Está bien, gracias, estaré allí por si necesitan decirme algo —les dijo.
Apreció que los guardias de una secta fueran razonables y no como los de las novelas xianxia de su anterior vida. Recordó que muchas veces, en las novelas, los guardias eran fanfarrones que atacaban a la primera persona que se les acercaba.
Fue a sentarse, observando a los discípulos que entrenaban con la espada, pero notó que un grupo de cultivadores lo seguía y se le acercó.
—¡Oye, tú! —exclamó el que parecía ser el líder.
Solo por el tono, Liam supo que no debería haber abierto la boca antes de tiempo y que esto iba a ser molesto. Todos ellos eran cultivadores con una Esencia a excepción del líder, que parecía tener dos.
—¿Sí? —Liam los miró levemente.
—Hemos oído que conoces al novato —mientras hablaba, soltó una carcajada despectiva —. Ese tipo llegó y de repente se volvió el discípulo del maestro de secta cuando muchos de nosotros llevamos miles de años intentándolo.
Liam pudo sentir el desprecio en las caras de todos los miembros del grupo y permaneció callado.
—Solo porque tiene un poco de talento va pavoneándose por ahí, como si fuera el dueño del lugar —mientras decía estas palabras escupió al suelo —. Dime, ¿no te parece horrible?
El joven cultivador lo miró con aburrimiento, este hombre parecía un cliché andante y justo apareció cuando pensaba que todos los cultivadores empezaban a ser más sabios con el pasar de los años.
—Pero no podemos hacer nada, porque es el favorito del maestro —terminó su diatriba —. Y justo cuando estábamos cerca de nuestro límite, apareciste tú. Ya que pareces ser amigo suyo, vamos a desquitarnos contigo.
Le puso una mano encima de la cabeza de Liam con una sonrisa siniestra y trató de tirar de sus cabellos, esperando que reaccionara de forma violenta. Sin embargo, Liam no se movió ni una pulgada de su sitio.
—Chicos, ¿cuántos años tenéis? —cuestionó con la cabeza apoyada en su mano —. Parecéis niños de secundaria.
Levantó una ceja, con una sonrisa en su rostro. La expresión de Liam oscureció aún más la cara del extraño matón, que trató de tirar más fuerte de su pelo.
Para su sorpresa, ni siquiera lo movió una pulgada. Los otros miembros del grupo, que se habían sentido insultados, rodearon al joven cultivador.
De repente, Liam levantó la mano, haciendo que todos se pusieran en guardia. Pero lo que apareció en su mano no fue un arma, sino un pincel de tamaño mediano que parecía estar empapado en tinta negra.
Se agachó y trazó un círculo con él como centro ante la desconcertada mirada de los matones.
—Oye, puedes burlarte tanto como quieras, pero te vamos a hacer sufrir —gruñó el líder peligrosamente.
Liam sostuvo el pincel en su mano y entrecerró los ojos, divertido.
—Oh, pero no me estoy burlando —aunque dijo eso, su voz adquirió un tono juguetón —. Solo estaba delimitando.
Un miembro del grupo que no había hablado y que se parecía a un lagarto se acercó con intenciones maliciosas.
—¿Qué es lo que necesitas delimitar? —cuestionó —. ¿No entiendes la situación en la que estás?
Los ojos de Liam brillaron con el color profundo de la magia.
—Si cruzáis este círculo, aunque sea medio milímetro... —mantuvo su expresión juguetona —. Solo entonces atacaré.
Uno de los guardias, que había visto como los matones seguían a Liam, llegó a la escena y escuchó sus palabras. De repente, tuvo una mala premonición.
—¡Espera! —trató de detener al hombre lagarto, pero su voz no llegó a tiempo.
Queriendo demostrar su valentía al grupo, el hombre lagarto se adelantó, tratando de golpear a Liam. Ninguno de los presentes pudo ver lo que sucedió a continuación.
Nada más traspasar el círculo, el hombre réptil cayó al suelo como si fuera una marioneta a la que le habían cortado las cuerdas.
—Señor guardia, debería apartarse —mientras hablaba, la presión espiritual de Liam se empezó a elevar —. Estos niños necesitan aprender que cuando uno habla demasiado... puede descubrir que su garganta ha sido aplastada.
Fin del capítulo.
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Bueno, Liam actúa así cuando alguien habla mal de uno de sus seres queridos y ya lo ha demostrado en anteriores capítulos, es probablemente la única cosa que lo irrita de verdad.
Por cierto, quiero decir que esta historia ya está en la recta final. Aparte de este, diría que solo quedan dos o tres arcos para acabar, así que debería estar acabada a mediados del verano.
Luego de eso empezaré otro fic que ya tengo planeado y creo que saldrá mejor que este. Lo digo porque el planteamiento de esta historia lo hice cuando era bastante más joven y ahora tengo que adaptarme a lo que escribí cuando no sabía tanto como ahora. Con una historia nueva y bien planteada, pienso que quedará un buen fic, así que esperadlo con ganas.
Espero que os haya gustado el capítulo y hasta la semana que viene ^^