"¡No esperaba que este Connor fuera tan pobre e inmoral como para robar las pertenencias de alguien más! —Penélope apretó los dientes y murmuró.
—Así es. Este Connor es realmente atrevido. ¡Hasta se atrevió a robar de la familia Phillips un tesoro tan precioso para colmo! Si la familia Phillips se entera, las consecuencias serán inimaginables…
—Carlos no pudo evitar suspirar suavemente.
—Carlos, es una suerte que hayas vuelto hoy. Si solo fuéramos nosotros dos en casa, definitivamente no nos habríamos dado cuenta de que hay algo mal con esta pulsera de granate. ¿Cómo crees que deberíamos manejar este asunto…? —Penélope le preguntó a Carlos.
Después de escuchar sus palabras, Carlos no pudo evitar dudar por un momento. Luego, dijo sin expresión,
—Esta pulsera de granate es tan valiosa, que la familia Phillips definitivamente se dará cuenta de que falta. Si investigan, definitivamente encontrarán a Connor. Si Connor dice que está en manos de nuestra hija, ¿cómo voy a manejarlo?