La condición de Noah no le permitía pensar correctamente. Las desventajas de su ambición recaían sobre sus centros de poder y hacían que su mente se sintiera lenta. La somnolencia también llenaba su mar mental y lo obligaba a sentarse.
Las lesiones sufridas mientras resistía el fuego empeoraban su estado. No podía evaluar la extrañeza de esa habitación adecuadamente mientras atravesaba esas sensaciones dolorosas.
Noah decidió sentarse en un rincón y cerrar los ojos. No dormía, pero su conciencia vacilaba mientras su mente luchaba por permanecer alerta a sus alrededores.
Su agujero negro llenaba su cuerpo con materia oscura. La energía superior trabajaba junto con sus habilidades regenerativas innatas para curar sus lesiones y dispersar el estrés acumulado mientras su ambición estaba activa.
Nadie molestaba a Noah mientras estaba en esa condición debilitada. Los meses pasaban rápidamente mientras pensamientos confusos llenaban su mente mareada.