Qin Chu miró a los guardaespaldas que estaban detrás de él y dijo: —Pueden salir primero y esperarnos en la puerta. Nosotros llevaremos a los niños al baño.
—Sí, Sr. Qin.
Los guardaespaldas recogieron el equipaje y salieron. Qin Chu y Huo Mian se agarraron de las manos de los gemelos y caminaron hacia el baño.
—Te esperaré afuera.
Qin Chu se detuvo en la entrada del baño de mujeres. Huo Mian asintió con la cabeza y llevó a sus hijas adentro.
Las gemelas eran muy independientes y podían ir al baño por sí mismas. Huo Mian entró y una vez que terminó, esperó fuera del baño. Siguió esperando...
Había mucha gente en el aeropuerto...
—Mami, quiero ir a hacer caca... —Porotito había comido mucho en el avión, así que se quejaba.
—Bien, no hay prisa. Mami te esperará afuera. Cuando termines, llámame para que te ayude a limpiar... —Huo Mian sonrió suavemente.
—Está bien, mami.