—Sí, tienes razón. Iré a la ciudad Jing. No puedo preocuparme demasiado sin saber todo los hechos.
En ese momento, estaba tan nerviosa que perdió por completo su capacidad para pensar. Al oír lo que Huo Mian dijo, ella se calmó un poco.
—Por ahora, recibirás una inyección por día para que ella esté a salvo. Cuida lo que comes, tómate unos días libres del trabajo y asegúrate que nada le suceda al feto. Luego, una vez que recuperes tu energía, ve directo a la ciudad Jing, ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
Wu Xiaoxue se puso de acuerdo con las sugerencias de Huo Mian de inmediato, así que asintió.
Ya eran pasadas la media noche cuando terminaron con la serie de exámenes, y Huo Mian llevó a Wu Xiaoxue a su casa antes de ir ella a la suya.
Eran casi la una de la mañana cuando ella legó. Se arrastró hasta el baño y tomó una ducha caliente. Cuando salió del baño, vio que Wu Xiaoxue le había mandado un mensaje.