—Papá... Lo lamento... Lo haré mejor.
Huo Mian se sentía culpable. Aunque no poder quedar embarazada no era su culpa, de alguna forma se sentía responsable. Después de todo, no había contribuido demasiado a la familia de Qin Chu después de casarse con él.Qin Chu la trataba de forma estupenda, le daba todo lo que quisiera comer, beber y usar y nunca dejaba que sufriera una injusticia.
—No digas eso, no somos estúpidos, sabemos que no es tu culpa... Estas cosas llevan tiempo, solo esperamos poder cuidar a nuestro nieto o nieta mientras aún tengamos salud —el padre de Qin Chu consoló a Huo Mian.
Después de cenar, la pareja se marchó a casa a las 8 PM. En el camino, Qin Chu inclinó la cabeza y miró a Huo Mian.
—No pienses demasiado en lo que ha dicho mi padre, habla así cada vez que bebe.
—No, está bien, comprendo sus intenciones.
—Cierto, le dijiste a mi padre que lo harás mejor, así que, cuando regresemos...