—Mi suegro me llamó para que viniera a buscarte.
—No regresaré contigo, puedes irte.
A Song Yishi no le agradaba Huo Siqian, pero, además, la aterraba. Él la había golpeado con su cinturón en su noche de bodas...
Sin embargo, ella ni siquiera tenía las agallas de contarle algo a sus padres y no había tenido más opción que tragarse toda su furia y su temor. Esto se debía a que se había dado cuenta de que Huo Siqian era un verdadero psicópata y no era algo inteligente molestar a alguien así.
Al final, había regresado hasta la mansión de su familia solo para mantenerse a una distancia segura de él.
—No me importa, es tu decisión...
Huo Siqian no sentía nada por Song Yishi. Se había casado con ella por sus intenciones ocultas, pero, ahora que había alcanzado su objetivo, lógicamente no le importaba si quería regresar con él o no. Por eso se volteó para marcharse, pero se topó con el alcalde Song, que acababa de llegar del trabajo.