CAPÍTULO 53
~ Punto de vista de Zara ~
¿Cómo se me había pasado por alto? ¿Cómo había sido tan ciega, tan consumida por mi enojo como para no verlo?
Me giré hacia Scott, esperando que ofreciera alguna explicación diferente. Pero su asentimiento firme lo confirmó.
—El maestro ha preferido no hablar de ello, señora, para proteger al Joven Maestro Tormenta. Es... delicado —dijo él.
Aira soltó una risita suave, rompiendo la tensión mientras besaba la mejilla de Tormenta, haciéndolo reír.
Tormenta abrazó a su madre, rodeando su cuello con sus pequeños brazos. —Mamá, ¿Papá Nieve siempre será mi papá? —preguntó el niño inocentemente.
El rostro de Nieve se suavizó al soltarme, caminó hacia ellos y despeinó el cabello de su sobrino.
—Para ti, campeón, siempre seré tu papá. Lo que quieras que sea, lo seré —dijo Nieve.
Tormenta vitoreó, y Aira sonrió, pero yo permanecí allí, paralizada, incapaz de comprender las emociones que me atravesaban.