—Sí, en efecto, Michael no te serviría veneno —Christian estalló en risa de repente.
Al momento siguiente, se echó toda la copa de agua a la boca. Wendy estaba desconcertada.
—¿Ha perdido realmente Christian la cabeza? ¿O ha decidido terminar con su propia vida ya que no hay manera de regresar a este punto? —Wendy se preguntaba a sí misma.
Christian arrojó el vaso al suelo y se hizo añicos.
—Ni yo tampoco —Christian miró a Wendy y lo pronunció palabra por palabra mientras muchos pensamientos le pasaban por la cabeza.
—¿Ni yo tampoco? —Wendy estaba confundida y no entendió bien lo que él había dicho.
¿Quería decir que el vaso de agua no era venenoso?
—Tú crees que Michael no te haría algo así, pero no me crees a mí —Christian negó con la cabeza en señal de decepción.
Wendy no sabía qué decir.
¿Por qué debería creer en Christian?
¿Creer en alguien que la secuestró?