—Ven —él tomó su mano y la llevó hacia abajo y en un segundo, la mano de Marianne lo estaba cubriendo.
Finalmente se dio cuenta de lo que él estaba haciendo, pero sabía que él lo deseaba. Podía ver las necesidades en su rostro y ya que habían decidido darse una oportunidad, y lo habían hecho antes, decidió seguir adelante.
—Casio, entiendo lo que quieres de mí —respondió ella— y finalmente una sonrisa se formó en sus labios.
Él tomó sus dedos y lentamente los sostuvo y los acercó a su boca y luego los cubrió lentamente y comenzó a chuparlos, lentamente, como si saboreara el gusto, mientras la miraba intensamente, provocando que los labios de Marianne se entreabrieran en shock. Sus ojos estaban bien abiertos mientras una ola de placentero shock recorría su cuerpo al sentirlo chupar su dedo.
—Tócame Marianne —dijo antes de soltar su mano.