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El Dios del Trueno Tormentoso dio un paso adelante, su cuerpo rodeado por el poder del trueno y el relámpago, con una gran espada hecha de relámpagos bajo sus pies.
—Kaidiluo, hoy yo, el Dios del Trueno Tormentoso, ¡te desafío! —lamía sus labios y decía—. ¡Te derrotaré aquí, y tu título de los Ocho Dioses de la Guerra, lo reclamaré!
Kaidiluo agitó su mano, y un rayo de luz blanca descendió del cielo, aterrizando sobre su cuerpo, envolviéndolo en luz sagrada, y ¡una Armadura de la Luz que brillaba intensamente se materializó sobre él!
—Armadura del Caballero Santo —. ¡La Armadura del Caballero Santo invocada por Kaidiluo era más de diez veces más fuerte que la de Alessandro!
—Muy bien, en verdad eres digno de ser el Gran Caballero de la Corte Papal de la Luz —. Con trueno y relámpago centelleando en sus manos, el Dios del Trueno Tormentoso condensaba una masiva espada a dos manos—, ¿es tu Espada de Luz Sagrada formidable o es mi Espada del Trueno más resistente?