—Deberías poner esos más cerca —dijo Dawn cuando se acercó a Zina.
Zina se giró para ver detrás de ella, para asegurarse de que no era solo su imaginación. —Dawn.
Zina estaba realmente feliz de ver a su amiga. Se habían visto esa misma tarde cuando Zina le llevó cosas a Dawn, pero fue solo brevemente y con Jorge presente. Dawn y Zina pasaban la mayor parte del tiempo juntas, así que esta separación de un día entero parecía una eternidad.
—Te ves deslumbrante.
Dawn sonrió. —¿Crees? Gracias por el vestido.
Si Zina no le hubiera llevado el vestido, Dawn no habría tenido nada que ponerse. Y Zina le trajo más que solo un vestido. Trajo un equipaje de mano con varios cambios de ropa y artículos de tocador, y Zina lo hizo corriendo al apartamento de Dawn mientras las patatas estaban en el horno. Ivy y Lily se aseguraron de que nada se quemara hasta que Zina regresó.
Zina negó con la cabeza. —No se trata del vestido. Eres tú, D. Estás radiante.