—¡Es hora! —exclamó entusiasta Mario desde la puerta, captando la atención de Maddox, los padrinos y todos los estilistas en la habitación.
Mario corrió de la habitación donde Tatiana y las damas de honor estaban, para informar a los chicos que debían moverse.
Había personas encargadas del séquito del novio, pero como el principal organizador de eventos, diseñador y estilista, Mario vino en persona para hacer las comprobaciones finales antes de que la gente saliera.
La ceremonia incluía a Maddox yendo al podio donde esperaría a Tatiana, y entre Maddox y Tatiana llegando allí, todos los padrinos y damas de honor caminarían por el pasillo cubierto de pétalos de flores.
Planearon caminos, para que padrinos y damas de honor no se encontraran hasta el momento final.