Afortunadamente, afuera ya había infraestructuras. Incluso alquilaron algunas casas
antiguas del pueblo. Solo necesitaban un poco de limpieza y el equipo podía dormir
allí.
Cuando Lin Che acabó de llegar, el director la recibió personalmente. Había
incertidumbre en su rostro, mientras miraba a esta chica completamente
inmaculada. Se veía tan limpia y rica, como flores en un invernadero.
Luego le dijo: —Las condiciones aquí son muy duras. Si no quieres hacerlo,
podemos espaciar la programación diaria para que puedas comenzar y terminar
antes. Hay una casa de huéspedes que debería ser mucho mejor que aquí.
Lin Che miró a su alrededor y dijo: —Está bien, está bien. Mientras no me hagas
dormir en el suelo, perseveraré.
El director dijo apresuradamente: —No creas que te estamos congratulando, pero
es porque eres una chica.
Lin Che respondió de inmediato: —No subestimes a las chicas. Si un hombre puede