Lin Che se rió. Al lado, la profesora estaba tan asustada que ya se había precipitado y dijo:
—Señorita Lin, señorita Lin. Por favor, no hagas esto. Sabemos que tienes tu propia postura pero es mejor atenuar los asuntos relacionados con los niños. De lo contrario, hacer estallar el asunto no sería bueno para usted tampoco. Ella no es muy educada y no sabe nada más que de maquillaje, pero lo sabemos, así que no nos rebajemos a su nivel. Para ser honesta... —Bajó la cabeza y continuó—: Es la nuera de la familia del vicealcalde. Ella es particularmente irrazonable, es inútil oponerse a ella, sólo mira lo que pasó...
—Oh, así que es alguien con conexiones —respondió Lin Che y sonrió.
—Sí, sí...