—El tiempo pasaba, segundo a segundo.
—El personal de rescate finalmente logró mover el cerrojo desde fuera y abrieron la puerta.
—En este momento, Bai Zhi aún no había despertado.
—Los perros entrenados aún estaban no muy lejos de ella, examinándola vigilantes.
—Después de abrir la puerta, los rescatistas la empujaron suavemente.
—La puerta oxidada emitió un sonido de "crujido".
—Ese sonido hizo que todos se tensaran de nuevo.
—Temerosos de que Bai Zhi despertara.
—Inesperadamente,
—Bai Zhi no mostró signos de despertarse.
—Debía estar realmente en un sueño profundo.
—Al ver que Bai Zhi no reaccionaba, los rescatistas se volvieron más audaces.
—Empujaron la puerta nuevamente.
—No importa cuán cuidadosos fueran, la puerta aún hacía un sonido de "crujido", pero muy suave y lentamente.
—Después de un rato, la puerta finalmente se abrió lo suficiente como para que un adulto promedio pudiera pasar.
—El personal de rescate entró uno por uno, ordenados y cautelosamente.