—¿Hablas en serio? —le preguntó él, incrédulo.
Los ojos de Su Yin se bajaron.
De repente, se puso de puntillas y besó a Wencheng en la cara.
Sus suaves labios tocaron su rostro, rozándolo muy levemente, como una pluma flotante, pero como si hubiera llegado al núcleo de su corazón.
Él atrajo a Su Yin hacia sus brazos al instante.
No podía controlarse.
Tampoco vio a Ji Zhihan acercándose a una distancia de apenas un paso de ellos.
Allí estaba él, observando a Su Yin tomar la iniciativa de besar a Wencheng.
Allí estaba él, observando a Su Yin siendo firmemente abrazada por Wencheng.
Los reporteros detrás de él estaban confusos mientras lo miraban.
Y tan confusos como miraban a Wencheng y a Su Yin.
Madre Ji estaba furiosa inicialmente. No importaba cuánto tratara de llamar la atención de Zhihan, él la ignoraba y seguía caminando hacia Su Yin.