—Es de la visión de Leeora que Zelda consigue ver —respondió Morpheus.
Thala lo observó cuidadosamente. —Una hermosa arma para crear. Después de tanto tiempo, finalmente tengo la oportunidad de crear una.
—Deberías agradecerme por darte esta oportunidad —contrarrestó Morpheus.
—Sigue soñando —se burló ella y miró a Aureus—. Joven águila, ¿te importaría desprender unas pocas gotas de tu sangre?
—Me importa a menos que sepa para qué es —dijo Aureus sin rodeos.
—No diré que es para algo bueno si te considero a ti, pero tampoco diré que es para algo malo si considero otras cosas aparte de ti.
Aureus se sintió confundido al escuchar su respuesta. Esta mujer seguro que no le gustaba responder directamente. '¿Todas las brujas son así? No, la Reina Esther no era así.'
—¿Qué quieres decir? —preguntó Aureus.