Shinki se hubo relajado bastante junto a Naomi, su querida amiga. Ella siempre había logrado extraerle una sonrisa, pese a lo mal que podría sentirse.
De no haberse enamorado de Boruto, bien podría amarla ya que es una excelente chica. Esos pensamientos se le cruzaron por su mente esa noche mientras se encontraba con ella en su habitación.
Su angustia por la muerte de su amado y la locura de su padre lo angustiaba. Entendia que Gaara sienta tanto terror por Menma pero Boris no tiene nada que ver.
Pero él nada podía hacer por ninguna de las dos crisis que lo atormentaban. Nada. Cerró los ojos pensando en Boruto, y los maravilloaos momemtos que pasaron juntos. Pero èl ya no estaba y había llegado la hora de rehacer su vida ¿cierto?
La voz de Naomi lo devolvió al presente, abrió los ojos para mirarla con intenso dolor. Ella se sentó frente suyo acariciando sus rojos cabellos.
No sabía qué le estaba diciendo ni le importaba. Ella se fue acercando a él hasta estar nariz contra nariz. Sus labios se rozaron, pero cuando ella quiso iniciar un beso él la detuvo.
— No Naomi, por favor te lo pido....no....
— Shinki ¿por qué te sigues negando si él está muerto?
— Aún lo amo
— Y yo a tí
— Dijiste que ya no tenías ese sentimiento hacia mí, dijiste que....
—Mentí Shinki — ella tenía lágrimas en los ojos — Mentí porque te amo — él negaba con la cabeza mientras cerraba los ojos — Te amo Shinki ¡Te amo!
Él se colocó de pie e intentó itse pero la puerta del cuarto estaba cerrada con llave. Naomi sonrió con tristeza mientras le mostraba las llaves.
— Haré lo necesario para hacerte entender que tú y yo podríamos ser una gran pareja Shinki. Y lo nuestro sería normal.
—¿Normal? ¿De qué hablas Naomi?
— Te amo, podremos tener un hijo incluso.
— ¿Qué es lo que estás diciendo? Naomi por dios escuchate
— ¡Te amo y haré que lo entiendas!
—¿Cómo? ¿Encerrándome en tu habitación?
— Si es necesario sí.
— Naomi, sabes perfectamente lo que he pasado y por lo que aún estoy pasando. — Ella asintió con la cabeza acercandosele sensualmente — Por favor....no me hagas ésto....por favor....amiga....tú no eres así.
Naomi lo arrinconó contra la pared y empezó a manosearlo sin piedad, pero él la alejó de su cuerpo. Ella comenzaba a enfurecerse.
— Tendré que jugar sucio entonces Shinki.
—¿Qué?
Ella sacó una jeringa con un extraño líquido en su interior, su exprrsión se desfiguró. Ahora parecía una loca. Shinki, en cambio, sintió que su corazón empezaba a latir como un tambor.
Estaba en verdad atrapado, pero no se dejaría amedrentar tan fáilmente. Esa no era la Naomi que él había conocido y a la que concideraba una amiga. Era alguien totalmente diferente.
— Te cedaré Shinki, luego te amaré locamente una y otra y otra vez. Cada vez que quieras reaccionar te volveré a cedar. Te tendré así hasta que accedas a casarte conmigo.
— Mi padre....mi hermano....
—¡Ellos no harán nada! ¡¿Oíste?! ¡Nada!
— No voy a permitirtelo, no seré tu juguete Naomi. ¡Nunca! Haber confiado en tí fue un gran error.
— Te amo Shinki
— No Naomi, tu no me amas. Tú estás enferma de obseción conmigo.
Ella lanzó un grito de loca y le clavó la jeringa en su estómago. Ya estaba listo, había podido drogarlo.
— Genial — le susurró ella riendo como una hiena — En breves instantes hará efecto la droga. Ya eres mío Shinki.
La desesperación se adueñó del pelirojo y la empujó arrojandola al suelo. En el forcejo había conseguido quitarle las llaves de la habitación.
Con desesperación se quitó la jeringa de su cuerpo y la arrojó al suelo. Apurandose abrió la puerta y, antes de que ella pueda incorporarse, salió de allí cerrando con llave la puerta del lado de afuera.
Se dirigió a la puerta de calle sintiendo cómo ella gritaba y golpeaba la puerta. Si no se apuraba lo sorprendería el mayordomo.
Salió a la calle sintiendo que los efectos de la droga empezaba a hacerle efecto. Mareos, visión borrosa, caminar como si estuviese borracho.
Se fue sujetando de las paredes, si no se apuraba ella lo volvería a atrapar. Su celular. Tenía que llamar a Shura. Pero no tenía fuerzas para sujetarlo siquiera.
Pensó en Boruto mientras las lágrimas humedecían su rostro.
"Boruto....mi vida....ayúdame...por dios...Boruto"
El viento se tornaba helado, la noche era cerrada. Pero un auto se detuvo frente suyo en esos instantes. Las luces lo enceguecieron. Alguien bajó del lado del acompañante y se le acercó.
Shinki pensó que Naomi lo había encontrado al final de cuentas. Sintiendose impotente solo pudo llorar mientras susurraba.
— Boruto, amo a Boruto....siempre lo amaré Naomí. Nada....nada logrrás encerrándome y drogándome ¿oíste? Nada.
Unos brazos lo sujetaron con fuerza mientras la conocida voz de Boruto le dijo:
— Me alegre oírte decir eso mi amor.
— ¿Boruto? ¿Eres tú?
— El mismo que habla y camina mi amor. Ven conmigo.
— No....tú....tú estás muerto...
— Todo tiene su explicación.
Boruto lo abrazaba mientras lo llevaba al interior del auto. Se subieron en la parte trasera y Kawaki arrancó prerdiéndose en la niebla de la noche.
Shinki luchaba contra los efectos de la droga sintiendose enloquecer. Pero Boruto hizo que lo mirase a los ojos.
— Soy yo mi amor. Nunca estuve muerto. Tranquilo, me ocuparé de que lo que sea que te hayan dado quede neutralizado.
—¿Por qué entonces....no...no?
— Tranquilo mi amor. Te contaré todo cuando estés bien.
—¿En serio estás....?
— Te amo Shinki y no dejaré que Naomi ni nadie te toque. Eres mío, me perteneces.
Como respuesta Shinki se apoyó en su cuerpo dejando de luchar contra los efectos de la droga. El rostro de Boruto se endureció.
—Kawaki
— Lo sé hermano, lo haré.
— Lo más pronto posible hermano.
— Sabes que lo haré — por el espejo del retrovisor vió cómo Boruto abrazaba a Shinki con instinto protector e intenso amor. Sonrió felíz.
— Te amo Shinki, te amo tanto que serás mi esposo lo más pronto posible. Te extrañé mi amor y deseo hacerte el amor aún estando bajo los efectos de lo que sea que te dieron.
Lo abrazó con mayor intensidad, de forma en extremo posesiva mientras besaba sus labios.