"Increíble" Las palabras de asombro no se hicieron esperar desde la boca de Edwin, quien miraba con los ojos muy abiertos a la niña en el monitor.
Kai apenas le había explicado, que era la "Reina Blanca", y todo lo que esta obra maestra de la programación era capaz de hacer.
Incluso podía ayudarlo al momento de sus experimentos…
"¿Cómo llegaste hasta aquí Reina Blanca?" Kai miró expectante, esperando la respuesta de la Reina blanca.
"No lo sé, simplemente estaba en la base de Umbrella, luego estaba aquí, y en mi nueva directiva, estaba el ser completamente leal a ti" La voz suave de la reina blanca explicó sin ocultar nada.
Edwin se extrañó al escuchar el nombre de la compañía Umbrella, no le sonaba conocido de ninguna manera.
Pero para Kai, fue algo sorprendente, si ella de verdad venía de Umbrella, eso quiere decir que el universo de Resident Evil también existía, y al mismo tiempo, no pudo evitar agradecerle al cielo a cualquier deidad que lo este favoreciendo, porque la compañía Umbrella, no existe en la actualidad.
No quería tener que lidiar contra el virus T.
Aunque se sentía un poco mal por Alice, ella de verdad era una mujer muy capaz, sería un gran pilar para EDEN.
Pero Kai no pudo evitar emocionarse, una inteligencia artificial, que de verdad pensaba por si misma, y que era muy probable que no tuviera ningún igual en el mundo, ahora le pertenecía.
"Desde ahora, tu nombre será Alice" Kai miró directamente a la reina blanca, que ahora sería llamada Alice.
"Entendido, mi señor" Alice hizo un asentimiento en la pantalla, lo que Kai ordenara, ella debía cumplirlo.
"Bueno, volveré a mi habitación, ustedes pueden familiarizarse entre ustedes, estarán trabajando juntos desde ahora" Kai dijo mientras salía del laboratorio, y dejaba a un Edwin con una mirada emocionada mientras miraba a Alice.
Nadie sabía, que, gracias a Alice, EDEN ayudaría a la humanidad a dar un paso significativo.
De regreso en su habitación, Kai observó a Maggie en un camisón corto que le llegaba hasta los muslos, de color negro que parecía estar hecho de seda, mientras en sus brazos estaba sosteniendo a una artemisa un poco somnolienta.
Sus pequeños ojos que se cerraban poco a poco la delataban.
Acercándose a ellas, Kai le dio un beso en la mejilla a Maggie, quien le regresó una sonrisa hermosa, y una mirada llena de amor a Kai.
Pero ambos no se dijeron nada, solo se dieron una sonrisa cálida mutua, después de todo, Artemisa por fin se estaba quedando dormida y no querían que perdiera el sueño.
Así que solamente, Kai se desvistió, quedándose en bóxer y luego se acostó al lado de Maggie, mientras ella al cabo de unos minutos, se levantó y acostó a una ya dormida Artemisa, en su cuna.
Luego, apagó las luces de la habitación, y se acostó junto a Kai, donde ambos se durmieron abrazados en los cálidos brazos del otro.
Y así, pasó toda una noche sin problemas para todos.
Pero solo hubo una parte en toda la base principal, que aun tenía las luces encendidas, eso fue en el laboratorio, donde ahora se encontraban dos personas, y una inteligencia artificial, avanzada.
A la mañana siguiente, todos estaban desayunando como de costumbre.
*Sonido de interferencia*
La radio de Kai sonó de repente, lo que atrajo su atención, y la de todos en la mesa.
Solo las personas de confianza de Kai, tenían acceso a la línea de radio exclusiva de la base, y todos estaban sentados comiendo juntos ahora.
"¿Hola?... ¿Hay alguien ahí?" Una voz masculina vino de la radio, esta sonaba un poco débil, como si la otra parte no se encontrara bien.
"Reconozco esa voz…" Kai dijo desconcertando a todos, luego, con su mano descolgó la radio de su pecho, la llevó a su boca, y presionando el botón, respondió.
"Morgan Jones, ha pasado un tiempo" Estas palabras que salieron de la boca de Kai, desconcertaron aun más a todos, nadie sabía quien era Morgan Jones, excepto por Kai y otra persona.
Maggie abrió mucho los ojos, si ella no recordaba mal, ese era el nombre del hombre que estaba con su familia al lado de la casa de Rick, en aquel entonces, pero había pasado mucho tiempo.
Era sorprendente que siguiera con vida.
"Hola, señor Kai, tal vez debería haber llamado antes… pero ahora, en serio me encuentro en grandes problemas" La voz de Morgan sonaba demacrada.
"Cuéntamelo, tal vez pueda ayudarte a resolverlo" Con simpleza, Kai estaba dispuesto a escuchar a Morgan.
"Bueno… si usted lo dice…" Morgan dijo mientras su mano temblorosa sostenía la radio que le fue dada por Kai.
Habría llamado mucho antes, pero quiso probar suerte por si mismo, y sacar a su familia adelante.
Y ahora eso resulto en la situación actual.
En un vagón de tren, se encontraban su esposa, su hijo, él y una chica llamada Clementine.
Esta tenía solo 11 años de edad, y ya había pasado por muchas cosas.
Clementine era de piel blanca, cabello castaño rizado, y ojos de color café claro. Se encontraba vestida con una camisa blanca que ya estaba curtida por el tiempo sin lavarse, encima de esta una chaqueta de mezclilla gastada de color azul, pantalones negros y zapatos deportivos.
Su cabello estaba atado en dos coletas pequeñas, ya que su cabello había sido recortado para que fuera más fácil maniobrar sin que le estorbara, y puesta en su cabeza, había una gorra con un valor muy sentimental para ella.
Morgan y su familia estaban vestidos de forma similar, eran una buena forma de ir protegidos en los días del apocalipsis.
Morgan estaba muy débil en el suelo, un poco pálido, con su brazo izquierdo faltante, se lo había tenido que cortar para sobrevivir.
Y apenas habían pasado dos días desde que lo hizo.
Morgan estaba bajo la atenta mirada de los presentes, mientras le explicaba a Kai la situación en la que se encontraban.
Luego de unos minutos, Morgan por fin bajó la radio, y Clementine no pudo evitar preguntar: "¿Tu amigo va ayudarnos?"
Ella tenía pocas esperanzas, su situación no era para nada fácil.
"Me dijo que venía en camino…" Un gran peso parecía haber bajado de los hombros de Morgan, con sus últimas esperanzas, había realizado esa llamada.
"Espero que sea rápido" La esposa de Morgan habló, mientras miraba por un agujero en el vagón del tren, su vista estaba dirigida, hacia la estación de tren en la que se encontraban y estaban siendo vigilados por varias personas armadas.
-De regreso con Kai-
En poco tiempo, Kai y su elite se había reunido en su camión militar, estaban armados hasta los dientes, y partieron bajo la mirada de los integrantes de EDEN.
Su objetivo, era la estación Terminus.
Así es, si Kai era sincero consigo mismo, se le había olvidado ese detalle.
La primera comunidad caníbal del programa, antes una comunidad sana, y llena de gente buena, pero que debido a las cosas horribles que les pasaron, se convirtieron en demonios con pieles de ángeles.
"¿Cuál es el plan jefe?" Merle estaba listo para la acción, y todos miraron a Kai esperando sus órdenes.
"Maten a todos los hostiles" Kai dijo con simpleza, mientras regresaba su mirada al camino que iban dejando atrás mientras conducían.
Si a Kai le preguntaran, ¿Cómo se le pudo haber olvidado algo tan importante como terminus? La respuesta sería muy simple… él no lo consideraba importante.
Sabía muy bien que antes eran personas buenas, y que se volvieron así luego de que un grupo de cerdos tomara el control de su refugio, pero Kai nunca había simpatizado con ellos.
De hecho, los despreciaba y mucho, ellos eran esa clase de basura que usan como excusa lo que les sucedió, solo para decir "Nosotros antes éramos buenos, pero ahora el mundo debe sufrir por lo que nos pasó"
Son como cada ridículo villano, no es suficiente desquitar su ira con quienes los lastimaron, sino también necesitan lastimar a cada persona inocente con la que se encuentran.
Basuras como ellos no merecían vivir, por eso Kai ni siquiera gastó esfuerzos en tratar de salvarlos.
Y ahora que sabía que se habían convertido en lo mismo, solo debía limpiar a las ratas del mapa, y esta vez se aseguraría que nadie escape.
Un caníbal muerto, es hacer del mundo un mejor lugar.
En una hora llegaron a la estación de Terminus.
Se detuvieron en una montaña, que les permitía mirar hacia toda la base enemiga.
"Glenn, ve a recopilar datos, necesitamos saber donde tienen a sus prisioneros antes de atacar, no planeo que andemos buscando a tientas" Kai ordenó.
"Enseguida, me comunicaré cuando los tenga" Glenn ni siquiera dudó, el buscar información era fácil para él que invertía sus puntos en agilidad y destreza.
Rápidamente, Glenn comenzó a bajar por la pendiente y se perdió en el bosque.
Los demás, solo prepararon sus armas, y se dispusieron a esperar.
-Mientras tanto, con Glenn-
Glenn se movía con destreza a través del bosque, su agilidad y reflejos ya casi estaban al máximo de una persona normal, lo cual lo convertía en un soldado de elite.
Usando los arboles como cobertura, los arbustos, he incluso algunas rocas, rápidamente llegó a los alrededores de la base enemiga, que se encontraba rodeada por una cerca de alambres.
Pero eso no iba a detenerlo, así que la escaló rápidamente, subió al tope de la cerca, y se dejó caer al otro lado, todo en menos de 10 segundos.
"Ni siquiera tienen vigilado este lugar, que basura" Glenn estaba decepcionado, no había una ronda de guardias continua a los alrededores de la base para tener el control de esta, por lo que veía, todos estaban cerca de la entrada principal, por las vías del tren, como si esperaran que todos sus enemigos llegaran por ese lugar.
Negando con la cabeza, Glenn continuo con la misión encomendada por Kai.
Se escabulló fácilmente entre algunos edificios, y comenzó a observar cada uno.
Uno era un deposito de armas, y de muchas cosas, como ropa, juguetes…
"Eso es extraño… ¿Quién guarda tantos juguetes hoy en día?" Glenn no pudo evitar preguntar a la nada, el sabía que las demás bases que no eran EDEN, eran basura, no tenían suficiente comida ni para mantenerse llenos, así que, ¿Por qué se preocuparían en buscar juguetes?
Nuevamente siguió buscando, y al asomarse por una ventana pequeña que se encontraba en la pared de un edificio rojo, que parecía estar hecho de ladrillos.
Observó algo parecido a un matadero, con enorme recipiente para la sangre en medio, y mesas de carniceros con un montón de cuchillos de todas clases, así como ganchos para colgar la carne.
"No tienen ninguna clase de ganado, ¿Por qué tienen una sala especial para procesar carnes?" Definitivamente, Glenn no entendía a estas personas.
Pero de repente, hubo un cambio en la sala, la puerta se abrió, y entraron 2 hombres que traían con ellos a un grupo de prisioneros, cuatro hombres, una mujer y una niña que no parecía mayor de unos 6 años.
Al parecer estas eran una pareja de madre e hija, ambas asiáticas, Glenn se sorprendió por esto, desde que comenzó el apocalipsis no había visto a ningún asiático.
Pueden llamarlo intuición, pero Glenn podía estar seguro que la madre y su hija eran japonesas.
Pero ninguno de los hombres era japón, uno era caucásico, otro era negro, y los dos últimos probablemente latinos.
Lo siguiente que vio Glenn, hizo que su sangre se congelara, y un escalofrío le subió por la espalda hasta la nuca, junto con recuerdos que hace mucho había enterrado en su mente.
Los prisioneros fueron forzados a arrodillarse en frente del que parecía el contenedor para la sangre, sujetos firmemente con unas esposas para que no pudieran moverse de ninguna manera, y luego, ante la mirada de Glenn, comenzaron a degollar a los hombres.
La sangre roja y caliente, bajó como un torrente directamente desde sus cuellos cortados, al recipiente para la sangre, donde sus cuerpos quedaban inertes, sin poder moverse.
Algunos tenían espasmos, mientras la luz abandonaba sus ojos.
En ese momento, los pensamientos de Glenn parecieron hacer clic, e inmediatamente supo para que era toda esta indumentaria.
Todo era como un tiempo atrás.
"Caníbales…" La mirada de Glenn estaba fría, en su persona, una mirada de este tipo no era fácil de ver, siempre trataba de ser él que veía las cosas desde el mejor punto de vista.
Pero ahora… claramente no podía.
"¡No la toques! ¡Mátame a mí, pero no la toques a ella!" La mujer asiática gritó desesperada, mientras veía como un hombre se acercaba al cuello de su hija con un cuchillo de carnicero.
El hombre dejó escapar una pequeña risa macabra, y le dijo a la mujer con una mirada enloquecida: "Puedes consolarte sabiendo que primero nos comeremos a la niña, las niñas pequeñas tienen una carne excepcionalmente suave y tierna"
Las lagrimas bajaron por los ojos de la mujer, mientras se retorcía de forma frenética tratando de liberarse para salvar a su hija, que estaba llorando al igual que ella.
Magulladuras y rasguños comenzaron a aparecer en el cuello y las muñecas de la mujer, estaba haciendo uso de todas sus fuerzas tratando de romper las esposas de hierro que la sostenían.
"¡NO! ¡NO! ¡NO LA TOQUES!" Con su voz ya quebrada, el sonido del metal haciendo fricción entre sí comenzó a hacerse más rápido.
Ante los ojos de la madre, todo parecía ir en cámara lenta, podía ver el cuchillo que estaba por degollar a su hija, la sonrisa casi enloquecida que tenía el hombre solo por degollar a su hija.
Y también vio una espada… una espada que cortó rápidamente las cabezas de los hombres que la tenían cautiva de un solo tajo.
La sangre salió a chorros de los cuellos mutilados de los sujetos, mientras sus cuerpos caían hacía el suelo, haciendo ruidos sordos.
Las expresiones en sus caras ni siquiera se movieron, al parecer ni siquiera se dieron cuenta de que iban a morir.
Y ahí fue cuando lo vio, detrás de los cuerpos decapitados de los hombres que estaban por matarlas.
Vio a un hombre joven, asiático, probablemente coreano, con un traje que lo hacía parecer un soldado especial, con complexión bastante musculosa, así es, este era Glenn.
"Las sacaré de aquí" Glenn estaba dando de dar una sonrisa amable para calmar a la mujer, e indicarle que no planeaba hacerle daño.
Revisó en los cuerpos de los hombres, y encontró las llaves y rápidamente abrió las esposas que sostenían a la pareja de madre e hija.
Esto parecía un sueño para la mujer, mientras veía como su hija y ella eran liberadas.
"¿Puedes indicarme donde esconden a los prisioneros?" Glenn le preguntó a la mujer que parecía estar en shock mientras abrazaba fuertemente a su hija.
Aun no se sentía capaz de hablar, había estado muy cerca de tener una muerte horrible, así que con una de sus manos que estaba bastante magullada por las fuerzas que estaba realizando.
Señaló en dirección de un tren que parecía estar abandonado, que se podía ver desde la puerta que estaba entreabierta, Glenn asintió, y habló por su radio.
"Encontré en donde esconden a los prisioneros, estoy listo para actuar"
"Entendido, el ataque comienza" Kai dijo con voz fría mientras el junto con toda su elite se adentraba rápidamente en el bosque, acabaron rápidamente con los caminantes rezagados haciendo uso de sus katanas, iban a atacar desde la dirección en la que Glenn entró.
En poco tiempo, llegaron todos juntos como una unidad de elite, y saltaron las cercas muy fácilmente.
Ahora comenzaba el exterminio…
Fin aquí.
¿Me extrañaron?
¿Como reaccionará Glenn al ver a Clementine?
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