Había una gran disparidad en la fuerza y con la Retroacción de Maná desde un principio, todo lo que llegó después estuvo dentro de las expectativas. Después de la Retroacción de Maná, Gryffindor ni siquiera se molestó en echar otro vistazo a su oponente; levantó la mano y soltó una Tormenta Llameante. En un instante, se vieron numerosos dragones de fuego cargando contra Fedrick...
El rostro regordete de Fedrick se llenó de desesperación en la llamarada de fuego. A eso le siguió un fuerte estruendo que silenció a toda la Plaza de la Aurora.