Lin Li murmuró para sus adentros después de despedirse de Aragón...
Al principio, realmente no se esperaba que Andre fuera el discípulo del Sabio de la Espada de la Tormenta. Ahora, lo que había dicho por el camino tenía un significado diferente. Era obvio que la misión, esa vez, había sido emitida personalmente por el Sabio de la Espada de la Tormenta. Aparte del propio Al'Akir, Andre era quizás el que mejor conocía la historia interna. Hasta él había dicho que la misión era extremadamente peligrosa; entonces, esta tarea tenía que ser realmente peligrosa...
«¡Mañana debemos obtener otro mapa y cortar por lo sano con esta misión fantasma lo antes posible!»
Lin Li se envolvió en su saco de dormir. Antes de quedarse dormido, apretó los dientes y una vez más maldijo al hombre que dibujó el mapa.