—¿Y tú quién coño eres? ¿Sabes quién soy yo? En el mundo del hampa me llaman Hermano Jun. Además, ¡devolver deudas es lo que se debe hacer! ¿Qué coño estás mediando? ¿Verdad que sí, todos? —Hermano Jun echó una mirada sobre Ren Feifan, dándose cuenta de que el hombre era medio cabeza más alto que él y se irritó.
Divertidamente, ni una sola persona estuvo de acuerdo con él.
—¡El Maestro... El Maestro al fin ha llegado! —De repente, pareció como si el anciano rodeado por muchos otros notara algo. Su cara entera se enrojeció de excitación.
—¡Boom! —La multitud estalló en acción. Ya ves, ¡la mayoría de los cientos reunidos habían estado esperando por el legendario Maestro todo el día!
El Maestro ha aparecido. ¿Cómo no iban a estar emocionados?
Pero... ¿dónde está el Maestro? ¿Dónde está su sombra?
Incluso el Hermano Jun no podía centrarse en la tarea que tenía entre manos, miraba inquieto a su alrededor.