En la carretera.
—Mis padres también estarán en esta subasta. Si ves a mi padre, recuerda evitarlo. No te involucres en ningún conflicto —Xu Shihan recordó mientras manejaba el volante.
—Oh.
Aunque Ren Feifan se sintió molesto, estuvo de acuerdo. Esta vez, solo quería encontrar algunas Piedras Espirituales. En cuanto al Padre y la Madre Xu, prefería mantenerse alejado de ellos. Solo su propia fuerza sería la mejor prueba.
Sería aún mejor si pudiera encontrar algunos tesoros para entonces.
Ren Feifan estaba bastante satisfecho con la Espada Inrastreable de Agua de Otoño que había conseguido de la casa del Anciano Ye el día anterior. Su arma solía ser un puñal corto, que había tomado de un asesino de la Puerta Rakshasa. En ese momento, sintió que el material del puñal era bueno, pero ciertamente no fue suficiente en las batallas posteriores.