—¿Qué dijiste? ¿Quién está aquí? —los colegas a su alrededor preguntaron con incredulidad antes de que Nian Xiaomu pudiera hablar.
—Shangxin y su equipo acaban de llegar a nuestra recepción y vienen subiendo. Llamé a la extensión de su departamento, pero nadie atendió el teléfono, así que tuve que venir aquí para informarles —la recepcionista señaló en dirección al ascensor, conteniendo la respiración mientras les explicaba.
*¡Timbre!*
La puerta del ascensor se abrió. Una figura esbelta salió del mismo. Ella era alta y delgada.
Sus rasgos eran diferentes y delicados. Sus labios eran de un rojo carmesí natural.
No llevaba un maquillaje intenso y no estaba vestida con ropa extravagante. En cambio, su agudo sentido de la moda era evidente a pesar de que sólo se había combinado una simple camiseta blanca con sus pantalones rotos.
¡Realmente era Shangxin!