Alessio caminó hacia el estante, alcanzando un libro que sobresalía ligeramente entre los demás.
Era lo único extraño aparte del cambio en la posición del estante, así que Alessio sabía que había encontrado la verdadera palanca.
—Nunca hubo nada que realmente pudiera ocultarnos, solo le hemos permitido vivir en la falsa creencia de que su voluntad era ley.
—Esos días ya pasaron... ahora, todo lo que era de Lothaire será nuestro —Terran incitó a Alessio con un gruñido oscuro.
—Siempre estuvo destinado a ser así —Alessio estuvo de acuerdo.
Alessio tiró del libro y el estante se movió hacia un lado, revelando una puerta de hierro oculta detrás.
Alessio miró la puerta en silencio durante un momento antes de alcanzar la perilla e intentar abrir la puerta, pero esta no cedió.
Alessio realmente no esperaba que lo hiciera, también sabía que forzar la puerta no era una opción, su padre habría establecido una medida de seguridad en caso de eso.